Tomasso Campanella: La ciudad del sol. Miguel A. Granada (ed.) Madrid: Tecnos, 2007
Edición trilingüe (latín, italiano, español) seriamente prologada, traducida y anotada por Miguel A. Granada. El libro pertenece a la colección Clásicos del pensamiento de la Editorial Tecnos. Esta colección junto a la llamada Esenciales de la filosofía ofrece textos clásicos muy bien editados. Este es el catálogo.
Tommaso Campanella es un dominico iluminado con aspiraciones políticas nacido en Calabria en 1568 y muerto en París en 1637. Gran aficionado a la astrología, creía en la proximidad del Apocalipsis y en la instauración previa de un gobierno mundial justo bajo las órdenes de renovados reyes-filósofos. En 1599 quiso acelerar el proceso iniciando una revolución en Sicilia contra el dominio español. Fue capturado y encarcelado hasta que el papa Urbano VIII lo libera en 1627. En 1633 teme de nuevo ser encarcelado por sus ideas y se exilia en París donde vive hasta su muerte bajo la protección de Luis XIV y Richelieu.
Campanella escribió la primera edición de La ciudad del sol en la cárcel en 1602. La traducción está hecha sobre última edición corregida de 1637. El autor expone en esta utopía el proyecto político que impulsó su rebelión en Sicilia. En general, no es más que la actualización renacentista de la República de Platón. Los puntos en común con el clásico griego son muchos. Por ejemplo:
- Comunidad de bienes, de los hijos y de las mujeres. Pero no sólo entre los gobernantes filósofos sino para todos los estamentos de la sociedad. Campanella argumenta como Platón que la propiedad privada vuelve al hombre mezquino y la comunidad de bienes, en cambio, hace que todos se preocupen por todo.
- Eugenesia. Platón se pregunta cómo es posible que nos preocupemos por seleccionar las razas de animales y plantas y no hagamos lo mismo con el hombre. Los gobernantes filósofos establecerán cúales son las parejas más apropiadas y el día que deben llevar a cabo el coito. Platón proponía que para evitar revueltas de los menos agraciados se engañara a la población haciéndoles pensar que los emparejamientos eran el fruto de un sorteo y no un plan del gobernante. Campanella admite como válido el sistema del sorteo para que los feos no estén hartos de que siempre les toque con las feas, aunque, dice Campanella, en La ciudad del sol no hay fealdad.
- Poetas fuera. Para ambos, mienten mucho los poetas. Por lo tanto, los artistas que no sirvan a la verdad del Estado serán expulsados fuera de la ciudad.
La diferencia principal con Platón reside en la valoración del trabajo manual. Para Platón el trabajo no dignifica sino que es asunto de esclavos mientras que para Campanella el trabajo manual debe ser parte imprescindible de una correcta educación pues el ocio es la madre de todos los vicios. Además, si todos hacen su parte no habrá que trabajar más de cuatro horas diarias quedando el resto del tiempo para el ocio: música, juegos, libros…
Para terminar, recogeremos algunas de las ideas disparatadas que abundan en el libro y que, en mi opinión, son las que hacen bastante amena la lectura:
- A quienes se coja «en sodomía, son insultados y se les obliga como castigo a llevar durante dos días un zapato atado al cuello en señal de que han pervertido el orden y colocado el pie en la cabeza. Ahora bien, si reinciden se aumenta el castigo hasta llegar a la pena capital.» p. 30
- Campanella está convencido de que las embarazadas mejorarán su prole si tienen en su dormitorio imágenes de varones ilustres y bien formados. Esta idea también se aplica a los animales domésticos.»En las habitaciones hay estatuas hermosas de varones ilustrísimos, a las cuales miran las mujeres» p. 31 «Se les pone al lado hermosas pinturas de bueyes, caballos, ovejas y demás» p. 56
- La eugenesia en una formulación muy clara y directa: «Por lo tanto, la reproducción es competencia del Estado, no de los particulares, excepto en la medida en que son partes del Estado. Y como los particulares muchas veces generan mal y crían mal a su prole con perjuicio del Estado, por eso la confían con escrúpulo religioso al cuidado de los magistrados, en tanto que componente primero del Estado.» p. 36
- Pena de muerte para las que usen maquillaje o zapatos de tacón: «Por eso sería castigada con la pena capital quien acicalara la cara para hacerse hermosa o usara de altos zapatos para aparentar mayor altura o de vestidos de cola para ocultar las suelas de madera.» (p. 37)
- Para evitar las malas influencias astrales Campanella tiene un método infalible. Se cuenta que lo aplicó al papa Urbano VIII. «…cuando los eclipses son maléficos o aparece un cometa funesto o un alineamiento negativo en punto afético, encierran a aquel a quien amenazan los astros en una estancia pintada de blanco, rociada con perfumes y vinagre de rosas, encienden siete antorchas hechas con cera perfumada y añaden una música jovial y alegres conversaciones, de forma que las semillas pestilenciales enviadas por el cielo a través del aire circundante se disuelvan» p. 96
Este artículo me ha parecido delicioso, y no solamente por la forma en que ha sido escrito, sino por que es muy riguroso históricamente.>Yo estoy haciendo unas diplomaturas en Eafit y en la actualidad veo Historia del Renacimiento, y Siglos XVII y XVIII.
Me alegra que mis comentarios te hayan sido útiles.>>Gracias por participar.
gracias,si me sako buena nota en prueba dte aviso xd
Que desilusión ha sido para mi saber mas de la ciudad del sol, ya que me parecia Campanella, mas moderno y equitativo.
Sí que es un poco decepcionante en un sentido político pero es una lectura muy amena.