Peter Gay: Freud (1989) -capítulos 1 y 2-

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Peter Gay: Freud. Vida y legado de un precursor. Jorge Piatigorsky (tr.). Barcelona: Paidós, 2010 (1989, 1ª ed.)

Leídas algo más de cien páginas de esta voluminosa biografía del descubridor del psicoanálisis. Los matices que Peter Gay añade al autoanálisis que Freud realiza en La interpretación de los sueños (Barcelona: Orbis, 1985, pp. 155 y ss.) acerca del «sueño de la inyección de Irma» son tremendamente reveladores.

El sueño es de 1895, año en el que Freud empieza a distanciarse de su amigo íntimo Fliess. Este, como Freud, era otro freak en los márgenes de la medicina oficial. Fliess, numerólogo desequilibrado, creía que la nariz era el órgano donde residía el origen de la salud y la enfermedad. Freud, junto a Breuer, defendía en esa época la teoría de la seducción según la cual todas las neurosis estaban causadas por abusos sexuales sufridos en la infancia lo cual convertía a media Viena en delincuente sexual. Eran tal para cual :).

El «sueño de Irma» hubiese sido muy sencillo de analizar de no ser por el intenso afecto que Freud sentía hacia su idealizado Fliess. Más o menos la trama del sueño es como sigue: en una habitación llena de médicos, entre los que está Fliess, Freud reprocha a una paciente que la única culpable de su enfermedad es ella misma. Ante las quejas de Irma, Freud la examina y termina culpando a su amigo Otto que le había puesto una inyección con una «jeringa que no estaba limpia». En realidad, Irma es Emma Eckstein, paciente aquejada de graves hemorragias nasales causadas por una intervención quirúrgica negligente de Fliess. El sueño de Freud no tiene el sentido que el padre del psicoanálisis le atribuye en La interpretación de los sueños: reforzar su autoestima frente a la ineptitud del resto de médicos y engaños de los pacientes.  El encubrimiento de Emma Eckstein señala a Fliess como culpable pero Freud es incapaz de aceptarlo por la «dependencia erótica homosexual» de su relación. Así lo confiesa muchos años después el propio Freud.

Una de las razones de que ese retrato idealizado permaneciera intacto durante tanto tiempo residió en que a Freud le costó años llegar a reconocer, y elaborar, el ingrediente erótico de esa dependencia. «Nadie puede reemplazar para mí —le confesó a Fliess en una ocasión— la compañía del amigo, exigida por una vertiente especial, tal vez femenina.» Eso ocurrió ya hacia el final de su amistad, en 1900. Un año más tarde volvió sobre el tema, con un matiz de reproche deslizándose en su objetivo comentario autobiográfico: «No comparto tu desprecio por la amistad entre hombres, probablemente porque en gran medida me interesa. En mi vida, como bien sabes, la mujer nunca ha reemplazado al camarada, al amigo». Freud efectuó esa autoevaluación cuando su intimidad con Fliess estaba decreciendo y podía permitirse la perspicacia. En 1910, recordando todo aquel fatal episodio, Freud le dijo llanamente a varios de sus discípulos más próximos que en su apego a Fliess había existido un elemento homosexual. Pero en 1895 y 1896 Freud sofocó sus dudas acerca de Fliess. Iba a costarle cinco años o más liberarse de esa servidumbre. (p. 114)

Este es un caso muy significativo porque toda la teoría psicoanalítica tiene su origen en el autoanálisis que Freud llevó a cabo en esa década. El sueño de Irma puede servir para demostrar dos cosas bien distintas: o bien que el psicoanálisis es un fraude desde sus comienzos pues nadie está capacitado para psicoanalizarse a sí mismo o bien que el logro de Freud para penetrar en los secretos de su inconsciente es casi milagroso e irrepetible (como una Creación a partir de la nada).

Continuará…

15 comentarios en “Peter Gay: Freud (1989) -capítulos 1 y 2-

  1. A mí lo que más me atrae de Freud es ese retorno a una infancia codificada donde están los cimientos de la personalidad. Es un material sensible, delicado y doloroso. Cuando te acercas a él se deforma, se resiste. Explota cuando menos lo esperas.

    Tiene mucho mérito, aunque haya cometido errores, cómo Freud supo lidiar con temas como su propio Edipo. A nadie en su sano se le ocurriría rozarse por ese tema algo incestuoso 🙂

    1. Gustavo Bueno no es de mis lecturas favoritas. En mi opinión sus libros «serios» son demasiado técnicos. Creo que debes empezar por títulos más divulgativos como «Telebasura y teledemocracia». Estoy más en la onda de Eugenio Trías por la Estética.

      Saludos.

  2. Ha muerto Piglia. Alguna recomendación en especial?

    Lo siento, casi parece esto una lista de necrológicas a lo Sostiene Pereira.

    Un saludo.

    1. Hola Anónimo, https://auladefilosofia.net/?s=piglia

      A mí me gustaba más como crítico que como narrador. Formas breves es un texto estrictamente de crítica literaria pero en un estilo fragmentario, no sistemático. La ciudad ausente es su gran novela, donde confluyen todas los escritores que lo inspiran: Macedonio, Borges, Joyce…

      Me gustó también El camino de Ida. Pero cuando los escritores hablan de escritores y el mundo universitario no acaba de convencerme. Parece que no hacen sino mirarse el ombligo.

      Saludos.

    1. Hola anónimo, hay una buena introducción de Walter Kaufmann traducida al español en Alianza editorial. Luego están las lecciones de Kojève traducidas en Trotta. Tanto las Lecciones sobre Filosofía de la Historia como la Fenomenología del Espíritu son asequibles si cuentas con una buena traducción. Evita Fondo de Cultura Económica. Mejor Pre-textos o Abada.

      Saludos.

  3. Muchas gracias. Empezaré con la Fenomenología del Espíritu de Pre-Textos. A ver si consigo entender lo que significan fenomenología y espíritu para él… ejejejeje

    Un fallo importante de la carrera de filosofía (hablo desde mi experiencia) es dar de pasada los autores «hueso» tipo Platón, Aristóteles, Kant, Hegel, Husserl, Heidegger, etc, para centrarse más en los actuales, marginales o posmodernos; ya que se cuenta con que el alumno a lo largo largo de su vida DEBE leer el CANON. Creo que es un error. Ahora mismo he de enfrentarme a unas oposiciones de filo y tengo la cabeza llena de Foucaults, Onfrays y Helen Cixous y no tengo ni idea de los pilares fundamentales.

    Un saludo.

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