Don DeLillo: Great Jones Street (1973)

Don DeLillo: Great Jones Street

Don DeLillo: Great Jones Street (1973) [Traducción al castellano: La calle Great Jones. Javier Calvo (tr.). Barcelona: Seix-Barral, 2013]

Eres un puñetero artista y nada más.

Aunque ha sido recientemente traducida al castellano, en realidad Great Jones Street es una novela bastante temprana de Don DeLillo. Como en la mayoría de su obra la anécdota argumental es una excusa para desplegar una mirada profunda y profética sobre la realidad. Es asombroso observar cómo, más de cuarenta años después de su publicación, las premoniciones de DeLillo se han integrado de forma preocupante en los más pequeños detalles de la vida cotidiana.

La historia es sencilla: Bucky Wunderlick, líder de una exitosa banda de rock, decide retirarse a su cochambroso apartamento de Great Jones Street antes de que la fama lo devore sin cumplir los treinta. «Tal vez la única ley natural que se aplica a la fama verdadera es que el famoso se acaba viendo forzado a suicidarse.» En medio su retiro espiritual entra en contacto con la Comunidad Agrícola del Valle Feliz que le encarga la custodia de una nueva droga sintetizada por el Gobierno y cuyo efecto más notable es dejar al consumidor babeante y afásico.

Aunque la Comunidad del Valle Feliz parezca a primera vista la típica agrupación hippie que renuncia a la civilización para buscar la unión mística con la Naturaleza, la realidad es muy diferente. Ya en 1973 DeLillo es consciente de que ese es un paraíso perdido. De nada sirve cruzar el Atlántico en solitario o irse a vivir al Ártico pues ya no hay naturaleza virgen a la que regresar. La única lucha posible es la defensa de la privacidad, de la libertad interior. Bohack, líder del Valle Feliz, lo explica así:

a la mierda el medio ambiente. A la mierda las verduras frescas. A la mierda el Tercer Mundo. A la mierda toda idea de religión, Dios y el universo. Creemos en la idea de devolverle la idea de privacidad a la idea de la vida americana. El hombre primate ha dado paso al hombre vehículo de tránsito de masas. El hombre-masa no es libre. Cualquiera que tenga una pizca de sentido común lo sabe. El Valle Feliz sí que es libre. Es libre y se está volviendo más libre todavía. Ya no queda tierra. Ya no se puede viajar al Oeste en busca de privacidad. Hay que edificar hacia dentro. Es la única dirección que nos queda para edificar. Estamos edificando hacia dentro. Si queremos vender droga al por mayor es porque nos hace falta dinero para construir hacia dentro. Es un concepto que no resulta fácil de explicar, entender ni defender…. La soledad revolucionaria. Volverse todos hacia dentro. Aislarse mental, espiritual y físicamente, más y más, un mundo sin fin. Mantener tu privacidad a base de autodefensa agresiva.

Todas las murallas que Bohack soñó han sido derribadas por las redes sociales. Internet, inundada de pornografía, nos acerca inevitablemente a una curiosa variante del fascismo, la obscenidad del panóptico virtual. Nos hemos quedado sin Naturaleza y sin privacidad. Somos el hombre-masa que vive sometido a la Gran Rueda del Merdado que gira y crepita, engulle y excreta.

Queda tan solo desafiar al poder subterráneo de corporaciones y gobiernos a través del arte. Pero si queremos que sea arte no podremos llamarlo arte. Debe ser un retorno a lo que había antes del arte, es decir, rescatar al planeta de la humanidad. Bucky piensa en su música en términos asesinos, «lo que me gustaría de verdad es herir a la gente con mi sonido. Tal vez llegar a matar a algunos.» Zenko es escultor y planea una obra peculiar: detonaciones precisas de TNT para provocar pequeños terremotos que devuelvan a la tierra lo que es suyo. Un simple teléfono desconectado o una megalópolis deshabitada son otras de las fantasías estéticas de DeLillo. El apocalipsis como forma definitiva del arte.

Menos mal que escritores, músicos y pintores no son, al fin y al cabo, más que puñeteros artistas. A ellos les pertenece sólo una triste ilusión de poder.

P. D.:

Great Jones Street está situada en el área de Manhattan que fue el epicentro de la vanguardia cultural a finales de los setenta y la década de los ochenta. En sus aceras encontraron a Basquiat muerto por sobredosis en 1988. Para hacerse una idea del ambiente general de las calles de Nueva York en aquella época conviene recordar Taxi Driver (Scorsese, 1976)

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3 comentarios en “Don DeLillo: Great Jones Street (1973)

  1. Hola Eugenio.

    Lo primero felicitarle por su blog, me ha abierto la posibilidad de conocer escritores que desconocía hasta la fecha. Muchas gracias.

    En segundo lugar, me gustaría saber cuáles son sus libros favoritos de Delillo. He leído Ruido de fondo y El hombre del salto y no sé si continuar con su libro de relatos o acercarme a otra de sus novelas.

    ¿Y de Pynchon? He leído La subasta del lote 49 y la verdad es que dejó un poco frío. No sé si fue mi culpa o se debe a la compleja prosa del escritor.

    Muchas gracias y muchas felicitaciones de parte de un alumno de cuarto de filosofía ávido de libros interesantes!

    1. Hola, me alegra que hayas encontrado en el blog cosas que te gusten.

      En mi opinión, la novela más solida de DeLillo es Mao II. Además, no es muy largo. Trata todos sus grandes temas: la libertad, el fundamentalismo, la escritura, las imágenes, el capital, el terror… Submundo es también una novela fundamental pero muy extensa.

      En cuanto a Pynchon no soy experto. No he logrado acabar ninguno de sus libros. Ante un autor tan valorado uno tiende a pensar que la culpa es propia. Creo que es de esos autores con un universo particular en el que es necesario entrar antes de poder decir la última palabra. Así que no queda más remedio que ir a por El arcoiris de la gravedad y A contraluz. Espero dar noticias de ellas a lo largo de este curso.

      Saludos.
      Eugenio.

  2. Hola Eugenio.

    Lo primero felicitarle por su excepcional blog.

    En segundo lugar me gustaría saber sus libros favoritos de Delillo. He leído Ruido de fondo y El hombre del salto y no sé cual elegir ahora.

    ¿Y de Pynchon? He leído La subasta… y me dejó un poco frío..

    Muchisimas gracias, siga así!

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