Michel Houellebecq: H. P. Lovecraft. Contra el mundo, contra la vida. Madrid: Siruela, 2006.
Cuando un escritor tiene bastante éxito, como es el caso de Houellebecq, las editoriales aprovechan para publicar sin criterio alguno cualquier texto que lleve su firma. Esta «novedad editorial» sobre Lovecraft no es ni mucho menos «lo último de Houellbecq» sino un breve ensayo de 1988.
A pesar de todo, Houellebecq hace una inteligente aproximación a aspectos esenciales de la vida y la obra de este enigmático y cuestionado personaje. La cosmovisión de Lovecraft, extremadamente afín al pesimismo de Schopenhauer, es el trasfondo del mensaje esencial de su obra: «Contra el mundo, contra la vida». Es curioso que los emblemas del capitalismo en que vivimos, sexo y dinero, jamás ocupan lugar ni en sus textos ni en su vida.
Houellebecq muestra cómo tras los repulsivos seres que pueblan sus relatos se oculta el inveterado racismo que muchos biógrafos han intentado disimular. Lovecraft odiaba profundamente todo cuanto no fuese anglosajón, se sentía amenazado por negros y orientales, y es ese odio la inspiración de los monstruos que pueblan sus famosos cuentos de terror.
Sólo para incondicionales de Lovecraft y Houellebecq.