Emile Cioran

Emile Cioran
Emile Cioran

Aquí dejo los enlaces a un documental sobre Cioran subtitulado en español y publicado por la revista filosófica A parte rei. Cioran nació en Rumania en 1911 y murió en París en 1995. Durante la Segunda Guerra Mundial emigró a Francia donde escribió los libros que le hicieron famoso como maestro del pesimismo y admirador de la mística, el gnosticismo y Bach. Del mismo modo que Heidegger no supo resistir a la tentación nazi, Cioran se entusiasmó con Hitler y perteneció durante años a la Guardía del Puño de Hierro, un partido de ultraderecha antisemita rumano. Hizo creer a todos que abandonó Rumania antes de 1939 pero el poeta Paul Celan, también rumano emigrado en París e hijo de víctimas de los campos de concentración, se enteró de que había permanecido en el país durante la revolución legionaria que costó la vida a miles de judíos. Celan no se lo perdonaría nunca. De sus libros recomiendo Breviario de podredumbre, Silogismos de la amargura, Del inconveniente de haber nacido, La caída en el tiempo, La tentación de existir, El aciago demiurgo, Ese maldito yo o Cuadernos. Para que puedas hacerte una idea de su pensamiento añado unas citas de Cuadernos:

Todas las imposibilidades se resumen en una: la de amar, la de salir de la tristeza propia (p. 21)

París: insectos comprimidos en una caja. Ser un insecto célebre. Toda gloria es ridícula; quien a ella aspira ha de tener en verdad el gusto de la decadencia. (p. 23)

¡Qué horror tengo a la carne! Una suma infinita de caídas, el modo como se realiza nuestra decadencia cotidiana. Si hubiera un dios, nos habría dispensado de la carga que entraña almacenar podredumbre, arrastrar un cuerpo. (p. 24)

He leído demasiado… La lectura ha devorado mi pensamiento. Cuando leo, tengo la impresión de hacer algo, de justificarme ante la sociedad, de tener un empleo, de escapar a la vergüenza de ser un ocioso… un hombre inútil e inutilizable. (p. 26)

El Mal es en la misma medida que el Bien una fuerza creadora. Ahora bien, es el más activo de los dos. Pues con demasiada frecuencia el Bien haraganea. (p. 27)

Sólo me entiendo a fondo con quienes, sin ser creyentes, han pasado por una crisis religiosa que los ha dejado marcados para el resto de sus días. La religión -en cuanto debate interior- es el único medio para horadar, perforar, la capa de las apariencias que nos separa de lo esencial. (p. 31)

Emitir un juicio moral sobre los demás constituye casi siempre una señal de bajeza. Sólo los dioses -¡y con reparos!- tienen derecho a sopesar nuestros actos. (p. 45)

Leo en los Tagebücher 1914-1916 de Wittgenstein: «El miedo a la muerte es el mejor indicio de una vida falsa, es decir, mala». (p. 51)

Lo que temo no esla muerte, sino la vida. Por mucho que me remonte en la memoria, siempre me ha parecido insondable y aterradora. Mi incapacidad para insertarme en ella. Miedo, además, de los hombres, como si pertenecieran a otra especie. Siempre el sentimiento de que en ningún punto coincidían mis intereses con los suyos (p. 59)

Contar nuestras penas o simplemente nuestros fastidios a otro, incluso a un amigo, es una crueldad, es un gesto de verdugo. Hay que ser de un temple excepcional para poder dejarse devorar por el dolor… en silencio. (p. 61)

Los pesimistas no tienen razón: vista desde lejos, la vida nada tiene de trágica, sólo lo es de cerca, observada en detalle. La vista de conjunto la vuelve inútil y cómica. Y eso es aplicable a nuestra experiencia íntima. (p. 73)

Anoche, en una cena, me enteré de que habían internado a P. Celan en una casa de salud, después de que intentara degollar a su mujer. (p. 90)

Todos esos profesores -con Heidegger a la cabeza- que viven como parásitos de Nietzsche y se imaginan que filosofar es hablar de filosofía… (p. 104)

Me juzgarán por lo que haya escrito y no por lo que haya leído. Con demasiada frecuencia pierdo de vista esa verdad de perogrullo. Siempre, después de haber devorado un libro, me atribuyo algún mérito. (p. 119)

Un libro sobre tal coloquio, sobre tal otro, todo el mundo escribe sobre todo el mundo. El circo de la esterilidad. Siglo de críticos. Sincretismo funesto. La inteligencia que se agota consigo misma. (p. 126)

Tomo partido por los cátaros y por cualquier herejía perseguida por la Iglesia. Pero, si una de esas sectas hubiera triunfado, habría sido tan intolerante como el cristianismo oficial. Los cátaros, algunos puntos de cuya doctrina tanto me gustan, habrían superado, de haber vencido, a los inquisodores (p. 152)

La lectura es enemiga del pensamiento. Vale más aburrirse que leer, pues el aburrimiento es pensamiento en germen (o vicio o lo que sea)… mientras que las ideas de los demás sólo serán obstáculos para nosotros: en el mejor de los casos, remordimientos. (p. 163)

Sólo hay un problema: el de la muerte. Debatir sobre otra cosa es perder el tiempo, es dar muestras de una futilidad increíble. …Eso es lo que las religiones han comprendido perfectamente. A eso se debe su superioridad sobre la filosofía. (p. 186)

Paul Celan se ha tirado al Sena. El lunes pasado encontraron su cadáver. Ese hombre encantador e insoportable, feroz y con accesos de dulzura, al que yo estimaba y rehuía, por miedo a herirlo, pues todo le hería. Siempre me lo encontraba, me ponía en guardia y me controlaba, hasta el punto de que al cabo de media hora estaba extenuado (p. 211)

Desde hace años, mi único propósito se reduce a esto: no agitarme más. Vivir sin agitación y casi sin acto. Para Heráclito el mundo estaba «eternamente vivo». Mi designio: existir al margen de ese «fuego eternamente vivo». Fuera de esa ebullición cósmica. El imperativo de enfriarse. (p. 213)

Emile Cioran: Cuadernos 1957-1972, Barcelona: Tusquets, 2004

4 comentarios en “Emile Cioran

  1. Muchas gracias por colgar este documental! No lo conocía y aunque siempre me ha gustado Cioran, tampoco le había visto nunca en vídeo, gesticulando y hablando, así que ha sido una agradable sorpresa.

    Te felicito además por este blog, que me parece un buen ejemplo de cómo debe ser un blog educativo, con contenidos sobre la propia materia pero también llevándola más allá de ella.

    1. A Cioran se lo trata como a un personaje menor de la historia de la filosofía y no creo que lo sea.
      Me alegro de que te guste el blog. La idea es exactamente esa: ir más allá de la asignatura, dar a los alumnos un cauce para que podamos intercambiar opiniones al margen de lo puramente académico.

  2. Me sumo al agradecimiento de Ana.
    Después de adentrarme en el amargo mundo de Cioran (con su que recomiendo encarecidamente) no he parado de buscar info sobre este genio, y ha sido una grata sorpresa encontrar este documental subtitulado.

    No alcanzo a entender cómo puede gozar de tan poca notoriedad, o quizás sí…

    Un saludo.

  3. Puede que el mundo de Cioran sea amargo, pero al mismo tiempo siempre he sentido que era terriblemente vital. Qué lucidez tan espantosa: convertir la idea del suicidio en un asidero para la vida -al hablar de Cioran conviene ponerse un poco «cioranesca» 🙂

    En mi opinión, Cioran no «encaja» en una historia de la filosofía (o no lo han podido/querido encajar) y lo que podríamos considerar su «marginalidad» (en el sentido literal de estar en los márgenes) sólo puede ser positivo pues permite leerle primero y ante todo fuera de etiquetas: simplemente una escritura que es como un aliento.

    Saludos para ambos.

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