André Glucksmann: Los dos caminos de la filosofía. Sócrates y Heidegger: ideas para un tiempo trágico. Nuria Viver (tr.) Barcelona: Tusquets, 2010.
Glucksmann (1937-) es, con la venia de Bernard Henry-Lévy, el pensador francés liberal-conservador más radical. De prosa elegante e hipercrítico con los «totalitarismos de izquierdas» goza de los favores incondicionales del Elíseo. En política internacional lo suyo es el arquetipo de la ideología conservadora: defendió la intervención de la OTAN en Serbia, justificó la invasión de Irak porque Saddam Hussein ocultaba armas de destrucción masiva, apoyó la candidatura presidencial de Sarkozy y se manifestó a favor de la causa chechena en contra de la impunidad del ex-KGB Putin.
Hoy día ser liberal-conservador implica una cierta disociación de la personalidad que haga compatibles estas dos ideas: invadir Chechenia está mal pero ocupar Irak está bien.
Usando a Sócrates y Heidegger, Glucksmann pretende dar respuesta a los dos grandes problemas de nuestro tiempo:
- Frente al integrismo musulmán hemos de aferrarnos a la figura del Sócrates libertario, inquisitivo y destructor de dogmas.
- Frente a las plagas del capitalismo (vacío cultural e ideológico, reducción del ser humano a mercancía) debemos resucitar la vuelta a las raíces de Heidegger.
Concluyo rápido: un libro prescindible e irritante.
jajajajaja! Muy bueno. Estos consejos fulminantes son tan útiles como las reseñas elogiosas! Un abrazo
Hola Dick, Glucksmann tiene una buena prosa pero el contenido roza lo patológico.
Saludos.