Emile Cioran: Conversaciones. Barcelona: Tusquets Fábula 4ª ed., 2005
Muerto Cioran, la editorial Gallimard recopiló todas las entrevistas que había concedido y las publicó en un solo volumen. Dado que Cioran era bastante reservado con su vida privada, y los periodistas solían insistir en este tema, el libro es bastante repetitivo y, por eso, sólo recomendable para incondicionales. Cuando la entrevista intenta ir más allá de la anécdota biográfica Cioran se atreve por momentos a «filosofar con el martillo»:
En gran parte de la cultura balcánica, nunca ha cesado la acusación contra la Creación. ¿Qué es la tragedia griega sino la queja constante del coro, es decir, del pueblo, a propósito del destino? (p. 13)
¿Para qué van a servir los libros? ¿Para aprender? Eso no tiene ningún interés, para eso no hay más que ir a clase. No, yo creo que un libro debe ser realmente una herida, debe trastornar la vida del lector de un modo u otro. Mi idea al escribir un libro es despertar a alguien, azotarle. (p. 19)
Soy enemigo, incluso, de la Universidad. La considero un peligro, la muerte del espíritu. Todo lo que es enseñanza, ¡aun siendo buena, aun siendo excelente!, es malo, en el fondo, para el desarrollo espiritual de alguien. (p. 34)
Mire, a decir verdad, considero que un escritor sólo existe si lo releemos. Cuando digo que me gusta alguien o que lo he leído, quiere decir que lo he releído: varias veces. Haber leído un libro una sola vez no significa nada. Por ejemplo, conozco muy bien a Dostoyevski, pero lo he leído cinco o seis veces (p. 35)
En el fondo, todas las enfermedades psíquicas, todas las conmociones interiores, se deben, en mi opinión, a una sensación especial del tiempo. (p. 68)
Me he interesado mucho por la Gnosis, eso desde luego. El resultado fue un librito, El aciago demiurgo, cuyo título alemán, Die verfehlte Schöpfung («La creación errada») me gusta. Al Creador sólo podemos imaginarlo maligno o, como máximo chapucero. (p. 120)
Sin Bach, Dios quedaría disminuido. Sin Bach, Dios sería un tipo de tercer orden. Bach es la única cosa que te da la impresión de que el universo no es un fracaso. Todo en él es profundo, real, sin teatro. Después de Bach, Liszt resulta insoportable. Si existe un absoluto, es Bach. No se puede tener ese sentimiento con una obra literaria, hay textos, pero no son formidables. El sonido lo es todo. Bach da un sentido a la religión. Bach compromete la idea de la nada en el otro mundo. Cuando escuchamos su llamada, no todo es ilusión, pero Bach es el único que lo hace. Fue un hombre mediocre en su vida. Sin Bach, yo sería un nihilista absoluto. (p. 160)
Para los gnósticos, todo lo que está asociado con el tiempo procede del mal. El descrédito se extiende a la historia en su conjunto, como perteneciente a la esfera de las falsa realidad. No tiene ni sentido ni utilidad. El paso por la historia no es fructífero. Semejante visión se aparta considerablemente de la escatología cristiana oficial y edulcorada, que ve en la historia y en los males que engendra pruebas redentoras. (p. 171)
Para mí el hombre tan sólo existe de verdad cuando no hace nada. En cuanto actúa, en cuanto se prepara para hacer algo, se vuelve una criatura lamentable. (p. 197)
En mi opinión, la filosofía no es en absoluto un objeto de estudio. La filosofía debería ser algo personalmente vivido, una experiencia personal. Debería hacerse filosofía en la calle, imbricarse la filosofía y la vida. (p. 199)
El drama del liberalismo y la democracia es que en los momentos graves están perdidos, ya se ha visto. La carrera de Hitler, el dictador, es el resultado de la debilidad demócrata, es únicamente eso. (p. 240)
Muy buen espacio de comentarios y recomendaciónes… gracias. Lo seguire frecuentando
Gracias chanoc