
Correcto documental que pone imágenes al mejor libro sobre cine que puedes encontrar: El cine según Hitchcock de François Truffaut.
De entre los temas por los que Truffaut pregunta a Hitchcock me interesa especialmente el uso que el cine da a espacio y tiempo, formas a priori de la sensibilidad según Kant.
El cine aprovecha la maleabilidad de espacio y tiempo para jugar con nuestra percepción.
Así, en esta conocida escena de Birds, (1963) donde cualquier director pasaría a primer plano y actriz gritando de miedo, Hitchcock prefiere mantener la cámara atrás para que se perciba la nada que la aterroriza. El mismo uso del espacio en el último fotograma de la serie. Son evidentes las connotaciones teológicas del famoso plano omnisciente del pueblo en llamas.









Tanto David Fincher como Richard Linklater coinciden con Hitchcock en que el cine es el arte del montaje: cortar el metraje para que largos y aburridos períodos de tiempo pasen volando mientras que los cortos e intensos se dilaten lo máximo posible.
Cualquier escena de peligro en Hitchcock serviría como ejemplo, pero la más clásica es el asesinato de la ducha en Psycho (1962).
Hitchcock se formó en el cine mudo: su concepción del séptimo arte es puramente visual. Casi podría prescindirse de los diálogos. En su obra el lenguaje de las imágenes posee una sintaxis propia, casi musical. 🙂
