
El esdutiante de Santiago Mitre relata la historia de Roque Espinosa, uno de tantos fracasados que pululan sin rumbo por la Universidad hasta que termina encontrando su vocación en la política. Sin embargo, si dejamos a un lado un final abierto a interpretaciones opuestas, la política no se presenta como una extensión de la ética tal y como la define Savater en Ética para Amador.
Lo que a ti y a mí nos importa ahora es si la ética y la política tienen mucho que ver y cómo se relacionan. En cuanto a su finalidad, ambas parecen fundamentalmente emparentadas: ¿no se trata de vivir bien en los dos casos? La ética es el arte de elegir lo que más nos conviene y vivir lo mejor posible; el objetivo de la política es el de organizar lo mejor posible la convivencia social, de modo que cada cual pueda elegir lo que le conviene. Como nadie vive aislado (ya te he hablado de que tratar a nuestros semejantes humanamente es la base de la buena vida), cualquiera que tenga la preocupación ética de vivir bien no puede desentenderse olímpicamente de la política. Sería como empeñarse en estar cómodo en una casa pero sin querer saber nada de las goteras, las ratas, la falta de calefacción y los cimientos carcomidos que pueden hacer hundirse el edificio entero mientras dormimos…
Fernando Savater: Ética para Amador. Capítulo IX.
Al contrario, la política es para Roque el simple juego del poder por el poder. Como en el ajedrez, no hay objetivo más allá del juego mismo.
Así es entonces la nueva vida de Roque. Se esfuerza por seguir cursando pero empieza a reconocer que su interés ya no está en las clases sino afuera, en las reuniones y asambleas del centro de estudiantes, en las actividades y difusiones que realiza con la agrupación. Aunque sigue estudiando entiende que su verdadero trabajo está en el manejo de la gente, la táctica y la estrategia, la ejecución y la toma de decisiones. Discutir ideas, crear alianzas, hacerse amigos, dar órdenes, es decir, la política.
El estudiante, Santiago Mitre (2011)
La estrategia política incluye la mentira, la traición, la venganza, la manipulación, la falta de escrúpulos… Las ideologías, ya sean peronistas (derechas) o de izquierdas, son el instrumento que utilizan los lobos para hacer creer al rebaño que está «cambiando las cosas»: Pero las masas ya conocen esta vieja historia y juegan a la «desaparición de lo social«.
Saramago desarrolla en Ensayo sobre la lucidez (2004) esta hipótesis que ya apuntó Baudrillard en Cultura y Simulacro (1978) . En la película de Mitre, a pesar de la omnipresente propaganda, se convoca una asamblea de estudiantes y sólo asiste el dos por ciento del alumnado. ¿Qué pasaría si todo el mundo votase en blanco o no votase? El pánico se desataría entre la clase política porque no sería una revolución sino una implosión de lo social y contra esto carecen de armas. Y este es el combate diario en el que vivimos y al que llamamos democracia.
Desgraciadamente, aun siendo una idea original fue llevada a la pantalla con un presupuesto ínfimo y los defectos se hacen notar demasiado: el reparto amateur, el sonido en ocasiones ininteligible, lagunas en el guión, irritante voz en off y extremadamente localista incluyendo aburridas lecciones de la historia argentina.
Gracias por la recomendación a pensamiento en imágenes.
Ficha técnica
– Dirección: Santiago Mitre
– Diseño de producción: Laura Citarella
– Guion: Santiago Mitre
– Música: Los Natas
– Sonido: Federico Esquerro, Santiago Fumagalli
– Fotografía: Gustavo Biazzi, Federico Cantini, Alejo Maglio
Soledad Rodríguez
– Montaje: Delfina Castagnino
– Vestuario: Carolina Sosa Loyola
– Protagonistas: Esteban Lamothe, Romina Paula, Valeria Correa, Ricardo Félix
– País: Argentina
– Año: 2011
– Género: Drama
– Duración: 110 min.
– Premios: Festival de Gijón (2011) Mejor película (ex-aequo), guión y Premio del jurado joven. Festival de Locarno (2011): Premio Especial del Jurado. Cóndor de Plata: 3 premios (Revelación masculina, ópera prima y guión original)
