Primo Levi: Los hundidos y los salvados. 3ª ed. Barcelona: El Aleph, 2006.
Tercer tomo de la trilogía sobre Auschwitz que completan Si esto es un hombre y La tregua. Publicado en 1989, es una reflexión sobre el relato autobiográfico de los dos volúmenes anteriores. Levi insiste en algunas ideas claras e inquietantes que no deben olvidarse:
- La mayor parte de lo que conocemos acerca de los campos de exterminio nos ha llegado a través del relato de los supervivientes. Y los que sobrevivieron no fueron las víctimas que sufrieron en toda su intensidad el terror del Lager sino aquellos que, de una manera o de otra, pudieron obtener algún tipo de privilegio. «La historia de los Lager ha sido escrita casi exclusivamente por quienes, como yo, no han llegado hasta el fondo.» (p. 15)
- Las primeras amenazas, los primeros golpes, los primeros insultos, al llegar al Lager, no provenían de los oficiales de las SS sino de otros prisioneros judíos que decidieron «colaborar».
- Quien ha sufrido el ultraje de los campos, su violencia inútil, su barbarie, sabe que es una enfermedad crónica e incurable que ha de arrastrarse de por vida y de la cual puede que se termine muriendo. Tanto el filósofo Jean Amery como el propio Levi acabaron suicidándose.
- Todos los alemanes culpables, que se disculparon detrás del «obedecía órdenes», han aprendido con el tiempo el truco del autoengaño.
Los recuerdos de Levi son el mejor arma para prevenir el horror.