
El Aula de Literatura José Antonio Gabriel y Galán ha invitado estos días a Rafael Reig para dar unas charlas. Gracias a esta feliz casualidad he podido conocer en persona al novelista cuya obra más me ha entusiasmado en los últimos años. Ha sido para mí una experiencia feliz y totalmente inesperada. Me pareció un hombre amable, sincero y apasionado.
De sus conferencias me impactó una idea sobre la naturaleza de la actividad literaria. Quien escribe tiene que colocarse del otro lado, viajar hasta donde los demás no nos atrevemos, y contemplar el mundo como si ya estuviese muerto. Así lo decía Spinoza, sub specie aeternitatis. Siempre lo he sabido. Debe ser la reminiscencia platónica.
Fue una alegría observar cómo transmitía a los alumnos de Bachillerato la ilusión por aprender a leer y escribir, no sólo libros, sino también sus propias vidas.
Por último, dejo el enlace a una de las reseñas que he hecho de su obra para animar a futuros lectores: Guapa de cara.

