Tim’s Vermeer (Teller, 2014)

En 2001 David Hockney publicó Secret Knowledge, un texto donde demostraba que  la exactitud y el detalle en la la pintura occidental a partir del Renacimiento (van Eyck, Vermeer, Caravaggio, Ingres) tenía su origen en el uso de la cámara oscura, lentes y espejos. Los historiadores del arte reaccionaron acusando a Hockney de querer reducir el genio  a un simple avance tecnológico. No existían, además, documentos históricos (cartas, facturas, etc.) que certificaran el uso de tales inventos ópticos. La respuesta de Hockney es que arte y tecnología no son mundos paralelos, es decir, que usar tecnología para crear arte no es «hacer trampa». Además, insistía en que las pinturas mismas eran suficientes para verificar su hipótesis. No era necesario otro tipo de prueba.

Tras leer a Hockney, el informático Tim Jenison, creador del software de animación LightWave 3D, decidió pintar un Vermeer usando la tecnología óptica disponible en la época del artista. Muestra que la cámara oscura es insuficiente para explicar los diferentes tonos de luz en Vermeer, así que la sustituye por un artefacto hecho a base de lentes y espejos. Su objetivo es reproducir con la mayor fidelidad posible La lección de música (1660, Palacio de Buckingham, Londrés), así que reconstruye el decorado  en un almacén en San Antonio (Texas) usando su propio software de modelado 3D. El resultado es concluyente: el así llamado genio inconmensurable e inexplicable de Vermeer se reduce en parte a utilizar técnicas primitivas de fotografía.

Ahora bien, después de ochenta minutos de metraje sobre Vermeer, no se roza ni por un segundo el tipo de problema que interesa a un filósofo. ¿Es la belleza en Vermeer el resultado de «copiar»  la realidad del mismo modo en que lo haría la lente de una cámara actual? La respuesta evidente es «no». La belleza o el arte no acompañan necesariamente a la posibilidad del simulacro que nos ofrece la técnica.

¿Dónde reside, entonces, la causa de la sacudida estética que nos produce la obra del pintor holandés?

La joven de la perla o Muchacha con turbante (Het meisje met de parel) Johannes Vermeer, h. 1665-1667 Óleo sobre tela Mauritshuis, La Haya,
Johannes Vermeer: La joven de la perla, (Het meisje met de parel) 1665-1667, Mauritshuis, La Haya,

No es en la reproducción exacta de los detalles de la espineta (un instrumento parecido al clave, el predecesor del piano) ni de la viola de gamba, la alfombra persa o la jarra de porcelana. Tampoco en el modo en que Vermeer es capaz de recrear el torrente de luz que entra por las ventanas.

¿Dónde, entonces?

Tim’s Vermeer es un documental triste, deprimente, como también lo es el porno o DisneyWorld. La reproducción idéntica del original, el zoom infinito sobre los detalles más inaccesibles, nos recuerdan que hay algo fundamental que hemos perdido en el camino. Ya lo advirtieron Nietzsche y Baudrillard: detrás de lo más verdadero que lo verdadero, de la exactitud del modelo matemático, no se esconde sino el vacío, la desaparición de lo real.

El territorio ya no precede al mapa ni le sobrevive. En adelante será el mapa el que preceda al territorio -precesión de los simulacros- y el que lo engendre, y si fuera preciso retomar la fábula, hoy serían los jirones del territorio los que se pudrirían lentamente sobre la superficie del mapa. Son los vestigios de lo real, no los del mapa, los que todavía subsisten esparcidos por unos desiertos que ya no son los del Imperio, sino nuestro desierto. El propio desierto de lo real.

Jean Baudrillard: Simulacres et simulation, Galileé, 1981 [Cultura y simulacro, Kairós. )

Usando el texto de Baudrillard podemos leer con otra clave más honda el fotograma de Tim Jenison llorando de emoción al ver su obra terminada.

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Ficha técnica

Tim's Vermeer, 2014
–  Tim’s Vermeer, 2014

– Dirección: Teller.

– Producción: Penn Jillette, Farley Ziegler.

– Guión: Penn Jillette, Teller.

– Música: Conrad Pope.

– Fotografía: Shane F. Kelly

– Montaje: Patrick Sheffield.

– Distribución: Sony Pictures Classics.

– Fechas de estreno: 5 de septiembre de 2013 (Festival Internacional de Toronto), 31 de enero de 2014 (Estados Unidos) .

– Duración: 80 minutos.

– País: Estados Unidos.

– Idioma: Inglés.

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