Mr. Nobody, del director belga Jaco Van Dormael, es un interesante recurso para tomar contacto con la idea de inocencia del devenir en Nietzsche. Las tres vidas posibles del protagonista Nemo Nobody, tres vidas ligadas a tres mujeres diferentes, tres vidas y sus incontables ramificaciones, ilustran las infinitas posibilidades del destino. Cuando alguien le pregunta al anciano Nemo cuál de esas vidas fue la verdadera este responde sabiamente que:
Todas las vidas son las buenas. Todos los caminos son el camino bueno. »Todo habría podido ser algo distinto y habría tenido igual de sentido», Tennessee Williams.
(…)
Sólo vivimos en la imaginación de un niño de nueve años. Nos ha imaginado un niño de nueve años enfrentado a una elección imposible.
La estética del film se inspira claramente en la del vídeo-clip. Esto provoca, por un lado, cierto preciosismo publicitario, pero, por otro, un ritmo narrativo ágil y una compenetración excelente de música e imágenes. Casi podría contarse la película usando los temas musicales que incluye.
Entre todos ellos me gustaría destacar Where is my mind? de The Pixies, tema que también aparecía en la adaptación al cine de la novela de Chuck Palahniuk El club de la lucha (David Fincher, 1999). Este film es también un recurso impactante para ilustrar el ideal nietzscheano de transmutación de todos los valores.
Ficha técnica
- Dirección: Jaco Van Dormael
- Producción: Phillippe Godeau
- Guión: Jaco Van Dormael
- Intérpretes: Jared Leto, Diane Kruge, Sarah Polley, Linh Dan Pham.
- Música: Pierre Van Dormael
- Distribuidora: Pathé (Francia), Wild Bunch (Francia)
- Fecha de estreno: 13 enero 2010 (Bélgica y Francia)
- Duración: 138 minutes
- Países: Bélgica, Canadá, Francia, Alemania.
Según Tarkovski hacer cine es esculpir en el tiempo. El cine es tiempo en imágenes. Además de Víctor Erice que apenas produce, últimamente sólo he visto a un director capaz de hacerlo tal y como proponía Tarkovski y es Abbas Kiarostami. Lo que el público en general llama en este caso una película lenta es, por el contrario, volver sensible lo meramente inteligible que es el tiempo.
En el caso de Mr. Nobody el ritmo de la película, el tiempo, lo marca la música. Es mucho más fácil para el espectador pero está lejos del desafío metafísico de Tarkovski.
En cuanto a El club de la lucha también creo que es una película con trampa pero, con todos sus defectos, Palahniuk da voz a la violencia desatada que constituye este mundo del siglo XXI.
Si a Billy Wilder le diesen la oportunidad de vivir de nuevo y viese la última versión de Sherlock Holmes seguro que querría volver a la tumba.
Un saludo y gracias por tus comentarios siempre tan sugerentes.
Ah, Kiarastomi, la escena de la tortuga, esto lo comentó en septiembre del año pasado, ¡cómo pasa el tiempo! Esta tarde me había leído el cuento Dos indios, de Bryce Echenique, y me vinieron ganas de llevar aquí una conversación más real: recuerdo el tiempo en el Cine, pero ¿de qué se trataba? Tengo que recordar aquellos dos indios… Esto es vivir.
Efectivamente esa es de las que pueden marear con sus distorsiones del tiempo. También valdría una anterior de Aronofski, «Pi» que me parece mejor película.
Requiem no me gustó. Demasiado efectista y maniquea. Después de Requiem abandoné a Aronofski hasta la de The Wrestler que me pareció floja y absurda. Y de la última, Black Swann, las críticas de un respetado escritor tampoco son buenas.
http://rbuenaventura.wordpress.com/?s=black+swan
También hay buenas críticas http://www.blogdecine.com/criticas/cisne-negro-nuestro-peor-enemigo pero me fío más de Ramón Buenaventura.
En cualquier caso creo que las dos primeras de Aronofski sirven para ilustrar los efectos de la distorsión psicológica del tiempo de que habla jan.