Después de dos melodramas brutales como Rompiendo las olas (1996) y Bailar en la oscuridad (2000) el polémico director danés Lars von Trier, recientemente expulsado del Festival de Cannes por decir que «comprendía a Hitler», se atrevió con una comedia en El jefe de todo esto (2006).
El argumento es sencillo y el estilo se ajusta a los principios del cine dogma1. El director de una gran empresa está muy necesitado de afecto y ansía que todos sus empleados le quieran a pesar de llevar el negocio con mano de hierro y estar a punto de echarlos a todos a la calle. Para conseguir su objetivo se inventa, como diría Žižek, un Gran Otro, un jefe real que vive en Estados Unidos y que es quien verdaderamente toma las decisiones. Para su desgracia, el millonario islandés dispuesto a comprar su empresa exige que en el momento de la compraventa esté presente el auténtico director. Así que al director en la sombra, tan necesitado de cariño, se le ocurre la idea de contratar a un actor para que haga el papel de «el jefe de todo esto«. Cuando el actor se da cuenta de la inmoralidad que está a punto de cometer se inventa a su vez a un jefe del jefe de todo esto, un Super Gran Otro que pasa a ser el verdadero culpable. De este modo el actor también se gana la amistad y la confianza de los empleados.

No he podido evitar que esta situación absurda me recordase las imágenes de la Ministra de Trabajo italiana Elsa Fornero, llorando y sin palabras, al anunciar los recortes y ajustes que va a sufrir la economía del país. De algún modo intentan hacernos creer que existe ese Gran Otro, el verdadero «jefe de todo esto», el auténtico culpable. En las noticias de estos días el Gran Otro son «los Mercados«, «las Agencias de Calificación«, «los Especuladores«… El Gran Otro, además de un síntoma paranoico, es una fantasía social tranquilizadora, adormecedora, mera ideología. Nos evita tener que enfrentarnos a la cruda verdad: ¡el Gran Otro no existe!, dice Žižek, ¡piensa por ti mismo!.

Ficha técnica
– Título: El jefe de todo esto
– Dirección: Lars von Trier
– Guión: Lars Von Trier
– Fotografía: Lars Von Trier
– Reparto: Jens Albinus, Peter Gantzler, Fridrik Thor Fridriksson, Benedikt Erlingsson, Iben Hjejle, Henrik Prip, Mia Lyhne, Casper Christensen, Louise Mieritz, Jean-Marc Barr, Sofie Gräbøl,
Anders Hove
– País(es): Dinamarca
– Año: 2006
– Duración: 100 min
– Productora: Zentropa
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DOGME 95
Juro someterme a las siguientes reglas redactadas y confirmadas por DOGME 95:
- Los rodajes tienen que llevarse a cabo en lugares naturales. No se puede decorar ni crear un «set». Si un artículo u objeto es necesario para el desarrollo de la historia, se debe buscar una localizacion donde estén los objetos necesarios.
- El sonido no puede ser mezclado separadamente de las imágenes o viceversa (la música no debe ser usada, a menos que esta sea grabada en el mismo lugar donde la escena está siendo rodada).
- Se rodará cámara en mano. Cualquier movimiento o inmovilidad debido a la mano está permitido. (La película no debe tener lugar donde esté la cámara, el rodaje debe tener lugar donde la película tiene lugar).
- La película tiene que ser en colores. Luz especial o artificial no está permitida (si la luz no alcanza para rodar una determinada escena, ésta debe ser eliminada o, en rigor, se le puede enchufar un foco simple a la cámara).
- Se prohíben los efectos ópticos y los filtros.
- La película no puede tener una acción o desarrollo superficial (no pueden haber armas ni pueden ocurrir crímenes en la historia).
- Se prohíbe la alineación temporal o espacial. (Esto es para corroborar que la película tiene lugar aquí y ahora).
- No se aceptan películas de género.
- El formato de la película debe ser de 35 mm.
- El director no debe aparecer en los títulos de crédito.
Desde ahora en adelante prometo como director no ejercer ningún tipo de gusto personal. Ya no soy un artista. Desde ahora en adelante prometo no crear una «obra», ya que considero que el instante y el ahora son más importantes que todo el producto. Mi meta absoluta es forzar la verdad de mis personajes. Prometo hacerlo a toda costa dentro de mis posibilidades y a costa de cualquier buen gusto estético.
Es por ello que hago mi VOTO DE CASTIDAD
Copenhage, Lunes 13 de marzo de 1995
En nombre del DOGME 95
Lars von Trier – Thomas Vinterberg
Lo difícil es rodar una película que cumpla con los parámetros de un solo género. Esto se muestra en la película del mismo autor «Cinco condiciones».
Gracias por esta entrada, me parece fabulosa.
Hola José Mª, me alegra que te haya gustado el post. No he visto Cinco condiciones, así que muchas gracias por la recomendación y tu comentario.
Un saludo.