Lang: Metrópolis (1927)

I.Introducción

Metrópolis (Lang, 1927) es una obra maestra del cine de ciencia-ficción de todos los tiempos.

Su director Fritz Lang, nacido en Viena en 1890, fue hijo de Anton Lang, arquitecto jefe de la ciudad, y de Paula Schlesinger, de ascendencia judía. El propio Lang comenzaría los estudios de arquitectura para terminar entregándose más tarde al incipiente medio cinematográfico. Su formación inicial es importante para comprender Metrópolis pues uno de sus elementos más recordados es el diseño arquitectónico futurista. El propio Lang contaba que tuvo la idea original de Metrópolis en 1924, al contemplar desde el puerto los rascacielos de Nueva York en la noche.

El guión de Metrópolis fue obra de Thea von Harbou (Baviera, 1888–Berlín, 1954), aristócrata prusiana y esposa de Lang desde 1922 a 1933. Mientras que Harbou se afilió al partido nazi en 1932, Lang, que no compartía las ideas del partido (recuérdese su ascendencia judía), tuvo que huir de Alemania al día siguiente de rehúsar la propuesta de Joseph Goebbels para dirigir los estudios cinematográficos alemanes UFA. Este episodio biográfico es también relevante para comprender Metrópolis. El diseño visual de los escenarios es de Lang, pero la historia es de von Harbou que incluso publicó una novela del mismo título en 1926. La solución ideológica propuesta por von Harbou frente al desafío que planteaban el progreso científico-tecnológico y la decadencia moral, política y artística en la Alemania de los años veinte se inclina en muchos aspectos hacia el fascismo y el antisemitismo, y contiene una condena explícita de la revolución obrera.

Fritz Lang y Thea von Harbou, 1923.

Antes de huir primero a París y, más tarde a Estados Unidos, Fritz Lang dirigió otro clásico del cine que no debes perderte, M, el vampiro de Düsseldorf (1931) donde pone en cuestión la diferencia entre banqueros y ladrones, policías y delincuentes, políticos y mafiosos. Durante su etapa en Hollywood se especializó en el cine negro con títulos memorables como La mujer del cuadro (1944), recreación del mito de la mujer fatal, y Los sobornados (1953), donde retoma el tema de la corrupción y las difusas relaciones entre la ley y el hampa. Murió en Los Ángeles en 1976.

En junio de 2008 se halló una copia casi completa de la película en el Museo del Cine de Buenos Aires. A partir de ella se ha vuelto a reconstruir y reeditar la película. La nueva versión, estrenada en la 60 edición de la Berlinale en 2010, se acerca bastante a la original y tiene una duración de 143 minutos.

II. Argumento

Ambientada en una gigantesca ciudad futurista del año 2026 nos muestra una sociedad en crisis que, curiosamente, enfrentaba los mismos desafíos que el Berlín de los años veinte. Lang presenta dos clases sociales claramente diferenciadas: la clase dominante, que posee en exclusiva el poder económico e intelectual, vive en medio del lujo en la superficie, y la clase de los trabajadores, al servicio de las máquinas, habita una ciudad infame excavada en el subsuelo. El líder de la clase superior, director-amo de la ciudad, es Johan Fredersen. Los hijos de la clase social dominante viven en el «Club de los hijos» dedicados al ocio y al disfrute sensual. Freder, el hijo de Johan, conoce a María que, rodeada de niños-obreros, penetra en el «Club de los hijos» para mostrar a los privilegiados la cruda realidad de los trabajadores. Freder se enamora perdidamente y, al perseguirla, conoce las verdaderas condiciones materiales de vida de la clase trabajadora. En la fábrica, cuyas máquinas sostienen la gran ciudad, tiene una visión del progreso tecnológico que se le muestra bajo la forma Moloch o Baal, malvada deidad del Antiguo Testamento que se alimenta de sacrificios humanos.

Cuando Freder informa a su padre de las terribles condiciones de vida de los trabajadores este se muestra indiferente por lo que decide unirse a la causa de María. Disfrazado de obrero desciende hasta las catacumbas de Metrópolis para asistir a una arenga de María que, rodeada de cruces, profetiza la llegada de un Mediador, capaz de aunar el cerebro y las manos, la élite y los trabajadores.

El director-amo Fredersen, temiendo una revuelta de los obreros, contacta con el científico Rotwang. Este vive en una casa en cuya puerta hay una estrella de cinco puntas. Habitualmente la estrella de cinco puntas está asociada a la magia y la alquimia. Por desgracia, es inevitable ver cierto tono profético en estas imágenes: pocos años después los nazis marcarán las casas de los judíos con la estrella de David, una estrella de seis puntas.

Rotwang enseña a Fredersen un robot que contiene el espíritu de su difunta esposa Hel. Odia a Fredersen pues este había tenido un amorío con Hel y ella había muerto al dar a luz al hijo de ambos, Freder. De todos modos, ayuda a Fredersen a encontrar las catacumbas y espiar las reuniones de los obreros con María. Temiendo la revolución, Fredersen le pide a Rotwang que de al robot el aspecto de María para que esta los incite a una revolución que le sirva de excusa para una represión violenta. Sin embargo, Rotwang tiene otros planes: dará al robot instrucciones no sólo para que subleve a los trabajadores sino para que también destruya el mundo de Frederer sembrando la discordia y liberando a la Muerte más los siete pecados capitales.

Rotwang captura a la auténtica María y en un proceso alquímico memorable da al robot el aspecto de la heroína.

Esta María malvada provoca a los trabajadores para que destruyan las máquinas que los esclavizan. También aparece como bailarina en el cabaret Yoshiwara donde los adinerados asistentes, ciegos de deseo, se matan entre ellos. Los trabajadores destruyen la «Máquina Corazón» que proporciona la energía a la ciudad de Metrópolis y causan la inundación de su propia ciudad, poniendo en peligro la vida de sus hijos.

Fredersen escucha a Rotwang contarle a la verdadera María sus planes de venganza. Se enfrenta a él y María queda libre.  Ella y Freder consiguen rescatar a los niños de la inundación de la ciudad de los trabajadores. Mientras tanto, cuando estos son advertidos por su capataz Grot del peligro que corren sus hijos invaden la ciudad para perseguir a la María robot y quemarla como si fuese una bruja. En la hoguera, la falsa María revela su naturaleza metálica y la masa queda atónita y perpleja.

Rotwang enloquece y confunde a la auténtica María con su esposa Hel y quiere llevársela consigo a la tumba. Freder los persigue y consigue salvarla. Finalmente, a las puertas de la catedral se escenifica el pacto entre las clase dominante y la clase trabajadora en un apretón de manos entre Johan y Grot, sirviendo Freder de mediador. «El mediador entre el cerebro y la mano ha de ser el corazón», concluye la película, una especie de armonía platónica en la que suenan adecuadamente las partes del alma y el Estado. Esta idea final, afín también a la ideología del Partido Nacional-Socialista de los Trabajadores de Alemania, era uno de los motivos por los que años después Fritz Lang renegaba de la película.

III. Aspectos filosóficos

Los ideas relacionadas con la Filosofía que podemos entresacar de esta obra maestra de Fritz Lang son múltiples:

1. El desafío al que se enfrentaba la sociedad alemana en los años veinte era doble. Por un lado, las consecuencias del capitalismo y el progreso científico-tecnológico y, por otro, la decadencia moral, política y artística. El progreso tecnológico condenaba a las masas de trabajadores a la alienación total. No hay imágenes más potentes para ilustrar la idea de alienación económica en Marx que las del cambio de turno en Metrópolis. Puedes verlo en el vídeo de arriba. El progreso tecnológico, encarnación de Moloch o Baal, se cobra su precio en el sacrificio de una gran mayoría que debe entregar su carne y su sangre a las máquinas. En cuanto a la decadencia moral, política y artística está representada por la relajación de las costumbres sexuales (lesbianismo, travestismo…), las vanguardias artísticas y la música negra, el jazz. Estos planos resumen la mentalidad general de la época. También puedes hacerte una idea de este ambiente cultural leyendo El lobo estepario de Hermann Hesse.

Ante este panorama se abren dos posibilidades: una, la violencia desatada de la clase oprimida que termina en la destrucción de las máquinas y la anarquía. Las imágenes de las masas destruyendo la ciudad y quemando brujas son una advertencia contra cualquier tipo de revolución obrera.

Otra, la única viable, es el fascismo, la acomodación del proletariado a los intereses de la élite, una mezcla de capitalismo y exaltación nacional, con el trasfondo de la religión cristiana.

2. También está presente la visión pesimista de Freud acerca de la naturaleza humana. El fondo del hombre es un inconsciente compuesto de pulsiones sexuales y agresivas que, en caso de no ser reprimidas, provocarán el derrumbamiento del orden social. El deseo humano, la vieja Babilonia bíblica, sigue siendo la fuente de todos los males. Son muy reveladores los planos con multitud de ojos. Recuerda que la vista es el símbolo del deseo desde que Edipo se arrancara los ojos por haber cometido incesto.

Otro elemento freudiano es la desesperación que experimenta Frederer cuando se encuentra a su padre con la falsa María en actitud amorosa. Ver a su amada en brazos del padre le causa una terrible conmoción edípica.

3. Es evidente la mención tácita al superhombre de Nietzsche en la figura del hombre del futuro, el hombre máquina. Sin embargo, esta visión no tiene nada que ver con el mediodía predicho por Zaratustra sino con la consumación de una sociedad deshumanizada, robotizada. El mito del peligro inevitable que acompaña a la ciencia y la tecnología tiene sus comienzos en Frankenstein y alcanza en Metrópolis uno de sus imaginarios más poderosos e influyentes. Terminator (Cameron, 1984) o Matrix (Wachovsky, 1999) no son más que actualizaciones de esta idea romántica primigenia.

4. El nihilismo del robot María llega al extremo no sólo de celebrar la catástrofe del orden social sino que ríe mientras arde en la hoguera. Es impactante la escena en que invita a la muchedumbre de privilegiados a contemplar la destrucción de la ciudad por pura diversión. Recuerda al Jünger de Radiaciones II contemplando en la noche desde las azoteas de París los bombardeos aliados o también el comentario de Stockhausen sobre el atentado contra las Torres Gemelas afirmando que había sido una extraordinaria obra de arte.

5. Otro tema filosófico relevante es el planteamiento innovador de la relación mente-cuerpo a partir de la posibilidad de la inteligencia artificial: el almacenamiento del alma en un cuerpo robótico.

6. La película no tuvo demasiado éxito debido a la visión pesimista que ofrece del progreso científico-técnico. La confianza ciega en la idea de progreso era la norma en la época y una distopía como la de Lang estaba demasiado avanzada para su época.

7. La parábola de la Torre de Babel tal y como la cuenta María es muy diferente de la versión del Antiguo Testamento. En el Antiguo Testamento Dios castiga la soberbia de los hombres, mientras que en la versión de María son los trabajadores oprimidos los que destruyen la obra de la élite dominante. El capitalismo y el progreso científico simbolizados por la gigantesca torre son la causa de la catástrofe pues engendran la lucha de clases. El mensaje final es claro. Sólo hay dos opciones posibles: o el fascismo, una mezcla de capitalismo y exaltación de la nación, la heimat, o el apocalipsis de la revolución obrera.

8. No cabe pasar por alto el antisemitismo y el racismo presentes en la cinta de Lang. El antisemitismo está claro en la figura del malvado Rotwang, creador del robot que conduce a las masas a su perdición. El personaje es sistemáticamente asociado al judaísmo: la estrella de cinco puntas en la puerta de su casa recuerda a la estrella de David, es el causante de la revolución obrera como el judío Marx, crea y cree en un falso Mesías.  En el lado opuesto está la figura cristiana de María. Esta predica en las catacumbas rodeada de cruces. Anuncia la llegada del verdadero Mesías y la reconciliación de la humanidad a través del Amor. Para colmo, el pacto final se realiza a las puertas de una catedral. En cuanto al racismo, recuerda que la falsa María, la madre Babilonia, surge en el cabaret Yoshiwara sobre un pedestal sostenido por bestias infernales, que en la película son esclavos negros que terminan convirtiéndose en los siete pecados capitales.

Ficha técnica

Dirección: Fritz Lang.

Producción: Erich Pommer.

Guion: Fritz Lang, Thea von Harbou.

Música: Gottfried Huppertz.

Fotografía: Karl Freund, Gunther Rittau

Reparto: Brigitte Helm (María), Gustav Fröhlich (Freder), Alfred Abel (Johan Fredersen), Rudolf Klein-Rögge (Rotwang)

País: Alemania

Año: 1927

Género: Ciencia ficción

Duración: 210 minutos (premiere alemana), 123 minutos (restauración año 2002), 92 minutos (versión EEUU año 1927), 143 min. (restauración de 2009 sobre la copia íntegra encontrada en Buenos Aires en 2008)

– Productora: UFA

Distribución: UFA

Enlaces

  1. Metrópolis en Wikipedia
  2. Fritz Lang en Wikipedia
  3. Thea von Harbou en Wikipedia
  4. M, el vampiro de Düsseldorf en elperiodicomasbreve 

20 comentarios en “Lang: Metrópolis (1927)

  1. Pues a ver si la remasterizan y le ponen voces, que es un tormento el cine mudo. Y de paso que le pongan color =(

  2. Exelente tu análisis, otro punto esto es a razón personal, muchas cosas van encaminadas al final desde otro punto de vista ; El apretón de manos puede significar también que la ¨mente¨ pudiera ser la razón, tal vez las manos pudieran ser las acciones del hombre, solo el hombre es capaz de hacer eso consigo mismo la tecnologia, la religion, etc, todos son solo medios que nos pueden ayudar a llegar a ese punto pero a su vez son distracciones, solo si la mente y las manos se reconcilian pudiera nacer otro hombre ¨el superhombre¨. Esto es algo asi en resumen. El punto es que veo tambien la obra como una metáfora sobre la condicion humana para llegar a ser mejores humanos no precisamente como dice Nietzsche pero algo parecido.
    Saludos.

  3. Saludos Eugenio Sánchez ,te comento que el Arq Mario Ramirez docente De la Universidad de San Carlos de Guatemala, de la asignatura de teoría de la comunicación, de la licenciatura de arquitectura, nos propuso a los profesores presentar dicha película a nuestros alumnos, y asido un logro unir temas diversos de la comunicación , el conocimiento, los signos, códigos y la ideología histórica, que presenta con un pronostico al futuro el cual hoy vivimos , siendo tan actual su argumentación. creando retos a nuestros futuros arquitectos . no esta de mas la creatividad de la obra .
    felicitaciones por intercambiar tus conocimientos.

  4. Saludos Eugenio,
    Primero felicitarte por tan buen análisis de esta película que para mi esta entre las mejores de todos los tiempos sobre todo por los temas que trata tan avanzados a su tiempo, Un aporte de un tema interesante que vi en la película es el hecho de como Maria-Robot (que es un ser creado tecnológicamente) dirige a las masas de trabajadores, pero estos son engañados por el acto en si (la destrucción que están provocando) y ademas son engañados al ser una maquina la cual ellos creen que es humana y cuando esta se quema en la hoguera su asombro es notorio al ver este tipo de tecnología que ellos jamas habían visto (es mi escena favorita). Esto nos lleva a pensar cuantas veces nos han engañado con maquinas haciéndonos creer que quienes están allí son seres humanos como nosotros?, quien nos dirige realmente: humanos trabajando con maquinas? o maquinas haciendo de humanos?
    Gracias

  5. Hola Benring, es conveniente que pongas las tildes porque facilita la lectura. A lo mejor tu teclado no lo permite. En cualquier caso, ayer pensaba que 2023 no está tan lejos y seguro que no tendremos Nexus 6 para entonces. Tampoco una inteligencia artificial en la nube que nos controle. Seguimos enfocando mal el problema de la técnica atribuyéndole todos los males cuando en el fondo es nuestra única salida.

    Saludos.

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