Slavoj Žižek: Mirando al sesgo.


Slavoj Žižek:
Mirando al sesgo. Una introducción a Jacques Lacan a través de la cultura popular. Jorge Piatigorsky (tr.) Buenos Aires: Paidós, 2006. 3ª reimp.

La propuesta de Žižek es utilizar las ideas de Lacan para analizar fetiches de la cultura de masas como las películas de Hitchcock o las novelas de Stephen King. De este modo aspira a cumplir dos fines: por un lado, utilizando la cultura popular nos adentramos en las teorías de Lacan y, por otro, se aprovecha a Lacan para legitimar un «goce peculiar» de la propia cultura de masas.

El último Lacan insistió mucho en la diferencia entre lo real (la nada, el agujero negro, el fundamento) y la realidad (la fascinante apariencia, simbólicamente estructurada, que encubre el vacío de lo real). Toda la primera parte del libro gira en torno a las implicaciones de esta oposición. Žižek muestra dos manifestaciones de lo real (a través de la red simbólica y en tanto hegeliano saber absoluto) y dos formas de evitar el encuentro con lo real de nuestro deseo en la novela policiaca. A grandes rasgos, su tesis es que todos somos asesinos en potencia y la novela policiaca está ahí para satisfacer esa naturaleza perversa sin que tengamos que sentir remordimientos por ello.

El miedo al vacío de lo real es lo que provoca una solución psicótica, la paranoia, de gran tradición cinematográfica. La realidad es un engaño tejido por un Gran Hermano, un Genio Maligno, que es quien verdaderamente mueve los hilos. Pero Žižek es tajante: tal y como dice Lacan, «el Otro no existe» y mucho menos «el Otro del Otro». No podemos eludir el «automatismo ciego, contingente, la estupidez constitutiva del registro simbólico», de la realidad.

Otra forma de evadirse de lo real es el ecologismo, una forma ideológica manoseada por los políticos hasta la exasperación. Žižek es en este tema como en otros bastante radical. El ecologismo parte de un error de base: no existe un equilibrio natural primario que haya sido perturbado por el hombre y que deba ser restaurado. La Naturaleza, así concebida, no existe. La verdadera Naturaleza es una suma caótica de catástrofes para quien el futuro del ser humano significa menos que nada. Toda esa mística del equilibrio ecológico disfrazada de de ciencia que está presente en el gran éxito cinematográfico del momento, Avatar, vale bastante menos que los mitos de los antiguos.

La segunda parte del libro está dedicada al cine de Hitchcock. Žižek lleva a cabo una lectura lacaniana de películas como Vértigo o Los pájaros. Lee la máxima de Lacan «la mujer no existe» en Vértigo y muestra cómo los pájaros son nada más y nada menos que la amenazante expresión simbólica del superyó materno.

Žižek dedica la tercera parte a la dialéctica Modernidad-Posmodernidad. El moderno imperativo del goce, la burocracia kafkiana y las inconsistencias de las modernas democracias son los tres temas que utiliza para desarrollar esa peculiar capacidad para la polémica y la provocación. Especialmente llamativo es el capítulo en el que asevera con rotundidad que Habermas es, sin saberlo, un posmoderno radical.

El título, Mirando al sesgo, hace referencia a la obra de Holbein Los Embajadores. Si la miramos de frente la calavera parece un simple mancha, pero mirada desde un lateral muestra un contorno perfectamente definido. La pintura refleja en el plano superior la apariencia magnífica de las riquezas y el poder político pero la calavera de abajo simboliza la auténtica verdad: bienes terrenales, fama y gloria terminan, como todo, en la muerte. Esa mirada al sesgo es la que destapa lo real lacaniano y que con tanta maestría utilizaba Hitchcock en sus películas.

Holbein: Los Embajadores, 1533, National Gallery, Londres.

2 comentarios en “Slavoj Žižek: Mirando al sesgo.

  1. Vi el documental «The pervert's guide to cinema» motivado por la reseña que hiciste en tu otro blog y tengo que confesar que me resultó muy interesante y divertido (especialmente por los guiños humorísticos del propio Žižek). Con lo que citas imagino que el libro es una prolongación del film (o quizás a la viceversa porque desconozco el orden de publicación de ambos).

    Pensando en la idea de que «todos somos asesinos en potencia» ¿Creerías que esto es simplemente una desviación potencial o, por el contrario y como pensaba Freud, que esta pulsión malvada y destructiva sería inherente al ser humano?

    Gracias y saludos

  2. Hola bLuEs,

    El documental es del 2006 y el libro es bastante anterior: «Looking Awry», MIT, 1991. La traducción en Paidós es de diez años después. Efectivamente, algunos aspectos del libro aparecen en el documental, por ejemplo, los análisis de Vértigo y Los pájaros.

    Mi opinión está más del lado de Freud. El inconsciente de Freud o lo real de Lacan tienen algo de inquietante y peligroso, como en las películas de Hitchcock. Nada es lo que parece, cualquiera es capaz de cualquier cosa. Por ejemplo, Pero, ¿quién mató a Harry? parece una comedia pero si lo pensamos bien es una peli terrorífica donde todos son normales y asesinos a un tiempo.

    Saludos.

Deja tu comentario

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s