Algunas ilustraciones de lo que suele llamarse el “cerebro emocional” y que se corresponde con el sistema límbico. Este incluye una serie de regiones cerebrales como la corteza límbica, el tálamo, el hipotálamo, la amígdala y el hipocampo, fundamentales para la gestión de las emociones. Es el primer cerebro con el que nos dotó la evolución y hace posible que reconozcamos y recordemos nuestras emociones y las de los demás, un logro fundamental para terminar convirtiéndonos en los animales sociales que somos.

Carlson, N.: Fisiología de la conducta. 8ª ed. Madrid: Addison Wesley, 2005, p. 93

Carlson, N.: Fisiología de la conducta. 8ª ed. Madrid: Addison Wesley, 2005, p. 92

En el caso de esta animación el cerebro emocional se corresponde con el paleocerebro:

Bibliografía

Carlson, N.: Fisiología de la conducta. 8ª ed. Madrid: Addison Wesley, 2005