Samuel Beckett nació en Irlanda en 1906. Se doctoró en 1931 en el Trinity College de Dublin. Viajando por el continente conoció a otro gran novelista irlandés, James Joyce, para el que trabajó como secretario. Profundo conocedor de la filosofía de Descartes, publicó en 1931 su ensayo Proust, modelo de lo que debería ser la crítica literaria. Se establece en París en 1937. Durante la Segunda Guerra Mundial participó en la Resistencia francesa y, perseguido por la GESTAPO, tuvo que huir al Sur de Francia. En estas circunstancias escribió en 1942 su mejor y última novela en inglés, Watt. Todos sus libros posteriores están escritos en francés. Los más memorables son la trilogía Molloy (1951), Malone muere (1951) y El innombrable (1953) y la obra de teatro Esperando a Godot (1952). De sus últimas obras merece la pena destacar Compañía (1980), novela breve donde Beckett resume su visión pesimista del ser humano. Recibe el Nóbel en 1969 y muere en 1986.
En su obra Beckett asume el planteamiento cartesiano de la duda radical pero sin el salvavidas de Dios que utiliza Descartes. Tras la muerte de Dios, el hombre queda reducido a un yo solitario que ni siquiera es capaz de hablarse a sí mismo. A pesar del pesimismo y la angustia del trasfondo filosófico de sus obras su sentido del humor absurdo, transgresor y corrosivo es lo mejor sus libros.
Samuel Beckett: Esperando a Godot. Ana Mª Moix (trad) Barcelona: Tusquets Editores, 1995.
La muerte de Dios
LUCKY. (declama con monotonía) Dada la existencia tal como demuestran los recientes trabajos públicos de Poinçon y Wattmann de un Dios personal cuacuacuacua de barba blanca cuacua fuera del tiempo del espacio que desde lo alto de su divina apatía su divina atambía su divina afasia nos ama mucho con algunas excepciones
(Intensa atención de Estragón y Vladimir. Abatimiento y asco de Pozzo)
no se sabe por qué pero eso llegará y sufre tanto como la divina Miranda con aquellos que son no se sabe por qué pero se tiene tiempo en el tormento en los fuegos cuyos fuegos las llamas a poco que duren todavía un poco y quien puede dudar incendiarán al fin las vigas a saber llevarán el infierno a las nubes tan azules por momentos aun hoy y tranquilas tan tranquilas con una tranquilidad que no por ser intermitente es menos bienvenida pero no anticipemos y considerando por otra parte que como consecuencia de las investigaciones inacabadas no anticipemos las búsquedas inacabadas pero sin embargo coronada por la Acacacacademia de Antoropopopometría de Berna en Bresse de Testu y Conard se ha establecido sin otra posibilidad de error que la referente a los cálculos humanos que como consecuencia de las investigaciones inacabadas inacabadas de Testu y Conard ha quedado establecido tablecido tablecido lo que sigue que sigue que sigue
(Primeros murmullos de Estragon y Vladimir. Aumentan los sufrimientosd e Pozzo)
a saber pero no anticipemos no se sabe por qué como consecuencia de los trabajos de Poinçon y Wattmann resulta tan claro tan claro que en vista de los trabajos de Fartov y Belcher inacabados inacabados no se sabe por qué de Testu y Conard inacabados inacabados resulta que el hombre contrariamente a la opinión contraria que el hombre en Bresse de Testu y Conard que el hombre en fin en una palabra que el hombre en una palabra en fin a pesar de los progresos de la alimentación y de eliminación de los residuos está a punto de adelgazar y al mismo tiempo paralelamente no se sabe por qué a pesar del impulso de la cultura física de la práctica de los deportes tales tales tales como el tenis el fútbol las carreras y a pie y en bicicleta la natación la equitación la aviación la conación el tenis el remo el patinaje y sobre hielo y sobre asfalto
(Estragón y Vladimir se calman y vuelven a escuchar. Pozzo se agita cada vez más y deja escapar algunos gemidos)
el tenis la aviación los deportes los deportes de invierno de verano de otoño el tenis sobre hierba sobre mesa y sobre cemento la aviación el tenis el hockey sobre tierra sobre mar y en los aires la penicilina y sucedáneos en una palabra vuelvo al mismo tiempo paralelamente a reducir no se sabe por qué a pesar el tenis vuelvo la aviación el golf tanto a nueve como a dieciocho hoyos el tenis sobre hielo en una palabra no se sabe por qué en Seine-Seine-et-Oise-Seine-et-Marne-Marne-et-Oise a saber al mismo tiempo paralelamente no se sabe por qué de adelgazar encoger vuelvo Oise Marne en resumen la pérdida seca por cabeza desde la muerte de Voltaire siendo del orden de dos dedos cien gramos por cabeza aproximadamente por término medio poco más o menos cifras redondas buen peso desvestido en Normandía no se sabe por qué en una palabra en fin poco importan los hechos está ahí y considerando por otra parte lo que todavía es más grave que que surge lo que todavía es más grave a la luz la luz de las experiencias actuales de Steinweg y Peterman surge
(Exclamaciones de Vladimir y Estragón. Pozzo se levanta de un salto, tira de la cuerda. Todos gritan, Lucky tira de la cuerda, tropieza, aúlla. Todos se lanzan sobre Lucky que se debate y vocifera su texto.)
lo que todavía es más gran que surge lo que todavía es más grave a la luz de la luz de las experiencias abandonadas de Steinweg y Peterman que en el campo en la montaña y a orillas del mar y de corrientes y de agua y de fuego el aire es el mismo y la tierra a saber el aire y la tierra por los grandes fríos el aire y la tierra hechos para las piedras por los grandes fríos ay en la séptima de su era el éter la tierra el mar para las piedras por los grandes fondos los grandes fríos sobre mar sobre tierra y en los aires poco queridos vuelvo no se sabe por qué a pesar del tenis los hechos están ahí no se sabe por qué vuelvo a lo siguiente resumiendo en fin ay a lo siguiente para las piedras quien puede dudarlo vuelvo pero no anticipemos vuelvo la cabeza la cabeza en Normandía a pesar del tenis los trabajos abandonados inacabados más graves las piedras resumiendo vuelvo ay ay abandonados inacabados la cabeza la cabeza en Normandía a pesar del tenis la cabeza ay las piedras Conard Conard… (Melé. LUCKY lanza aún algunos gritos.) ¡ Tenis!… ¡Las piedras!… ¡Tan tranquilas!… ¡Conard!… ¡Inacabados!…
Samuel Beckett: Esperando a Godot.
Buenas tardes.
Estoy leyendo Retrato del artista adolescente. Me parece un libro delicado, sugerente y en ocasiones hasta subversivo. Encuentro varios paralelismos entre la transformación de S. Dédalus y las metamorfosis nietzscheanas. Que opinión le merece esta obra? A ver si algún día consigo atreverme xon el Ulises…
Un saludo!
Interesante aproximación a Joyce. Lo leí hace años. No sabría decirte. En mi memoria quedaron los trazos más gruesos del Ulises y, sobre todo, el final de Dunlineses. Ese es el Joyce que amo, el de la película de Huston. Saludos.
Es muy potente la imagen de Michael Furey. De las mejores adaptaciones que se han hecho nunca!