Slavoj Žižek: Arriesgar lo imposible. Conversaciones con Glyn Daly. Sonia Arribas (tr.). Madrid: Trotta, 2006.
Žižek es un autor excepcionalmente prolífico, más de un libro al año. En estas conversaciones confiesa que su grafomanía es el reverso, más terrible si cabe, del bloqueo del escritor. Y se compara con el personaje de Jack Nicholson en El resplandor. Por ello, el mérito esencial de este libro, imprescindible para los aficionados a Žižek, reside en que resume de un modo ágil y ameno la evolución de sus ideas filosóficas desde que publicase El sublime objeto de la ideología (1989)hasta Órganos sin cuerpo (2004), su monografía dedicada a Deleuze. Quedan fuera, en cualquier caso, libros esenciales publicados con posterioridad como Visión de paralaje (2006) o Sobre la violencia, seis reflexiones marginales (2008).
El libro cuenta con una introducción al pensamiento de Žižek a cargo de Glyn Daly, más cinco conversaciones.
La primera, «Abrir el espacio de la filosofía», es esencialmente un apunte biográfico. Me han parecido especialmente hilarantes dos detalles: el primero, el modo en que falsificaba documentación de Universidades estadounidenses para obtener becas de estudio del gobierno yugoslavo, y, segundo, su ya citada comparación con el protagonista de El resplandor.
En la segunda, «Encuentros con lo Real», habla de las principales influencias en su pensamiento: el idealismo alemán, especialmente Hegel, y el psicoanálisis de Lacan.
La tercera conversación, «Sujetos de la modernidad: la virtualidad y fragilidad de lo real», contiene ciertas observaciones interesantes acerca de Deleuze. Para Žižek el Deleuze politizado del Anti-Edipo es el peor Deleuze. No ve en la locura ningún potencial emancipatorio sino sólo mucho sufrimiento. De Deleuze prefiere especialmente sus primeros libros como, por ejemplo, Lógica del sentido. Otro de los temas tratados es cómo afectarán las posibilidades abiertas por la clonación a la especie humana. Žižek tiene claro que si llegase a implementarse los cambios serían radicales, nos convertiríamos en otra especie. De todos modos, lo mejor llega cuando Daly le pide que explique qué es el objet petit a de Lacan. Aquí Žižek teje unas interesantísimas teorías alrededor de algo tan banal como el «Kinder Sorpresa». Este huevo de chocolate que guarda en su interior un juguete no se compra por el chocolate sino por el accesorio. Esto es un claro ejemplo del déficit intrínseco de cualquier mercancía. Una mercancía, sea la que sea, nunca cumple su promesa, sino que es una semilla de insatisfacción. Por eso hay que añadirle siempre ese «algo más»: 20% gratis, 5 DVD’s de regalo… El «Kinder Sorpresa» pondría de manifiesto la mentira esencial de la mercancía, la manipulación tramposa del deseo en las sociedades tardo-capitalistas. Tal es su carácter revelador que ha sido prohibido en Estados Unidos y se importa de contrabando desde Canadá.
Es especialmente polémica en esta tercera conversación la defensa que hace Žižek de la pena de muerte. Compara al hombre tipo de las democracias occidentales con el último hombre de Nietzsche, carente de verdaderas razones para vivir o morir.
Una cuestión clave es el modo en que reaccionamos ante la pena de muerte. Yo estoy a favor de la pena de muerte (o, por lo menos, de la idea de la pena de muerte), pero ésta no es la cuestión. Lo importante es que aquellos que argumentan contra la pena de muerte —si llevamos su argumento hasta el final— en última instancia aceptan la posición nietzscheana del «Ultimo Hombre». La perspectiva de Nietzsche sobre el Último Hombre es que ya no hay grandes misiones históricas, ya no hay nada por lo que valga la pena morir, que el valor más alto es la continuación de la vida misma, etc. Es una especie de actitud de supervivencia. Yo no la acepto.
Creo que la oposición de Nietzsche al nihilismo activo o pasivo, es decir, que es mejor querer la nada activamente que no querer nada— refleja de un modo curioso la condición moderna. En contraposición a lo que se percibe como el fundamentalismo del Otro fanático, lo que tenemos hoy es la figura hegemónica del sujeto liberal que, como el Último Hombre de Nietzsche, sólo se preocupa por sus placeres privados, por sus ideales de felicidad; es supervivencia pura, sin sentido alguno de misión histórica o compromiso. (pp. 100-101)
Son varios los temas tratados en la cuarta conversación, «La tolerancia y lo intolerable: El goce, la ética y el acontecimiento»: la estupidez estéril del «abismo del deseo» en Eyes Wide Shut; Goebbels, la política y el goce; la función emancipadora del autogolpearse en The Fight Club; las semejanzas paradójicas de Kant y Sade; el reverso obsceno de la ley; la relación entre utilitarismo y totalitarismo; el psicoanálisis y la pulsión de muerte como vías hacia la autonomía y la emancipación. Creo que de todos estos temas es especialmente inquietante la descripción que hace de la economía del goce practicada por el régimen nazi. Una vez más se comprueba que la estupidez de las masas sobrepasa cualquier límite imaginable. Léase:
Pero también, y en términos más generales, toda política depende de, e incluso manipula, cierto nivel de economía del goce. A mi juicio, el ejemplo más claro de goce es el discurso de Goebbels en 1943 —su discurso sobre la así llamada guerra total, Totalkrieg—. Después de la derrota de Stalingrado, Goebbels pronunció un discurso en Berlín en cuyo final pide la guerra total: hay que abolir los últimos restos de vida normal y hay que introducir la movilización total. Y luego viene esa escena famosa en la que Goebbels dirige una serie de preguntas retóricas a una multitud de 20.000 alemanes; les pregunta si quieren trabajar todavía más, 16-18 horas si es necesario, y la gente grita «sí». Les pregunta si quieren que todos los teatros y restaurantes caros sean cerrados, y la gente grita otra vez «sí». Luego, después de una serie de preguntas de este estilo, todas sobre la renuncia al placer y el soportar todavía más penuria, finalmente les hace una pregunta casi kantiana —kantiana en el sentido de que evoca lo sublime irrepresentable—, les pregunta: «¿queréis una guerra total, una guerra tan total que hoy no os podéis ni imaginar lo total que será?». Y un grito extático y fanático se eleva de entre las masas: «¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!».
Pienso que aquí tenemos el goce como categoría política en estado puro. Está absolutamente claro: simplemente las expresiones dramatizadas en los rostros de la gente son muestra de que este mandato —que pide a la gente que renuncie a los placeres ordinarios— proporciona un goce en sí mismo; esto es el goce. (pp. 110-111)
La quinta y última conversación «Los milagros sí existen: Las globalizaciones y la política», se centra en temas de actualidad como qué caminos debe tomar la izquierda política, las trampas del ecologismo, el carácter proto-trascendental de la economía, el sentido de la idea de propiedad privada en la era del genoma o Internet, la recuperación teológica de la figura de Job o los méritos políticos de Lenin. Citaré en este caso una de sus opiniones más polémicas sobre la izquierda política:
En primer lugar, no acepto como el horizonte de la izquierda moderna las así llamadas luchas identitarias del multiculturalismo postmoderno: los derechos de los gays, las demandas de las minorías étnicas, la política de la tolerancia, los movimientos antipatriarcales, etc. Cada vez estoy más convencido de que se trata de fenómenos de clase media-alta que no deben ser aceptados como el horizonte de lucha de la izquierda. Para evitar cualquier malentendido, no me opongo al multiculturalismo en sí; a lo que me opongo es a la idea de que el multiculturalismo constituye la lucha fundamental del presente.
No quiero decir economía en el sentido vulgar de «Oh sí, hay que hacer algo por los trabajadores». Estoy pensando en algo más radical. Creo que hay una idea central desarrollada por Georg Lukács y la Escuela de Frankfurt que, a pesar de todas las críticas que he realizado a la tradición del marxismo occidental, es hoy en día más relevante que nunca. Lo que dicen es que la economía no es simplemente una esfera social entre otras. La intuición fundamental de la crítica marxista a la economía política —del fetichismo de la mercancía y otras cosas por el estilo— es que la economía tiene cierto carácter social proto-transcendental. La economía proporciona una matriz generativa de fenómenos que, en un primer acercamiento, no tienen nada que ver con la economía como tal. Por ejemplo, podemos hablar de la reificación, de la mercantilización de la cultura, la política, etc. En lo que se refiere a la forma, la economía capitalista tiene un alcance universal. Así que lo que me interesa es la dimensión estructurante global de lo que ocurre en la economía capitalista. No se trata de una esfera entre otras. Aquí, de nuevo, no comparto el mantra postmoderno: el género, la lucha étnica, lo que sea, y luego la clase. La clase no es otro elemento en la serie. Pero hablar de clase es hablar, por supuesto, de lucha económica anticapitalista.
(pp.138-140)
El título de la traducción española, Arriesgar lo imposible, hace referencia a una máxima política que Žižek esgrime una y otra vez y que, en mi opinión, tiene ciertas connotaciones situacionistas. Si se quieren solucionar los problemas políticos enquistados del mundo actual, afirma Žižek, es necesario llevar a cabo aquello que queda fuera de todas las expectativas, lo inesperado, lo inimaginable… Lo hizo Nixon cuando visitó China y resolvió la guerra de Vietnam. Algo parecido deberá hacerse con Jerusalén dentro del conflicto palestino-israelí: la solución imposible que habría que arriesgar sería que ambas partes renunciasen de mutuo acuerdo a la soberanía sobre la ciudad santa.
Bibliografía incompleta.
- The Sublime Object of Ideology, Verso, London, 1989. [El sublime objeto de la ideología, Siglo XXI, México, 1992.]
- For They Know Not What They Do, Verso, London, 1991. [Porque no saben lo que hacen. El goce como factor político, Paidós, Buenos Aires, 1998]
- Looking Awry, MIT Press, Cambridge, MA, 1991. [Mirando al Sesgo. Una introducción a Jacques Lacan a través de la cultura popular, Buenos Aires: Paidos, 2000]
- Enjoy Your Symptom!, Routledge, London, 1992. [¡Goza tu síntoma! Jacques Lacan dentro y fuera de Hollywood. Nueva Vision, Buenos Aires, 1994]
- The Metastases of Enjoyment, London: Verso, 1997. [Las metastasis del Goce. Seis ensayos sobre la mujer y la causalidad, ed. Paidós, Buenos Aires, 2003]
- The Plague of Fantasies, Verso, London, 1997. [El acoso de las fantasías, Siglo XXI, México, 1999]
- The Ticklish Subject, Verso, London, 1999. [El espinoso sujeto. El centro ausente de la ontología política. Paidós, Buenos Aires, 2001]
- The Fragile Absolute, Verso, London, 2000. [El frágil Absoluto o ¿por que merece la pena luchar por el legado cristiano? Pretextos, Valencia, 2002]
- Did Somebody Say Totalitarism?, Verso, London, 2001. [¿Quién dijo totalitarismo? Cinco intervenciones sobre el (mal) uso de una noción. Pretextos, Valencia, 2002]
- Revolution at the Gates: Žižek on Lenin, the 1917 Writings, London: Verso, 2002 [Traducción española del prólogo y el epílogo en Repetir Lenin. Madrid: Akal, 2004]
- Welcome to the Desert of the Real, Verso, London, 2002. [Bienvenidos al desierto de lo real, Madrid, Akal, 2005]
- The Puppet and the Dwarf: The Perverse Core of Christianity, Cambridge, Massachusetts: MIT Press, 2002. [El títere y el enano. El núcleo perverso del cristianismo, Paidos, Buenos Aires, 2005]
- Organs without Bodies. Deleuze and Consequences, Routledge, London/New York, 2003. [Órganos sin cuerpo, Valencia, Pre-textos, 2006.]
- Iraq: The Borrowed Kettle, London: Verso, 2004 [Iraq: la tetera prestada. Buenos Aires: Losada, 2006]
- Conversations with Zizek. Slavoj Zizek and Glyn Daly, London: Polity Press, 2005 [Arriesgar lo imposible. Conversaciones con Glyn Daly. Madrid: Trotta, 2006]
- Lacrimae Rerum. Paris: ediciones Amsterdam, 2005 [ Lacrimae Rerum. Ensayos sobre cine moderno y ciberespacio, Debate, Buenos Aires, 2006]
- The Parallax View, Cambridge, Massachusetts: MIT Press, 2006. [Visión de Paralaje, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2006]
- En defensa de la intolerancia, Madrid: Sequitur, 2007
- Violence. London: Profile books, 2008. [Sobre la violencia. Seis reflexiones marginales, Paidós, 2009]
Una bibliografía completa y fiable en lacan.com
Al ser tan prolífico, a veces parece que da vueltas en torno a lo mismo una y otra vez, «desenmascarando» constantemente y, al final, parece que dice lo mismo. Queda aparte estar de acuerdo con él y que sea un autor de lo más interesante, radical e innovador.
Sí, es el reverso oscuro del bloqueo del escritor; en ambos casos hay pocas cosas nuevas que decir, pero le sigo dando un 10 como pensador.
Un saludo
Hola Fran, es cierto que se repite, pero dice algo interesante en este libro al respecto. A veces, cuando piensas a partir de ejemplos concretos, como una película, no agotas todo lo que el caso concreto tiene que decir en una primera aproximación. Hay que darle muchas vueltas al ejemplo hasta agotarlo, hasta dar con todas sus implicaciones y ramificaciones. Le pasa con El club de la lucha.
Un saludo.