El gnosticismo: Valentín y Basílides

Cuenta Philip K. Dick en su extraña novela VALIS que sus creencias religiosas eran fundamentalmente valentinianas. El gnosticismo de Valentín, que enseñó en el s. II en Alejandría y Roma, afirma, como cualquier otro gnosticismo, que el mundo que vemos es mera ilusión. Esto podría ser una mera anécdota esotérica si no fuese porque el biógrafo de Dick, Emmanuel Carrere, cuenta que el novelista creía verdaderamente que este mundo era un «simulacro» y que su verdadera existencia era la de un cristiano perseguido por el Imperio Romano.

La doctrina filosófica de Valentín intenta dar una explicación de lo que en filosofía se conoce como «problema del mal» y que es el objeto de una disciplina olvidada llamada «teodicea«. Dada la existencia de una evidente contradicción entre el mal del mundo y la infinita bondad del ser supremo, ¿cómo podemos explicar la coexistencia de ambos? La solución gnóstica consiste en atribuir el mal no al Padre, «unidad no engendrada, inmortal, incomprensible, inconcebible», sino a una divinidad derivada de dudosa categoría, el Demiurgo. Este, llevado por la soberbia, se cree el único y verdadero Dios. De su mano nacen tres tipos de hombres: los materiales, los espirituales y los psíquicos. Los primeros están perdidos para la salvación pues su naturaleza es semejante a la de la materia corrupta de la que está hecho el mundo. Los segundos, los espirituales, se salvarán directamente pues son naturalmente espíritu. Y, los terceros, los psíquicos, pueden alcanzar la salvación a través de la gnosis, es decir, del conocimiento de su verdadera naturaleza espiritual, no material. Esta gnosis es más importante para la salvación que la fe o las buenas obras. La Gnosis habrá de llevar al Pleroma (círculo de las divinidades absolutamente perfectas nacidas del ser supremo) al Demiurgo y a los psíquicos redimidos. El resto del mundo material desaparecerá en una gigantesca conflagración universal.

Jorge Luis Borges
Jorge Luis Borges

En el relato Tres versiones de Judas Borges hace uso de la fantástica y exhuberante cosmogonía del gnóstico Basílides que enseñó en Roma alrededor de 130. La doctrina de Basílides emana, al igual que la de Valentín, del «problema del mal«. Del mismo modo que Valentín, Basílides atribuye la creación del mundo a un falso ser supremo que por envidia del verdadero primer principio (el gran Arkhon, «un Dios inengendrado, incomprensible, y tan completamente innombrable que se le puede considerar como un Dios-no-ser») crea la tierra y a los hombres para autoproclamarse todopoderoso. Este falso dios es el dios del antiguo testamento y su impostura fue revelada a través del eón (ser divino) Jesús. Este no pudo encarnarse en un cuerpo humano pues la materia es definitivamente demasiado indigna para contener un espíritu tan perfecto. Jesús no padeció dolor ni fue crucificado, fue en todo momento una apariencia, un ser virtual.

Gracias a esta visión del Yaveh del Antiguo Testamento es posible otra intepretación más lógica del Génesis. ¿Cómo un dios todopoderoso se comporta de un modo tan absurdo como para crear el Universo y al hombre y colocarnos en el paraíso con la única prohibición de que no comamos de una manzana que terminamos por comer? Atendiendo al gnosticismo, la historia adquiere sentido. El árbol de la ciencia es el conocimiento de que Yaveh no es el verdadero Dios. La serpiente es benigna, ha sido enviada por el primer principio para desenmascarar al falso dios. Comer del árbol de la ciencia es el prinicipio de nuestra salvación, no de nuestra condena.

Es característico de la cosmovisón de Basílides el situar abundantes divinidades entre el cielo del primer principio (stereoma) y la Tierra. Estos innumerables principios actúan como aislante que protege al verdadero dios de la contaminación del mundo material terrestre.

La solución al conflicto entre dioses la pondrá el gran Arkhon una vez que hayan sido redimidos los hombres que reciban la gnosis iluminadora. En ese momento el gran Arkhon sumirá a todas las divinidades en el olvido de modo que su desconocimiento de la existencia de un primer principio supremo que les domina les ahorrará el sentimiento de la envidia. Con ello se garantizará el orden eterno.

El gnosticismo fue una doctrina tremendamente incómoda para el cristianismo temprano porque, en primer lugar, poseía una soporte filosófico superior y, en segundo lugar, sus hipótesis metafísicas daban lugar a normas morales contradictorias. Así, unos gnósticos, convencidos de que el mal reside en el principio material, consideraban que la salvación requería de la renuncia a todos los placeres carnales y la prohibición de la reproducción, mientras que otros, seguros de que la salvación dependía exclusivamente de la posesión del conocimiento (Gnosis), no admitían ningún tipo de prohibición moral. Este es el caso del conocido valentiniano Marcos el Mago. De él cuenta Ireneo de Lyon, quien declara herejía al gnosticismo en 180 d. C., que aprovechaba sus conocimientos para seducir a mujeres ricas y hermosas, que las enseñaba a profetizar, que utilizaba filtros y afrodisiacos para tentar a las muchachas, que no temía a la condenación y obraba libremente pues estaba entre los «perfectos» y, por tanto, ya salvado. Esta idea, común entre los gnósticos, recibe la denominación de antinomianismo. Es decir, rechazo de la ley moral y libertad para pecar confiando en que la Gracia divina y el conocimiento (Gnosis) son suficientes para la salvación.

Algunos de sus discípulos, igualmente girando sobre lo mismo, han engañado hasta corromper a muchas débiles mujercitas, proclamándose «perfectos», como si ninguno pudiera igualar la grandeza de su conocimiento, ni Pablo, ni Pedro o alguno otro de los Apóstoles, por el contrario, conocen más que todos y ellos solos han asimilado la grandeza del conocimiento de la Potencia indecible. Están en la altura que está sobre toda Potencia. Por esto también lo hacen todo libremente sin tener miedo de nada. En efecto, por la redención han llegado a ser inasibles e invisibles para el Juez. Pero si incluso se los sorprendiera, estando ante él, con la «redención», dirían esto: «…he ahí, el juez está vecino y el heraldo me llama a defenderme, pero tú que eres la que conoces lo de ambos, presenta la defensa por nosotros dos al juez, como siendo una sola». Y tan pronto como la Madre ha oído esto, les pone en la cabeza el homérico yelmo de Hades para que escapen invisiblemente del juez y, de inmediato, habiéndolas atraído hacia arriba, las conduce a la cámara nupcial y las entrega a sus esposos.Ireneo de Lyon, Adversus Haereses, I, 13, 1 – 22, 1 en García Bazán, Francisco, La Gnosis eterna. Antología de textos gnósticos griegos, latinos y coptos I, p. 194-195.

Las doctrinas gnósticas fueron poco claras hasta hace relativiamente poco tiempo. En 1944 fueron descubiertos en Egipto los manuscritos de Nag Hammadi que han aclarado buena parte de sus creencias, rituales e historia. De estos interesantísmos materiales hablaremos en otro momento.

Bibliografía

  • García Bazán, Francisco, La Gnosis eterna. Antología de textos gnósticos griegos, latinos y coptos I, tres volúmenes: en preparación segundo volumen versión directa de Pistis Sophia; Editorial Trotta: Madrid, 2003.
  • Antonio Piñero, José Montserrat Torrents, Francisco García Bazán, Textos Gnósticos. Biblioteca de Nag Hammadi, Tres volúmenes:
  1. Volumen I: Tratados Filosóficos y Cosmológicos, Editorial Trotta: Madrid, 1997 {3ª edición 2007}.
  2. Volumen II: Evangelios, Hechos, Cartas, Editorial Trotta: Madrid, 1999 {3ª edición 2007}.
  3. Volumen III: Apocalipsis y otros escritos, Editorial Trotta: Madrid, 2000.
  • Jonas, Hans, La religión gnóstica. El mensaje del Dios Extraño y los comienzos del cristianismo, Editorial Siruela: Madrid, 2000 (2ª edición 2003).
  • Montserrat Torrents, José, Los Gnósticos, 2 volúmenes; Editorial Gredos: Madrid, 1990.
  • E. Gilson: La filosofía en la Edad Media. 6ª reimp. Madrid: Gredos, 1995.
  • Otto Rahn: Cruzada contra el grial. La tragedia del catarismo. 2ª ed. Madrid: Hiperion, 1986
  • http://es.wikipedia.org/wiki/Sim%C3%B3n_Mago
  • http://es.wikipedia.org/wiki/Gnosticismo

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