Woody Allen: Match point (2005)

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Woody Allen vuelve en Match point a un tema que ya había tratado antes en Delitos y faltas (1989). Un marido infiel es acosado por una inestable amante para que deje a su feliz y adinerada esposa, así que al primero no le queda otro remedio que eliminarla. Si bien en Delitos y faltas le encarga el trabajo a su hermano, en Match point es el propio marido el que comete el asesinato.

La situación dramática que plantea Woody Allen en esta película posee como trasfondo filosófico explícito las reflexiones de Raskolnikov en Crimen y Castigo de Dostoievski: ¿es legítimo el asesinato si de ese modo obtenemos un bien mayor? ¿pueden los hombres superiores vivir por encima del remordimiento y la culpa que atenazan a los inferiores y cobardes?…

En ese caso, ¿sería usted capaz de decidirse, para salir de una situación económica apurada o para hacer un servicio a la humanidad, a dar el paso…, en fin, a matar para robar?,

pregunta el juez a Raskolnikov para obligarle a confesar. Por ejemplo, si para que alguien pudiese parir por fin una solución contra el SIDA fuese necesario el sacrificio de cien inocentes, ¿no sería adecuado ofrecerlos a cambio? Evidentemente el protagonista de la película no comete el asesinato persiguiendo un fin tan elevado como el progreso científico o la vida de miles o millones sino sólo para proteger su cómodo estilo de vida. En cualquier caso, el razonamiento es el mismo.

Planteada la cuestión, se resuelve de un modo diferente en la novela de Dostoievski que en la película. El novelista ruso obliga a Raskolnikov a renunciar a sus ideas nihilistas y a buscar la redención a través del verdadero amor, la confesión y el arrepentimiento. El protagonista de Match Point reconoce que le hubiese gustado que la policía lo hubiese detenido porque eso sería fundamento suficiente para confiar en que el mundo tiene sentido, que el Bien y la Justicia dirigen, al fin y al cabo, la ridícula tragedia humana. Sin embargo, la suerte le es favorable y la policía pierde su pista. En lugar de confesar, como ocurre en Crimen y Castigo, no le resulta demasiado difícil esconder su conciencia moral debajo de la alfombra y seguir viviendo feliz tras cometer el crimen. En mi opinión, el mejor momento de la película ocurre cuando el protagonista dialoga con los fantasmas de sus víctimas:

Nola: Chris.

Chris: Nola, no fue fácil. Pero al llegar el momento, pude apretar el gatillo. No conoces a tu prójimo hasta que hay una crisis. Uno aprende a esconder la conciencia bajo la alfombra. Tienes que hacerlo. Si no, aquello te supera.

Mrs. Eastby: Y yo, ¿qué? ¿Qué hay de la vecina de enfrente? Yo no tenía nada que ver en este horrible asunto. ¿No hay problema en que yo muera, siendo inocente?

Chris: Los inocentes son sacrificados a veces, por un orden mayor. Usted fue un daño colateral.

Mrs. Eastby: También lo fue su hijo.

Chris: Sófocles dijo: «No haber nacido nunca, puede ser el mayor de los favores. »

Nola: Prepárate a pagar el precio, Chris. Tus actos fueron torpes. Llenos de fallos. Como de alguien que suplica ser descubierto.

Chris: Lo correcto sería ser descubierto y castigado. Al menos habría una mínima señal de justicia. Una mínima cantidad de esperanza en un posible sentido.

Este problema filosófico ya había sido planteado por Platón tanto en Gorgias como en el libro I de República. Sócrates defendía que era preferible «padecer injusticia antes que cometerla». Quien comete injusticia puede que obtenga riquezas y poder pero pierde su posesión más valiosa, el alma. Aunque el diálogo República es más conocido por contener la exposición de las ideas políticas de Platón, en realidad el hilo conductor es resolver la cuestión: ¿puede alguien cometer injusticias, por ejemplo, un tirano, y tener una vida plena y feliz? Demostrar que esto es imposible es esencial dentro de la metafísica platónica donde todo el Universo gira en torno a la Idea del Bien que reina junto a la Belleza y la Justicia sobre el mundo visible. Pero ¿y si no fuese así?

La filosofía de finales del s. XIX puso punto final a las esperanzas platónicas. Como demostró Schopenhauer y recordaba Nietzsche, el «viejo sol» del Bien platónico ya no guía más los pasos de la humanidad. No era más que el instrumento de los débiles para contener las ansias de poder de los fuertes. Pero estos, propone Nietzsche, han de extirparse la venenosa conciencia moral que Platón y el cristianismo imprimieron a la humanidad si quieren convertirse en superhombres. Y un modelo algo dubitativo de superhombre es el que propone Woody Allen en Match Point.

Para terminar, un apunte cinéfilo. En la última década Woody Allen ha acumulado premios y dinero pero, ni de lejos, sus mejores películas. Resulta triste ver cómo ya no hace más que repetir sus antiguos chistes y argumentos hasta convertirlos en cartón piedra. Desgraciada y, platónicamente hablando, ya no es más que una copia o una sombra de sí mismo. Pero más vale esto que nada.

Ficha técnica.

Match Point
Match Point

Dirección y guión: Woody Allen.

País: Reino Unido.

Año: 2005.

Duración: 123 min.

Género: Drama.

Interpretación: Jonathan Rhys Meyers (Chris Wilton), Matthew Goode (Tom Hewett), Emily Mortimer (Chloe Hewett Wilton), Scarlett Johansson (Nola Rice), Brian Cox (Alec Hewett), Penelope Wilton (Eleanor Hewett), James Nesbitt (Detective Banner), Alexander Armstrong (Sr. Townsend), John Fortune (John), Ewen Bremner (Inspector Dowd).

Producción: Letty Aronson, Gareth Wiley y Lucy Darwin.

Fotografía: Remi Adefarasin.

Montaje: Alisa Lepselter.

Diseño de producción: Jim Clay.

Vestuario: Jill Taylor.

Estreno en España: 4 Noviembre 2005.

Un comentario en “Woody Allen: Match point (2005)

  1. Pues si no es la justicia quien reina, entonces supongo que lo que abarca es la ineptitud de descubrir las injusticias.

    ¿puede alguien cometer injusticias, por ejemplo, un tirano, y tener una vida plena y feliz?

    Creo que esto no va a acorde a nada y mucho menos al personaje de Chris… el no tendra vida plena, alguien incapaz de eyacular en su esposa buscara amantes pero este muchacho creo que ya tuvo suficiente trato y experiencia de los riesgos de ser infiel… ahora no tener vida sexual plena equivale a neurosis y no se es feliz.

    otra cosa ser un tirano automaticamente equivale a no tener una vida plena. Las personas dominantes necesitan ser sometidas alguna vez en su vida asi como tambien las personas sometidas alguna vez tienen que ser dominantes, o si no vendra la neurosis y no seran felices.

    Un hombre con suerte como el personaje de Chris definitivamente no es un superhombre…
    el superhombre no se deja llevar por la multitud, tampoco se deja llevar por las tradiciones o reglas establecidas. Chris decide amputarse a si mismo, decide arrinconarse a la solucion mas cobarde para seguir su vida de borrego adinerado, tener una casa, una esposa rica, un hijo, un trabajo que no le gusta, no eyacular dentro de su esposa…

    Chris hubiera sido un superhombre si hubiera sido transgresor y se hubiera quedado con la amante o mejor dicho si hubiera abandonado todo y mandado todo al carajo…

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