Denis Villeneuve: Enemy (2013)

Basada en El hombre duplicado de José Saramago, los dos fotogramas finales de Enemy sorprenden por la variedad de interpretaciones que admiten. Quizás en la novela de Saramago (que no he leído todavía) la araña simbolice la red política que inconscientemente tejemos para que nos mantenga bajo control. La política es la forma en que los individuos sustituyen la incertidumbre de la libertad por la comodidad del orden, la rutina y la repetición. El doble es el extraño que pugna por salir a la luz.

Sin embargo, la película de Villeneuve se orienta más hacia los orígenes de la locura que hacia la política. En esos dos fotogramas finales, de reminiscencias kafkianas, se aprecia el instante en que el «yo» del protagonista se desvanece y se apodera de su mirada lo alucinante, lo ajeno, lo Otro. Definitivamente, ha dejado de ser. (Espléndidos esos dos segundos de Jake Gyllenhaal)

Ficha técnica

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Denis Villeneuve, 2013
  • Dirección: Denis Villeneuve
  • Producción: M.A. Faura, Niv Fichman
  • Guión: Javier Gullón, basada en El hombre duplicado de de José Saramago
  • Intérpretes: Jake Gyllenhaal, Mélanie Laurent, Sarah Gadon, Isabella Rossellini
  • Música: Daniel Bensi, Saunder Jurriaans
  • Fotografía: Nicolas Bolduc
  • Montaje: Matthew Hannam
  • Productoras: Mecanismo Films, micro_scope, Rhombus Media, Roxbury Pictures,
  • Fecha de estreno: 2 de septiembre de 2013 (Toronto International Film Festival, TIFF)
  • Duración: 90 minutos.
  • Países: Canadá, España
  • Idioma: Inglés.

9 comentarios en “Denis Villeneuve: Enemy (2013)

  1. Es un punto irreversible. El tipo de «irreversible» que te encuentras en la vida real. A partir de ese momento sabes que ya nada será igual. No siempre tiene que ocurrir algo malo como la muerte, un cáncer o la locura (como en la peli), pero atisbar la irreversibilidad nos sitúa ante una verdad que intentamos ocultar con la cotidianeidad y la ilusión de orden con que lo filtramos todo. Esa verdad es que no hay modo de recomponer lo que se ha roto, de volver a la infancia cuando éramos felices, de detener el tiempo que va haciendo mella en los cuerpos…

    La película de Villenueve logra en dos segundos escasos abofetearnos con esa verdad. No es fácil conseguir en un medio diseñado para el entretenimiento el tipo de epifanía del que hablo. También Sicario, aunque más comercial, tiene fotogramas llenos de sentido.

    Una recomendación: Slash (Clay Liford, 2016). Una comedia. Liberadora.

    Un abrazo.

  2. buenas tardes

    ha leído algo del otro gran portugués de la segunda mitad del s..xx, Lobo Antunes?

    Si no es así se lo recomiendo. Saludos.

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