Virginie Despentes: Teoría King Kong

Virginie Despentes: Teoría King Kong. Beatriz Preciado (tr.) Barcelona: Melusina, 2009.

Teoría King Kong es el último libro de Virginie Despentes (Nancy, 1969). Antes había publicado las novelas Baise Moi (Fóllame, 1993. Mondadori, 1998), Les Chiennes savantes (Perras sabias, 1996. Anagrama, 1998) y Les jolies choses (Lo bueno de verdad, 1998. Anagrama, 2001). En el año 2000 dirigió, junto a la actriz porno Coralie Trinh Thi, la adaptación al cine de Baise Moi, una historia trágica sobre dos mujeres que deciden vengar una violación. Las ideas principales que Despentes despliega en este manual feminista heterodoxo son las siguientes:

  1. El capitalismo es una religión que obliga a mujeres y hombres a renunciar a sus cuerpos para mantenerlos sometidos. Ellas son adiestradas para la producción de esclavos y ellos para sacrificarlo todo en el trabajo o la guerra. Si no evolucionamos hacia una revolución de los géneros estamos abocados al fascismo. El discurso claro y directo de Despentes puede calificarse como una especie de Foucault explicado a los niños.
  2. Una violación es «algo que se pilla y de lo que después no te puedes deshacer». La primera reacción es olvidar y silenciar. El natural deseo de venganza se convierte en violencia autodestructiva. La víctima se siente culpable, inferior, degradada. Es ya el colmo de la vergüenza reconocer que alguna vez se han tenido fantasías sexuales con el tema. «Hay una predisposición femenina al masoquismo que no viene de nuestras hormonas, ni del tiempo de las cavernas, sino de un sistema cultural preciso, y que tiene implicaciones perturbadoras en el ejercicio que podemos hacer de nuestra independencia. Voluptuosa y excitante, resulta también perjudicial: que nos atraiga lo que nos destruye nos aparta siempre del poder.» (p. 45) Despentes fue víctima de una violación a los diecisiete años. Le hubiese gustado atreverse a sacar la navaja que llevaba en el bolsillo y cortar alguna polla.
  3. A los veintidós años trabajó en un supermercado, «en el revelado de fotos en una hora». La experiencia le enseñó todo lo que es necesario saber sobre el trabajo: es un asco. Ser una «trabajadora honrada» es una condena de por vida. Ganar poco más que el sueldo mínimo para que a los cincuenta el jefe de sección te eche la bronca por ir demasiado a mear. Así que Despentes decidió probar con la prostitución. Para el feminismo liberal esta debería prohibirse pues denigra a la mujer. Despentes, por el contrario, no ve peor la prostitución que el trabajo asalariado o el contrato matrimonial. Si las prostitutas pudiesen ejercer su profesión en mejores condiciones se haría patente que, dentro del sistema capitalista, trabajo y matrimonio conllevan mayor explotación y alienación. Ser prostituta, dice Despentes, no es tan terrible. Lo peor de todo no era sufrir el desprecio o la agresividad de los clientes sino soportar su soledad, su tristeza, su timidez, su fealdad, su fragilidad, su sentimiento de culpabilidad. Además, la prostitución le sirvió, no sólo como indemnización económica por la violación sufrida, sino que además le dio el valor para convertirse en escritora, porque escribir y prostituirse tienen algo en común: «convertirse en una mujer pública. Ser leída por cualquiera, hablar de aquello que debe permanecer en secreto, exhibirse en los periódicos…» (p. 71)
  4. Cuando en 2000 se estrenó Baise Moi se la tachó de pornográfica y fue prohibida en algunos países. Las directoras coincidían en que no era cine porno pues no estaba pensado para la masturbación. El porno según el feminismo clásico es también enemigo de la mujer porque la reduce a un objeto. La opinión de Despentes es diferente. Cree que se ataca al porno porque ayuda a que la sexualidad no de miedo, porque ofrece sexo en un espacio de seguridad. De todos modos, el porno actual no de su agrado: son miradas y deseos de hombre en cuerpos de mujer. El varón medio se identifica con la actriz porno, en el fondo «ellos quieren verse follando entre ellos, mirarse las pollas los unos a los otros, empalmarse juntos, diremos que tienen ganas de metérsela entre ellos por el culo. Diremos que de lo que tienen ganas, realmente, es de follar entre ellos. A los hombres les gustan los hombres. Nos explican todo el rato cuánto les gustan las mujeres, pero todas sabemos que no son más que palabras. Se quieren entre hombres. Se follan unos a otros a través de las mujeres, muchos de ellos piensan en sus amigos mientras la meten en un coño.» (p. 118)
  5. Dejo para el final el que, en mi opinión, es el párrafo más logrado del libro. De la película King Kong (Peter Jackson, 2005) extrae un ejemplo de lo que podría ser una relación equilibrada entre los sexos: «King Kong funciona aquí como una metáfora de una sexualidad anterior a la distinción entre los géneros tal y como se impuso políticamente hacia finales del siglo XIX. King Kong está más allá de la hembra y más allá del macho. Es la bisagra entre el hombre y el animal, entre el adulto y el animal, entre el bueno y el malo, lo primitivo y lo civilizado, el blanco y el negro. Híbrido, anterior a la obligación de lo binario. La isla de la película es la posibilidad de una forma de sexualidad polimorfa e hiperpotente. Eso es precisamente lo que el cine quiere capturar, exhibir, desnaturalizar y finalmente exterminar. Cuando el hombre viene a buscarla, la mujer duda en seguirle. El quiere salvarla, llevarla a la ciudad, a la heterosexualidad hipernormativa.» (p. 94)
Virginie Despentes

Como dice Beatriz Preciado un libro «imprescindible y terapéutico«.

Un adelanto de Teoría King Kong en el web de la editorial Melusina.

17 comentarios en “Virginie Despentes: Teoría King Kong

  1. Estimado Eugenio:

    Seguí tu «consejo» y saqué esta mañana el libro de la biblioteca. Cuando leí la reseña se me vino a la cabeza inmediatamente Camille Paglia, yefectivamente, esta ocupa un lugar central en el libro.

    Recuerdo cuando estudiaba sociología y, paseando por la biblioteca, ví la portada del «Vamps & Tramps» de la Paglia.Inmediatamente lo abrí y, tras ojearlo me lo lleve para casa. Aburrido del feminismo académico estan escritoras son un soplo de aire fresco y una esperanza para la inteligibilidad.

    Por cierto ¿no crees que hay un cierto toque Amery en la manera de afrontar la violación? Me refiero sobre todo al capítulo sobre la tortura de «Mas alla de la culpa y la expiación».

    Bueno, en realidad toda esta parrafada para decirte que muchas gracias por la recomendación.

  2. Hola Pablo, efectivamente Despentes deja claro que Camille Paglia es uno de sus ídolos. También lo es un personaje nada feminista como Bukowski. Esa amplitud de miras es lo que me encanta de este libro.

    Coincido contigo en que el rechazo de Despentes al silencio, el olvido y al perdón en el caso de la violación tiene semejanzas con Amery.

    Gracias por una aportación tan interesante.

    Un saludo.

  3. Estimado Eugenio:
    he dado por casualidad con tu blog buscando comentarios de «Matadero 5». de Vonnegut, y he de decir que me encanta. He leído muchos de los libros que comentas y tomo nota de los que no.
    Veo que estás leyendo «El ruido eterno». Yo lo acabé hace unos meses y me dejó una impresión inmejorable por su hábil mezcla de crónica histórico cultural y análisis musical. Veo que también estás atacando la obra de Stirner. Yo tengo ganas de leerla gracias a los comentarios que le dedicó Roberto Calasso en «La ruina de Kasch».
    Aquí te dejo la dirección de mi blog por si quieres echarle un ojo:

    http://espitolas.blogspot.com/

    Un saludo!!

  4. Hola Álvaro,

    el libro de Alex Ross me está gustando mucho. Entender el contexto histórico y personal de los compositores es esencial para comprender la música. Mucho más en el caso de músicas difíciles como el dodecafonismo o Shostakovich. El ruido eterno ayuda muchísimo con esto.

    Las tesis de Stirner son interesantes. Hay que acercarse a él siendo conscientes de que su prosa no es la de Nietzsche. Es mucho menos arrebatadora.

    Me ha resultado curioso que dediques tanto a The Wire en tu blog. Terminé hace poco la quinta temporada. Como dice el propio guionista, no deja de ser televisión. Pero ya me gustaría que mucho del cine que produce Hollywood tuviese esa calidad.

    Un saludo.

  5. Conocí a esta mujer por tu artículo. Me ha llamado la atención que en muchas fotos (también en la que pones aquí) tiene una expresión de «pérdida» muy curiosa.

    Del artículo me ha gustado especialmente el punto tercero. Tiene un punto de chantaje el trabajo rutinario.

    Saludos

  6. Hola Blues, a partir de Teoría King Kong voy a animarme con las otras dos novelas de Despentes traducidas por Anagrama, Perras sabias y Lo bueno de verdad. También parece interesante un libro publicado por Valdemar, Vamps & Tramps de Camille Paglia. Ya contaré por aquí qué tal

  7. Basura postmoderna. Es decir, difumina tanto el asunto de los roles de género que algunas veces no se corta un pelo en hacer apología del rol masculino para.. no se, no se muy bien que pretende, ¿tener razón? ¿mostrar seguridad? Se hace evidente una defensa de los principios más básicos y asimilados del feminismo, pero a partir de ahí me cuesta ver algo más que defensa de la farmacología, del porno y la prosittucion. Esto no puede ser una crítica seria porque francamente, no lo entindo. Además, que defiende a fin de cuentas esta mujer? Que defiende en general esta oleada de postfeminismo?

    Un poquito de cordura
    http://youtu.be/JvmByKwZGok

  8. Lo que me desagrada de las teorías «post» es que a veces se sostienen en actitudes viriles. Es decir, difuminan tanto el asunto de los roles de género que algunas veces no se cortan un pelo en hacer apología del rol masculino para.. no se, no se muy bien que pretenden, ¿tener razón? ¿mostrar seguridad?

    Además, que defiende a fin de cuentas esta mujer? Que defiende en general esta oleada de postfeminismo?

    Se hace evidente una defensa de los principios más básicos y asimilados del feminismo, pero a partir de ahí me cuesta ver algo más que defensa de la farmacología, del porno y una preocupante apología de la prostitucion.

    Esto no puede ser una crítica seria porque francamente, no lo entiendo.

  9. Lo mejor de Despentes no son las respuestas sino las preguntas. Se atreve a hacer preguntas incómodas y políticamente incorrectas a un feminismo ya institucionalizado. ¿Cómo reaccionar ante el porno, la violación, el capitalismo, la prostitución?

    Sus respuestas teóricas, así como sus novelas, pueden gustar o no, pero no podemos dejar de lado las preguntas ni resolverlas con «cuentos de hadas».

    Muchas gracias por vuestra aportación.

    Un saludo.

    Eugenio.

  10. Yo creo que es un reflejo de que la cultura esta en decadencia. Y una falta de empatia relativizar la situación de explotación sexual en el que se encuentran muchas mujeres en nuestro país (ninguna hija de los españoles por eso es que defienden tanto aqui en España esta industria porque la mayoria son inmigrantes pobres). De echo el feminismo revolucionario, esto es el anticapitalista, ya sea el feminismo marxista o el feminismo anarquista…. siempre rechazaron el porno y la prostitucion, dos industrias capitalistas y falo céntricas.

    Esta señora está diciendo que cualitativamente, es peor ser una escritora profesional, que una prostituta callejera. Que viene a querer decir: «me parece formidable que haya millones de borregos que están contentos siendo inferiores. Pero yo no lo soy, soy superior, más profunda, trascendente». Esta gente no es que se quejen de la población alienada, no tienen una preocupación genuina por una falta de movilización popular como quienes trabajamos desde una óptica de clase social: lo suyo es puro elitismo sin visos de transformación social.

    No es que les disguste esa pasividad general, en realidad hasta la necesitan para diferenciarse. Les funciona bien el status quo porque les acomoda en una estratificación a medida. Por supuesto su relevancia en los cambios sociales acaba siendo nula, así que tampoco lo veo preocupante.

  11. Ah, se me olvidaba me parece muy gracioso contemplar a estos intelectuales posmodernos, tan libres, tan desprejuiciados, tan más allá del bien y del mal… se les ve venir tan fácilmente… qué curioso que su demoledor lenguaje acabe reproduciendo, punto por punto, la apología más burda y manifiesta de una sociedad capitalista líquida y difusa, donde el consenso mass mediático se extiende en forma de discurso pretendidamente disidente o alternativo que, en su amoralidad, no hace más que aprobar atónito lo que hay. Qué curioso que acaben aplaudiendo las mismas estructuras patriarcales más recalcitrantes, y la forma-mercancía como o­ntológicamente constituyente de todo aquello que es. ¿Para cuando una transvaloración y una subversión que deje de reproducir lo dado?

    Que los posmodernos son, simplemente, reaccionarios, es algo, por lo demás, de sobra conocido.

  12. yo he leído el esanyo de Virginie y comparándolo con el Manifiesto SCUM, el ensayo de Despentes (que se supone que es postfeminista) me parece bastante menos «revolucionario» en cosas fundamentales y más en sincronía con el capitalismo que el ensayo (que también tiene mucho de testimonio)de Valerie Solanas. Solanas fue una mujer que se sentía muy discriminada tanto por razón de su género como, seguramente, por una sociedad acomodada, burguesa y rancia que ella no comprendía y rechazaba de plano.
    Es muy ineteresante puesto que tambien fue prostituta, e incluso fue indigente, aunque es verdad que el manifiesto contiene bastante mala ideología en algunas de sus partes, bastante exceso, bastante elementos irracionales, tiene la gran virtud de dejar constancia de una manera sincera, muy gráfica y muy directa (muy «punk») de las desigualdades y discriminaciones que han tenido que padecer y siguen padeciendo las mujeres en infinidad de ámbitos en sociedades, incluso, tan supuestamente modernas y «avanzadas» como la de EE.UU. de la época en la que ella vivió.
    Solanas padeció la discriminación y la exclusión en carne propia. Su escrito no es un mero conjunto de ataques contra los hombres escritos por una loca que odia a los hombres; en él por el contrario hay numerosas afirmaciones y consideraciones acertadas y con potencia crítica.

  13. Vaya con Valerie, que perra endemoniada…. me encanta! es una maldita freak!…aunque sin duda es panfleto en cuestión es lucido-y hasta divertido- por partes, espero que sea un texto solo satírico como dicen….aunque a lo mejor lo escribió enserio, todo puede ser.
    a mí es una mujer que me hubiese gustado conocerla. Cuestión aparte cómo nos hubiésemos llevado…debo reconocer que me ponen estas visiones hiperbolizadas del feminismo radical.…´

    Ahora algo enserio… creo que el panfleto es una necesaria «contrapunta» a la misoginia de «nobles autores» como Aristóteles, Santo tomás de Aquino, Freud (envidia del pene) o Schopenhauer, por citar a unos cuantos… y que se sepa, ninguno fue vilipendiado por lo que sostuvieron… (la absoluta inferioridad de la mujer, la falta de raciocinio, etc), sino muy bien al contrario… era el «academicismo» institucionalizado y bendecido ….

  14. Irremediablemente Virginia me recuerda a las anacrónicas y aburridas feministas de la igualdad, que aspiraban a tener los mismos derechos que los hombres, como si los derechos de los hombres fueran algo a lo que aspirar. Las feministas de igualdad querían ser «como hombres» porque no creían que los hombres estuvieran desnaturalizados por roles de género. De hecho todavía ni se había inventado la palabra género. Y ahora que se ha inventado, las neofeministas de igualdad la equiparan a sexo y la vuelven a desinventar. No han pensado que si se usó género en lugar de sexo, sería para hablar de otra cosa. En este sentido, actúan igual que ese machismo demagógo que equipara hembrismo y feminismo para enterrar lingüísticamente la lucha feminista.

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