Georges Simenon: La nieve estaba sucia. Carlos Pujol (trad.) 2ª ed. Barcelona: Tusquets, 2003.
Tras leer un artículo en Apostillas literarias dedicado a la novela de Simenon La casa del canal, decido iniciarme en la obra de este autor con alguno de sus innumerables títulos(117 novelas, 25000 páginas). Muy popular gracias a las novelas policiales protagonizadas por el comisario Maigret, La nieve estaba sucia corresponde al grupo, más prestigioso, en las que el comisario no aparece. Escrita en EE.UU en 1948 y considerada una de sus obras maestras, cuenta de forma encubierta los crímenes del hermano de Simenon en el París ocupado.
A primera vista, La nieve estaba sucia es una versión adaptada al París nazi de Crimen y castigo de Dostoievski. Este, en otra de sus obras maestras, Los hermanos Karamazov, daba la fórmula exacta del nihilismo: «Si Dios no existe, todo está permitido.» Así, los crímenes de Raskolnikov, el inestable protagonista de Crimen y castigo, no son más que la expresión de la decadencia de un orden social en el que han desaparecido los valores absolutos. Raskolnikov se cree con derecho a ocupar el puesto de Dios y decidir sobre la vida y muerte de sus congéneres. Tras su crimen, enfermo de remordimiento, busca la salvación a través del encierro en Siberia y el amor de la joven prostituta Sonia.
Simenon plantea un esquema similar. Los crímenes del joven Frank no son más que el reflejo del nihilismo nazi instalado en el París ocupado. La violencia y la crueldad no justificadas estaban a la orden del día. Frente a una sociedad que intenta seguir viviendo como si no pasara nada, Frank se obstina en mostrar que ya nada es igual, que «todo está permitido». Así, Frank apuñala sin motivo a un oficial nazi, liquida a una abuelita que lo ha reconocido mientras la atracaba en su casa y arroja a la prostitución a la chica de la que está enamorado. Del mismo modo que Raskolnikov, Frank terminará buscando la salvación en el castigo y el amor de la inocente joven Sissy.
Aunque la estructura de la narración es idéntica, la diferencia respecto al clásico ruso es demasiado importante. Las primeras cien páginas de Crimen y castigo, el relato de los crímenes de Raskolnikov, son adrenalina pura. La novela de Simenon no alcanza este techo en ningún momento. Además, cuando Simenon pretende que el protagonista se arroje en brazos del mal comportándose violentamente de un modo arbitrario y cruel, no consigue impresionar. Aunque el relato de sus crímenes debería situarnos ante el espectáculo desatado del mal, lo cierto es que el protagonista parece el más cuerdo de los personajes e inspira en todo momento algo de pena.
Una lectura amena pero construida sobre meros estereotipos.
Acabo de descubrir tu blog y creo que voy a disfrutar mucho indagando en él, meciéndome en tus reflexiones, y tus opiniones acerca de la literatura y la filosofía. >>Gracias por todo esto.>>Gerard (de Barcelona, pero instalado hasta finales de Febrero en Würzburg, Alemania).
Me alegra mucho que te haya gustado el blog. >>Espero tus opiniones.>>Gracias por el interés.
A partir de septiembre de 2012, la editorial Acantilado emprenderá la publicación de la obra completa de Simenon. Los primeros títulos serán: Los vecinos de enfrente, La casa del canal, El perro canelo y El gato.