Iris González García: Posición personal sobre la filosofía de Nietzsche

– Título: Posición personal sobre la filosofía de Nietzsche.

– Trabajo de Iris González García.

-Profesor: Eugenio Sánchez Bravo.

– I.E.S. Granadilla de Abona, Granadilla, Santa Cruz de Tenerife. Clase: 2º A. Abril 2011.

– Del post Ideas para exponer tu posición personal sobre el pensamiento de Nietzsche

El primer tema sobre el que voy a opinar es el de la libertad desde el punto de vista del cristianismo. Según Nietzsche este cree en la libertad de las personas para poder castigarlas, por lo que es una trampa. Yo estoy de acuerdo con Nietzsche, pues el cristianismo gira entorno a la idea de pecado, por la cual los cristianos se sienten culpables de sus acciones, y han de ser castigados por su Dios si han desobedecido a las leyes impuestas por él. Ahora bien, si no existiera la idea de libertad, si las personas no fueran libres de elegir sus acciones ¿Qué sentido tendría la idea de pecado? ¿Se sentirían culpables ante su Dios por elegir mal? No, ya que estarían determinados y no tendrían la posibilidad de elegir, por lo que de no existir la libertad, las personas no tendrían que rendir cuentas a ningún Dios por su conducta. Opino también, que es una trampa porque si el cristianismo creyera realmente en la libertad no se metería a opinar en asuntos sociales que no le competen. Un claro ejemplo de la actualidad es el del uso del preservativo o el de la eutanasia, si los lideres del cristianismo creyeran realmente en la libertad no prohibirían ambas cosas, sino que se mantendrían al margen, ya que su misión es la de hacer llegar a las personas la vida de su Dios en la tierra.

El segundo tema sobre el cuál voy a opinar es el de la visión de la verdad. Para Platón sólo existía una única verdad, la del mundo inteligible, mientras que para Nietzsche, al igual que para Protágoras, la verdad es relativa. Yo estoy de acuerdo con Nietzsche, pues pienso que la verdad depende del punto de vista desde el cual se miren los hechos, de la situación y de muchas otras cosas. En la realidad podemos observar muchos ejemplos de esta relatividad de la verdad, por ejemplo, en el contexto de la guerra de Irak, para un iraquí los norteamericanos eran los malos porque pretendieron robarles las reservas de petróleo, mientras que para un estadounidense los iraquís eran los culpables porque atentaron contra las torres gemelas cobrándose la vida de muchas personas, por lo que defendieron la guerra con este país.

El tercer tema sobre el cuál voy a dar mi opinión es el del eterno retorno. Nietzsche planteó este enigma para expresar la plena afirmación de la vida, tanto en sus aspectos gratos como en los dolorosos, ya que la tesis del eterno retorno implica que cada instante de la vida se repita infinitamente. La cuestión esta en si amamos tanto nuestra vida como para querer que esta se repita infinitas veces, con sus alegrías y sus desgracias. Según Nietzsche el superhombre sería el ser humano capaz de soportar la pesada carga que este hecho conllevaría. Yo no estoy de acuerdo con esta tesis de Nietzsche, pues no amo tanto mi vida como para querer que esta se repita infinitamente, con todos los desastres del mundo que esta lleva consigo. Creo que sería un comportamiento bastante egoísta el que llevaría a una persona a querer el eterno retorno de su vida.

El último tema sobre el cuál voy a opinar es el de la misoginia que parece mostrar Nietzsche. En su obra Así habló Zaratustra Nietzsche da claras pruebas de un odio hacia las mujeres, pues en un fragmento afirma: “¿Vas con mujeres?, no olvides el látigo”. En mi opinión este odio de Nietzsche hacia las mujeres puede deberse a la mala experiencia que tuvo con ellas, tanto con su madre y hermana como con la que le contagió la sífilis, pero desde mi punto de vista este hecho no excusa a Nietzsche de afirmar semejante barbaridad, pues las mujeres no somos todas iguales, por lo que no debería haber generalizado en este hecho. Pienso que, si el odio a las mujeres de este filósofo se debe a su experiencia personal, no debería haber mezclado sus resentimientos privados con sus obras filosóficas.

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