Frédéric Pajak: La inmensa soledad (2011)

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Frédéric Pajak: La inmensa soledad. Con Friedrich Nietezsche y Cesare Pavese, huérfanos bajo el cielo de Turín. Javier del Prado Biezma (tr.) Madrid: errata naturae, 2015.

Las imágenes lo invaden todo. Es un signo de nuestro tiempo. No es de extrañar que surjan «novelas gráficas» o «ensayos gráficos», como este trabajo sobre Nietzsche y Pavese del francés Frédérik Pajak, galardonado con el Premio Médicis 2012 por Manifiesto Incierto, dedicado a Walter Benjamin.

Diría Baudrillard que la distinción entre alta y baja cultura es algo fractal. Se reproduce con facilidad en cada uno de los géneros de la «cultura popular», de donde es originario el cómic. Con Pajak la alta cultura ha secuestrado el cómic y lo ha transformado en «ensayo gráfico». Es un desplazamiento que ha ocurrido cientos de veces en la historia de la literatura: léase Señales de humo de Rafael Reig.

Sea como sea, el resultado final es, en mi opinión, irregular. Desde el punto de vista de un «ensayo tradicional» el libro de Pajak es bien poca cosa. Nietsche y Pavese no tienen nada en común excepto que sus tragedias personales tuvieron lugar en Turín, perdieron a sus padres a edad temprana y tenían severas dificultades para relacionarse con las mujeres. Es un apunte de Chirico, lector ferviente de Nietzsche y amante del otoño turinés, quien añade algo un poco más significativo: «[Chirico] compara Así habló Zaratustra con Las aventuras de Pinocho: «La obra posee una extrañeza que nos acerca a las sensaciones de un niño, pero uno se da cuenta de que quien la creó lo hizo con conocimiento de causa».» (p. 269). Así, con sus máscaras de Pinocho, con su mirada mágica para contemplar el mundo desde la perspectiva del niño de Heráclito, aparecen Nietzsche y Pavese en la portada.

Para quien conozca los detalles de los últimos días de Nietzsche en Turín y la posterior agonía en el psiquiátrico-prisión de Jena, el libro de Pajak le resultará algo «ya visto». Otra vez la última carta a Cosima Wagner, el triste delirio megalómano en la correspondencia general, el lamento a posteriori de su amigo Overbeck de no haberle quitado la vida en lugar de entregarlo a los médicos… Tampoco es original la lectura de Nietzsche: también «ya visto» que no era nazi, que no era antisemita y que su filosofía se resume en desarrollar cómo «la existencia y el mundo sólo están justificados en tanto que fenómeno estético»,  en cómo el hombre puede, en un arrebato dionisiaco, convertirse en obra de arte. Participo de esta interpretación tomada de Deleuze aunque no deja de parecerme que encierra en el fondo una cierta disculpa o irresponsabilidad política.

Ahora bien, es en el aspecto gráfico donde las ilustraciones de Pajak ofrecen algo novedoso. Es asombrosa la habilidad del autor para el retrato. Resultan impactantes la intensidad y la locura en los ojos de Nietzsche o la tristeza en la expresión del autor de El oficio de vivir.

 

 

8 comentarios en “Frédéric Pajak: La inmensa soledad (2011)

  1. Hola Eugenio

    Me parece que lo hicieron mejor Onfray y Le Roy, aunque sólo se trataba a Nietzche y fue posterior al trabajo de Pajak.
    Tengo una opinión feliz acerca del tratamiento que se hace con la novela gráfica, y es que bajo el agotamiento del cómic (que podríamos llamar ‘clásico’) de superhéroes y seres paranormales, que la vida o las enseñanzas de filósofos y escritores sean valiosas es un buen síntoma de que se está revisando qué es lo que de verdad queremos legar a la cultura de masas (o al aglomeramiento contingente de lo que Eco llama ‘los integrados’).
    ¿Piensas que este tratamiento (el lenguaje visual) de la filosofía o la literatura puede servir para sugerir nuevas preguntas en torno a ideas o teorías que se habían dado por concluidas pero que en realidad siguen vigentes y nos acechan más que nunca?
    Hay un libro muy interesante hace este tipo de replanteos acerca de asuntos que se dan por terminados, pero guardan un sinfín de análisis y revisiones como lo es ‘No derrames tus lágrimas por nadie que viva en estas calles’ del autor Patricio Pron. Dejo la referencia por si lo quieres discutir en un futuro.
    Abrazo
    Raúl

    1. Hola Raúl, el problema que veo en este éxito reciente de la novela gráfica o el ensayo gráfico es que su público es el mismo que antes leía ensayos o novelas. Ha habido un secuestro de la forma cómic para ponerla al servicio de otros intereses pero no creo que esto vaya a significar más lectores de Nietzsche o Pavese.

      Creo que poner las imágenes al servicio para estirar las ideas o ficciones de siempre puede ser interesante para cierto tipo de lector pero no va a arrojar ninguna luz nueva sobre ellas. Las imágenes tienen su lenguaje y su tema propio. Van a su aire.

      No conozco la obra de Pron. Muchas gracias por la referencia.

  2. Hola Eugenio, ando aquí liada con las programaciones y entonces me vino a la cabeza tu entrada; utilizo mucho con los alumnos recursos alternativos a la lectura (ya te dije alguna vez que los trabajos que hacemos se parecen a veces más a una clase de plástica o música), por eso me parece interesante ese libro y no dejo de darle vueltas a lo que comentas. En el fondo no creo que haya ideas puras, más bien habitan en un imaginario donde se mezclan significados y experiencias directas. Esa importancia de lo cotidiano, de los detalles pequeños y concretos, se ve muy bien, por ejemplo, en las historias contadas por J Sacco. Es también como cuando tú pones esa viñeta de El Roto sobre lo que se aprende realmente en los centros educativos (Sí, así es, “Foucault muy bien explicado”). Para mí es absurdo creer que la gente pensará o sabrá cosas después de haber leído 400 libros o haber estudiado 400 asignaturas, no, para hacer pensar se puede partir de una imagen, un relato corto, una idea expresada con brevedad, y dejar que el otro exprese lo que piensa o le sugiere; a partir de ahí, ya se pueden leer “grandes obras” sin adoctrinamientos. (En general me parece contraproducente lo que suele entenderse como “fomento de la lectura”).
    También te quería comentar, en otro sentido, lo que dices sobre lo que tenían en común Nietzsche y Pavese: Respecto a Turín y a la orfandad, no me parece poca cosa, y respecto a “las dificultades para relacionarse con las mujeres”, a algunas nos molesta ese “las” generalizador; las mujeres somos diferentes, como lo eran Lou Andreas Salomé, Helene von Druskowitz, o Elisabeth Nietzsche (De ellas me encanta la primera, en algo la segunda y, para nada la última. Creo que también fue más o menos así para el pensador).
    Me alegra mucho que vuelvas a escribir en tu página. Un abrazo,
    Marisa

    1. Hola Marisa,

      qué lata las programaciones. Las hice en una tarde. Espero que nadie las lea 🙂

      El Roto con sus viñetas piensa y nos hace pensar. Pero me da tristeza cuando las saco en clase y la mayoría de los alumnos se quedan fríos. Como cuando una chica o un chico no cumple sus estereotipos. En lugar de pedir más lo rechazan porque es raro y de las cosas raras se sospecha 🙂

      El «fomento de la lectura» es una desgracia. Lo más interesante que aprendí de los alumnos el año pasado fue la saga Bioshock de Ken Levine, videojuegos. No conseguí nada con los libros. Cuando digo «nada» me refiero a esa chispa que lleva a otro libro y a otro y a otro…

      Pajak mismo reconoce que montar un ensayo que relaciona a Nietzsche y a Pavese tiene poco fundamento. Lo hace en un tono algo masoquista.

      Pavese y Nietzsche eran algo misóginos. Algo se le pega a Pajak en su modo de expresarse. Hubiera hecho mejor matizando más como haces tú pero da la sensación de que Pajak procede por inmersión, como si fuera un actor, metiéndose en la piel del filósofo, memorizando cada calle de Turín.

      Hace 10 años ya de esta peregrinación en Turín:

      He tenido que reducir mucho la lectura. Escribo mucho menos. Migrañas. ¿Qué se le va a hacer? La verdad es que leo menos pero pienso más 🙂

      Un abrazo.

      Eugenio.

  3. Buenas tardes.

    ¿Hasta que punto merece la pena tanto este Nietzsche-Pavese como el de Benjamin? ¿Son entretenimiento o aportan algo de profundidad?

    Saludos!

    1. Hola Anónimo, creo que depende de cuánto conozcas al autor. A Pavese y a Nietzsche los conocía muy bien y el libro de Pajak me aportó poco. Sin embargo, la tetralogía de Benjamin creo que va a ser muy importante en España porque, a pesar de las apariencias, no se le conoce en profundidad. Me gustó el primer tomo. Aprendí cosas que no sabía y algunas ilustraciones no son sólo un apoyo al discurso sino que valen como arte en sí mismo.

      Saludos.

  4. Buenas tardes.

    Qué opinión le merece El oficio de vivir?

    A mí me encanta. Tiene una bilis venenosa que se infiltra por el cuerpo gracias a su gran prosa. Es prácticamente terapéutico, como Pessoa, B. Thomas, Celine o Cesar Vallejo. Escritores que a pesar de todo te hacen estar vivo.

    Un saludo.

    1. Hola anónimo, uno de los momentos más felices de mi juventud fue romperme un hueso del pie y tener que estar postrado 45 días en los que leí El libro del desasosiego de Pessoa, Escuela de mandarines de Miguel Espinosa, y El oficio de vivir de Pavese. La felicidad absoluta.

      Un abrazo.

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