Route Irish es el nombre de la carretera que conecta el aeropuerto de Bagdad con la Zona Verde. Es el trayecto rodado más peligroso del mundo.
La guerra de Irak (2003-) es, fundamentalmente, la primera guerra privatizada. El peso de las acciones militares recae no sólo sobre soldados profesionales, entrenados para amar la barbarie, sino también sobre equipos de mercenarios sin control. Los primeros pueden por derecho torturar y asesinar a discreción y los segundos estuvieron protegidos por la infame Orden 17 que les eximió de 2003 a 2009 de rendir cuentas ante las autoridades iraquíes por sus crímenes. El contratista más conocido es BlackWater, culpable, por ejemplo, del asesinato indiscriminado de 17 civiles en el centro de Bagdad. Aquí tienes un excelente artículo de Paul Laverty, el guionista de la película, sobre la citada Orden: «La privatización de la guerra«.
Lo que más sorprende, tanto de las imágenes filtradas por Wikileaks como de los vídeos que inserta Loach en Route Irish, es que disfrutan torturando y matando inocentes. Esa es la sensación que transmiten dos fotogramas que forman ya parte de nuestro imaginario colectivo, un grupo de soldados que se divierte apaleando a unos niños y la soberbia vomitiva de la estética del «nice shot«.


Incluso el protagonista, Fergus, un mercenario al que todavía le queda algún escrúpulo moral, siente horror ante el modo en que arrasan ciudades y torturan a mujeres y niños mientras suena jazz a través de los altavoces de los tanques. Un toque de chillout para amenizar la matanza.
El argumento de Route Irish tiene mucha relación con la película que dio fama a Ken Loach, Hidden Agenda (Agenda Oculta, 1990). En ambas denuncia el terrorismo más temible de nuestros días: el terrorismo de Estado. Hidden Agenda pone al descubierto las oscuras maniobras de Reino Unido en Irlanda y Route Irish de Estados Unidos y sus contratistas privados en Irak. En Oriente Medio el terrorismo de Estado se ha convertido en una práctica habitual: Palestina, Afganistán, Siria… En el País Vasco también saben algo del tema.
La forma de tortura más practicada en las cárceles estadounidenses es el waterboarding. Siguen una máxima perversa que Žižek llamaría posmoderna: «No blood no foul». Es tan eficaz que la víctima siempre termina dicendo exactamente aquello que quieres oír. El protagonista se condena a sí mismo cuando utiliza la tortura para vengar la injusticia que menciono en el primer fotograma. Creo que esa es la idea moral que transmite Route Irish. Hay fronteras que ni los individuos ni los Estados deben cruzar si quieren seguir considerándose humanos o humanitarios.
Ficha técnica
– Dirección: Ken Loach
– Producción: Rebecca O’Brien
– Guión: Paul Laverty
– Intérpretación: Mark Womack (Fergus), John Bishop (Frankie), Andrea Lowe (Rachel), Geoff Bell (Walker), Jack Fortune (Haynes), Talib Rasool (Harim)
– Música: George Fenton
– Fotografía: Chris Menges
– Montaje: Jonathan Morris.
– Diseño de producción: Fergus Clegg.
– Distribuidora: Alta Classics
– Estreno en España: 23 Diciembre 2011
– Países: Países: Reino Unido , Francia , Bélgica , Italia y España
– Duración: 112 minutos.
A pesar de todo, hay que insitir. Saludos.