Sorrentino: La grande bellezza (La gran belleza, 2013)

Paolo Sorrentino, director de la magnífica Il Divo (no confundir con el cuarteto de ópera pop), fue premiado con el Óscar a la mejor película de habla no inglesa en 2014 por La grande Bellezza. En ella están muy presentes la Italia decadente y surrealista de Fellini y la fotografía exquisita de Visconti. Es un inesperado ejercicio de estilo y una apuesta arriesgada pues requiere del espectador un cierto esfuerzo de adaptación de la mirada.

Otras características técnicas que destacaría de La grande bellezza son el retrato de una Roma estilizadamente decrépita, una banda sonora a ratos histérica (arriba), a ratos sobrecogedora (abajo), y unos virtuosos planos cenitales.

El protagonista de La grande belleza es Jep Gambardella (Toni Servillo), un escritor que lleva cuarenta años viviendo de la prensa rosa y rehuyendo su vocación. A los sesenta y cinco años se pregunta cómo recuperar el tiempo perdido.

Aquí entran en escena Platón y Proust. En El tiempo recobrado, último volumen de En busca del tiempo perdido, el autor apuesta por el arte como el mejor medio para trascender el curso del tiempo y acceder a las Ideas de las que sus personajes son copias frágiles y condenadas a la extinción. El discurso de Proust es de un platonismo maximalista. Entre 1905 y 1919 Proust se recluyó en el nº 102 del Boulevard Haussman de París para redimir mediante la literatura la que había sido hasta entonces una existencia mundana e irrelevante.  

Algo semejante le ocurre a Jep Gambardella a quien una voz mística le recomienda alejarse de Roma y volver a las raíces, allí donde por primera vez experimentó la contemplación de las Ideas. Como decía Platón siempre se empieza por la visión de un cuerpo bello.

Sin embargo, Sorrentino no comparte el platonismo exacerbado de Proust. Es consciente de los límites de la literatura y el arte en general: son trucos de magia. Consuelan, pero nada más que eso, nada que ver con el más allá y la eternidad inmutable.

Por último, mencionar la crítica feroz que hay en La grande bellezza hacia el arte contemporáneo: rabietas de críos para adinerados imbéciles.

Ficha técnica

– Dirección: Paolo Sorrentino.

– Producción: Nicola Giuliano, Francesca Cima, Fabio Conversi.

– Guión: Paolo Sorrentino, Umberto Contarello.

– Story: Paolo Sorrentino.

– Interpretación: Toni Servillo (Jep Gambardella) Carlo Verdone (Romano), Sabrina Ferilli (Ramona), Carlo Buccirosso (Lello Cava).

– Fotografía: Luca Bigazzi.

– Montaje: Cristiano Travaglioli.

– Estudio:  Indigo Film, Medusa Film, Babe Films, Pathé.

– Distribución: Medusa Film.

– Fecha de estreno: 21 de mayo de 2013.

– Duración: 142 minutos.

– País: Italia, Francia.

– Idioma: Italiano.

 

Gracias a Ángel por la recomendación.

 

 

14 comentarios en “Sorrentino: La grande bellezza (La gran belleza, 2013)

  1. Buenos días, la he visto, me parece magnífica a pesar de las variadas y negativas críticas de algunos amigos.
    Me gusta mucho la contemplación que hace el protagonista de su propia vida y de la que le rodea, la ironía y sarcasmo a ratos y siempre, siempre la reflexión del tiempo….¿si el tiempo no existe, somos sin el tiempo?

    Recuerdo una magnífica idea: el tiempo es para vivirlo….

    1. Hola Carol, a mí me parece que Sorrentino hace un buen trabajo integrando elementos cinéfilos, literarios, arquitectónicos, fotográficos, musicales, surrealistas… Es una película «culta», es decir, que sin el bagaje cultural adecuado puede parecer demasiado extraña o insoportable. Es un riesgo que corre el director. Creo que sale victorioso.

      La reflexión sobre el tiempo es proustiana. El tiempo inevitablemente pasa y nos lleva como el río de los títulos de crédito finales. La literatura redime a Proust, igual que a Jep Gambardella, de una vida malgastada. Pero no es posible salirse del tiempo porque estamos hechos de tiempo, somos pura entropía, viaje hacia el desorden final. Sin embargo, la literatura es un truco que nos permite contemplar el mundo «como si» el tiempo no pasase. Esto que digo no es nada místico: son semejantes los efectos del amor o la marihuana. Todos son instrumentos al alcance de quien tenga la sensibilidad adecuada para usarlos.

      Saludos.
      Eugenio.

    1. Hola María, a veces se me va la mano con los adjetivos. Aberrante es un calificativo muy fuerte. Hablando con más propiedad creo que fueron un grupo diseñado por la maquinaria de la industria discográfica combinando el éxito de los tres tenores con la apariencia física de los productos para adolescentes. No sé, me pareció una jugada demasiado elemental independientemente de la calidad musical que supongo estaría cuidada. Siento haber ofendido tu sensibilidad, no era mi intención.

      Saludos.
      Eugenio.

      1. Estimado Eugenio. No has ofendido mi sensibilidad en absoluto. nada. De hecho no soy ni seguidora ni admiradora del grupo y si una gran aficionada a la ópera. Me parece que cantan muy bien y estoy de acuerdo con lo que dices de ellos y la maquinaria industrial que los sostiene o impulsa. . Pero lo no los calificaría de aberrantes. Sólo era curiosidad. Un saludo. María

  2. Hola Eugenio, ¿Cree que el hecho de la trivialidad en el mundo consigue que un escritor se distraiga en cosas superfluas? Es decir, ¿Para escribir algo realmente bueno se debe uno alejar de la sociedad?

    Me ha encantado la película. La considero una obra de culto.

    1. Hola dani, me alegra que te haya gustado La gran belleza.

      Sobre si es mejor o no alejarse de la sociedad para escribir diría que no hay una respuesta universal. En el caso de Proust estuvo la primera parte de su vida malgastándola de fiesta en fiesta y de amante en amante y los últimos once años escerrado escribiendo hasta que murió. Hay otras formas de hacerlo, no tan obsesivas, mezclando ambas cosas. Pero sí es cierto que el escritor es un observador: de algún modo está siempre fuera.

      Saludos.

    2. Hola Dani.

      Me atrevo a decir, como pésimo aspirante a escritor, que alejarse de la sociedad sirve para evitar distracciones, enemigas de la concentración que requiere escribir. Que luego ya salga una buena obra, eso depende del talento y trabajo del escritor.
      Como bien dice Eugenio, nunca hay una respuesta universal. En los tiempos que vivimos, quizá la siguiente gran novela emerge de lo oposado, de la imposibilidad de aislamiento (teléfonos, correo electrónico, dispositivos de busqueda, etc.), por poner un ejemplo.
      Si tienes la posibilidad de cambiar de ambiente porque favorece a tu escritura, adelante. Pero a la postre, lo importante es escribir. Sin más. Donde sea y como sea.

      Saludos.

  3. Una pregunta: Descubrí la página hace poco y la miré de arriba a abajo, y (quizá he pasado de largo sin darme cuenta) me sorprende que no haya ningún artículo sobre Béla Tarr o alguna de sus películas. ¿Lo conoces? No es famoso por ser cine «entretenido», pero en cuanto a contenido filosófico no deja indiferente.

    Saludos.

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