Platón: República. Libro VII, 514a – 521d. Eggers Lan, C. (tr.) Madrid: Editorial Gredos, 1986.
1. Descripción de la caverna
[514 a] Después de eso -proseguí- compara nuestra naturaleza respecto de su educación y de su falta de educación con una experiencia como ésta. Represéntate hombres en una morada subterránea en forma de caverna, que tiene la entrada abierta en toda su extensión, a la luz. En ella están desde niños con las piernas y el cuello encadenados, de modo que deben permanecer allí y mirar sólo delante de ellos, porque las cadenas [514b] les impiden girar en derredor la cabeza. Más arriba y más lejos se halla la luz de un fuego que brilla detrás de ellos; y entre el fuego y los prisioneros hay un camino más alto, junto al cual imagínate un tabique construido de lado a lado, como el biombo que los titiriteros levantan delante del público para mostrar, por encima del biombo, los muñecos.
– Me lo imagino.
– Imagínate ahora que, del otro lado del tabique, pasan sombras que llevan toda clase de utensilios y [515 a] figurillas de hombres y otros animales, hechos en piedra y madera y de diversas clases; y entre los que pasan unos hablan y otros callan.
– Extraña comparación haces, y extraños son esos prisioneros.
– Pero como nosotros. Pues en primer lugar, ¿crees que han visto de sí mismos, o unos de los otros, otra cosa que las sombras proyectadas por el fuego en la parte de la caverna que tienen frente a sí?
– [515 b] Claro que no, si toda su vida están forzados a no mover las cabezas.
– ¿Y no sucede lo mismo con los objetos que llevan los que pasan del otro lado del tabique?
– Indudablemente.
– Pues entonces, si dialogaran entre sí, ¿no te parece que entenderían estar nombrando a los objetos que pasan y que ellos ven?
– Necesariamente.
– Y si la prisión contara con un eco desde la pared que tienen frente a sí, y alguno de los que pasan del otro lado del tabique hablara, ¿no piensas que creerían que lo que oyen proviene de la sombra que pasa delante de ellos?
– ¡Por Zeus que sí!
– [515 c] ¿Y que los prisioneros no tendrán por real otra cosa que las sombras de los objetos artificiales transportados?
– Es de toda necesidad.

Puede interpretarse que la alegoría de la caverna simboliza el mundo sensible, aparente y engañoso, o la ciudad ateniense, dominada por la retórica sofista, o, trasladándola a hoy día podemos pensar que la caverna es la televisión, apariencia y engaño. Piensa en esos programas del corazón donde todo es falso, un simulacro: los gritos, las lágrimas, los hechos, los cuerpos retocados por la cirugía estética… O piensa en Matrix (Wachowski, 1999),

O no pienses en Matrix y piensa un poco más…
Por ejemplo, en los comentarios a esta entrada podrás ver que José Ignacio me pregunta:
«Hola Eugenio,
Hace poco vi el show de Truman y a raíz de leer otra vez el mito de la caverna se me ocurrió relacionarlas porque Truman es prisionero en la caverna y sale luego al exterior del reality asimilando esto al momento en que los prisioneros salen de la caverna, pero al margen de esta comparación se me ocurrió otra cosa como es que refleja una sociedad en el que los medios hacen y deshacen por su beneficio sin importarles el daño que puedan causar y que es una sociedad dominada en cierto modo por ellos, y pensándolo bien es nuestra sociedad, la actual donde las medios y en especial la televisión tratan de mantenernos en una “caverna”, quizá estoy equivocado pero por eso escribía para ver si podrias darme otra vision o si lo dicho es más menos correcto.»
Y yo le respondo:
«Hola José Ignacio,
tanto El show de Truman como Matrix sirven muy bien para representar el mito de Platón a un nivel elemental. En Matrix son las máquinas, y en El show de Truman son los medios de comunicación de masas, los que se nos han ido de las manos, los que, como tú dices, nos tienen encerrados en el fondo de una caverna con el objetivo de manipular y someter a la ciudadanía. Si seguimos con esta interpretación del mito se supone que es posible una verdad alternativa que podemos encontrar, por ejemplo, cuando perseguimos la belleza en la literatura o en el arte. Por eso una forma de desvincularse de la caverna es leer a Nietzsche o escuchar a Brahms. Esa sería la versión de El Banquete. En La República habría que perseguir el bien y la justicia social. A este respecto ha aparecido hoy en la prensa una gran noticia: en Australia han condenado a la agencia de calificación Standard & Poor’s por estafa. Te dejo el enlace:http://www.publico.es/dinero/444893/historica-sentencia-contra-standard-and-poor-s-en-australia
Ahora bien, el mito de Platón no es tan ingenuo y tampoco lo son esas películas. Cuando Platón escribe el mito de la caverna no está jugando con la idea de la Belleza sino que tiene un objetivo político muy claro: imponer un sistema político gobernado por un rey-filósofo que trata a los demás como si fuesen ganado. Platón dice que la diversidad de opiniones (algo que es bueno y democrático) pertenece a las sombras de la caverna mientras que la contemplación de la Idea del Bien (un estado racista que practica la eugenesia, prohíbe la libertad de expresión y expulsa el arte de la ciudad) es el objetivo a perseguir.
El mito de la caverna (y en cierto modo Matrix) es fascismo en estado puro. En democracia no existen, gracias a Dios, ni la Idea del Bien ni la Idea de Justicia. Tenemos opiniones y, gracias a las tecnologías de la información, las opiniones a las que tienes acceso, ya sean políticas o artísticas, se hay multiplicado exponencialmente. Ese no es el reino de las sombras del que huir. A mí me parece un buen punto de partida para poder tener una democracia más participativa y una ciudadanía más cultivada. Ahora bien, ¿cómo distinguir las buenas opiniones de las malas? No hay otra manera que estimular la sensibilidad moral, política o estética a través de la lectura, del arte, del diálogo. Esto sí es un proceso lento y arduo y no el que te den ya prefabricada una supuesta Idea del Bien.
Cuando Platón escribe el mito de la caverna ha perdido el sentido del humor y la ironía socrática que mantenía en los primeros diálogos. Peor para él.»
2. Liberación de un prisionero: «ojos llenos de fulgores»
– Examina ahora el caso de una liberación de sus cadenas y de una curación de su ignorancia, qué pasaría si naturalmente les ocurriese esto: que uno de ellos fuera liberado y forzado a levantarse de repente, volver el cuello y marchar mirando a la luz y, al hacer todo esto, sufriera y a causa del encandilamiento fuera incapaz de percibir aquellas cosas cuyas sombras había visto antes. ¿Qué piensas que respondería si se le dijese [515 d] que lo que había visto antes eran fruslerías y que ahora, en cambio, está más próximo a lo real, vuelto hacia cosas más reales y que mira correctamente? Y si se le mostrara cada uno de los objetos que pasan del otro lado del tabique y se le obligara a contestar preguntas sobre lo que son, ¿no piensas que se sentirá en dificultades y que considerará que las cosas que antes veía eran más verdaderas que las que se le muestran ahora?
– Mucho más verdaderas.
– [515 e] Y si se le forzara a mirar hacia la luz misma, ¿no le dolerían los ojos y trataría de eludirla, volviéndose hacia aquellas cosas que podía percibir, por considerar que éstas son realmente más claras que las que se le muestran?
– Así es.
– [516 a] Y si a la fuerza se lo arrastrara por una escarpada y empinada cuesta, sin soltarlo antes de llegar hasta la luz del sol, ¿no sufriría acaso y se irritaría por ser arrastrado y, tras llegar a la luz, tendría los ojos llenos de fulgores que le impedirían ver uno solo de los objetos que ahora decimos que son los verdaderos?
– Por cierto, al menos inmediatamente.
¿Qué ocurriría si alguien fuese liberado y forzado a salir de la caverna?
En principio, le costaría identificar los objetos que pasan tras el tabique porque le molestaría el fuego de la caverna. Si se le preguntara qué le parecía más real, si los objetos o las sombras, se decantaría claramente por las sombras. Si se le dijera que esos objetos son mucho más reales y que ahora su visión está mejor orientada le costaría creerlo. Y si al final se le obligase a mirar al fuego directamente pensaría que, definitivamente, las sombras que veía antes eran más verdaderas.
Así que habría que arrastrarlo a la fuerza fuera de la caverna. El camino hacia fuera es una escarpada cuesta lo que significa que el camino del conocimiento es arduo y difícil. Una vez fuera, se “encadilaría” por la luz del Bien en sí mismo y no sería capaz de percibir ninguno de los objetos que llamamos verdaderos: las ideas. Tendría los “ojos llenos de fulgores” y no soportaría fácilmente la nueva realidad a la que es enfrentado.
Según Jaeger el proceso de salida de la caverna o ascensión al mundo de las Ideas implica un proceso de «conversión» cuasi-religioso que es muy compatible con la consideración de la Idea del Bien como Divinidad. Existe cierto parecido entre lo que Platón cuenta en este párrafo y los problemas de Neo en Matrix para aprender a usar sus ojos o la ceguera de San Pablo cuando, cegado por la luz de Dios, cae del caballo.

3. De las sombras a la luz
– Necesitaría acostumbrarse, para poder llegar a mirar las cosas de arriba. En primer lugar miraría con mayor facilidad las sombras, y después las figuras de los hombres y de los otros objetos reflejados en el agua, luego los hombres y los objetos mismos. A continuación contemplaría de noche lo que hay en el cielo y el cielo [516 b] mismo, mirando la luz de los astros y la luna más fácilmente que, durante el día, el sol y la luz del sol.
– Sin duda.
– Finalmente, pienso, podría percibir el sol, no ya en imágenes en el agua o en otros lugares que le son extraños, sino contemplarlo cómo es en sí y por sí, en su propio ámbito.
– Necesariamente.
– Después de lo cual concluiría, con respecto al sol, que es lo que produce las estaciones y los años y que gobierna todo en el ámbito visible y que de algún modo [516 c] es causa de las cosas que ellos habían visto.
Examinemos ahora el pasaje de la caverna. En él se describen seis estados sucesivos del hombre «con respecto a la educación y a la falta de ella» (514 a):
- Un grupo de hombres está prisionero en una caverna subterránea, con las cabezas sujetas de tal modo que sólo pueden mirar a la pared del fondo de la cueva. A espaldas de los prisioneros un muro cruza la cueva. Por detrás de este muro pasan unos hombres transportando toda suerte de vasijas y estatuas que sobrepasan la altura de la pared. Detrás de estos últimos hay un fuego. Como Ios prisioneros sólo pueden ver sus propias sombras, las de sus compañeros y las de las cosas transportadas por detrás de la pared, entenderán que éstas son las únicas realidades que hay (514 a-515 c). Este estado se corresponde con el grado más bajo de la opinión, la conjetura, es decir, los mitos y religiones.
- Los prisioneros son liberados y obligados a volver sus cabezas hacia el fuego y los objetos transportados, pero no los pueden ver con claridad por causa del deslumbra-miento (515 c 4-c 5). Este otro nivel se corresponde con el grado superior de la opinión, la creencia, que se corresponde con la física de los presocráticos.
- Son llevados a la fuerza al aire libre, pero no pueden soportar la luz del sol, ni ver ninguno de los objetos naturales de su alrededor. Por eso, miran primero las sombras y reflejos de esos objetos (515 e 6-516 a 7). Este nivel se corresponde con el primer nivel de la ciencia, el estudio de los objetos matemáticos.
- los objetos mismos (516 a 8), las estrellas y la luna, hacen referencia al nivel superior de la ciencia, la dialéctica, el conocimiento de las Ideas, y
- el sol. «Y después de esto, colegirían ya con respecto al sol que es él quien produce las estaciones y los años y gobierna todo lo de la región visible, y que es, en cierto modo, el autor de todas aquellas cosas que ellos veían» (516 b 4-c 2). Este es el conocimiento de la Idea Suprema, la Idea del Bien.
4. La caverna vista desde la sabiduría.
– Es evidente que, después de todo esto, arribaría a tales conclusiones.
– Y si se acordara de su primera morada, del tipo de sabiduría existente allí y de sus entonces compañeros de cautiverio, ¿no piensas que se sentiría feliz del cambio y que los compadecería?
– Por cierto.
– Respecto de los honores y elogios que se tributaban unos a otros, y de las recompensas para aquel que con mayor agudeza divisara las sombras de los objetos que pasaban detrás del tabique, y para el que mejor se acordase de cuáles habían desfilado habitualmente antes y cuáles después, y para aquel de ellos que fuese [516 d] capaz de adivinar lo que iba a pasar, ¿te parece que estaría deseoso de todo eso y que envidiaría a los más honrados y poderosos entre aquéllos? ¿O más bien no le pasaría como al Aquiles de Homero, y “preferiría ser un labrador que fuera siervo de un hombre pobre” o soportar cualquier otra cosa, antes que volver a su anterior modo de opinar y a aquella vida?
– Así creo también yo, que padecería cualquier cosa [516 e] antes que soportar aquella vida.
El filósofo, una vez que ha alcanzado el conocimiento de las Ideas, se compadecería de los que todavía siguen en la caverna y contemplaría con escepticismo todos los “honores y elogios” que dentro de la caverna se tributan unos a otros según sepan adivinar qué sombras siguen a qué otras. Podemos ver en estos «aventajados» de la caverna a los políticos de la época de Platón, educados en la retórica sofística y expertos en el arte de la mentira y la manipulación, en el arte de hacer pasar como realidad lo que no son más que sombras o patrañas. Trasladando a hoy día la metáfora de Platón podemos ver en estos falsos sabios a los adictos al televisor, expertos en los montajes de la prensa rosa o en la más rabiosa actualidad de los equipos de fútbol. El filósofo preferiría morir antes que volver a tener que sufrir una vida semejante.

5. Peligros del retorno a la caverna
– Piensa ahora esto: si descendiera nuevamente y ocupara su propio asiento, ¿no tendría ofuscados los ojos por las tinieblas, al llegar repentinamente del sol?
– Sin duda.
– Y si tuviera que discriminar de nuevo aquellas sombras, en ardua competencia con aquellos que han conservado en todo momento las cadenas, y viera confusamente hasta que sus ojos se reacomodaran a ese [517 a] estado y se acostumbraran en un tiempo nada breve, ¿no se expondría al ridículo y a que se dijera de él que, por haber subido hasta lo alto, se había estropeado los ojos, y que ni siquiera valdría la pena intentar marchar hacia arriba? Y si intentase desatarlos y conducirlos hacia la luz, ¿no lo matarían, si pudieran tenerlo en sus manos y matarlo?
– Seguramente.
Si el filósofo regresase a la caverna ya no sería capaz de ver en la oscuridad, no sería capaz de desenvolverse en el mundo de las sombras donde lo que importa no es la verdad sino la mentira. Si intentase acostumbrarse de nuevo a las tinieblas terminaría por hacer el ridículo y considerarían que se ha estropeado los ojos con esa locura de las Ideas, que no merece la pena el camino hacia arriba del conocimiento. Si al filósofo se le ocurriese desatarlos y conducirlos hacia la luz lo matarían. Platón piensa en el caso de Sócrates pero no cabe duda de que en la historia abundan los ejemplos: Cristo, Gandhi, Luther King… ¿No tiene, pues, salvación la ciudad? La alegoría de la caverna no lo dice, pero parece dar a entender lo siguiente: solamente si todos son liberados de las cadenas de la oscuridad y encaminados hacia la luz – aunque no lleguen a ella, pero sospechen de su existencia podrán aceptar las enseñanzas y el gobierno de los filósofos. Todos deben ser educados – hasta donde puedan- , si se quiere que la ciudad de las sombras se convierta en la ciudad de la luz.

6. Interpretación platónica de la alegoría: mundo visible-mundo inteligible.
– Pues bien querido Glaucón, debemos aplicar [517 b] íntegra esta alegoría a lo que anteriormente ha sido dicho, comparando la región que se manifiesta por medio de la vista con la morada–prisión, y la luz del fuego que hay en ella con el poder del sol; compara, por otro lado, el ascenso y contemplación de las cosas de arriba con el camino del alma hacia el ámbito inteligible, y no te equivocarás en cuanto a lo que estoy esperando, y que es lo que deseas oír. Dios sabe si esto es realmente cierto; en todo caso, lo que a mí me parece es que lo que [517 c] dentro de lo cognoscible se ve al final, y con dificultad, es la Idea del Bien. Una vez percibida, ha de concluirse que es la causa de todas las cosas rectas y bellas, que en el ámbito visible ha engendrado la luz y al señor de ésta, y que en el ámbito inteligible es señora y productora de la verdad y de la inteligencia, y que es necesario tenerla en vista para poder obrar con sabiduría tanto en lo privado como en lo público.
– Comparto tu pensamiento, en la medida que me es posible.
Platón da las claves para interpretar la alegoría de la caverna y nos remite a lo que ha dicho anteriormente. Platón puede estarse refiriendo a la alegoría del Sol en la que compara la Idea del Bien con dicho astro y al famoso pasaje de la línea.
– Si nos decidimos por el pasaje de la línea vemos que Platón describe los grados del conocimiento en relación con los grados del ser, representándolos sobre una línea cortada en segmentos (de tal manera que permita establecer proporciones geométricas):
Mundo visible (génesis, devenir, cambio) |
Mundo inteligible (ousía, sustancia, ser) |
||
Imágenes |
Cosas |
Objetos matemáticos |
Ideas |
Eikasia-Conjeturas |
Pistis-Creencias |
Dianoia-Razón discursiva |
Nóesis-Inteligencia intuitiva |
Mitos, Historia |
Física |
Matemáticas |
Dialéctica |
Doxa-Opinión |
Episteme-Ciencia |
Como se ve en este esquema, Platón habla de cuatro grados de conocimiento. “Grado” significa escalón; por tanto, se trata de ir ascendiendo en los conocimientos. Primero, las imágenes del mundo (Eikasia-Conjeturas): quizá la literatura, la historia y las bellas artes. Segundo, el estudio de las cosas naturales (Pistis-Creencias): la física. Luego, el estudio de los astros: la astronomía, es decir, las matemáticas (Dianoia-Razón discursiva). Por fin, el cielo diurno y el sol (que representan el mundo de las Ideas y la Idea del Bien): la dialéctica (Nóesis-Inteligencia intuitiva). La alegoría traza una clara divisoria entre los dos primeros grados (mundo de “abajo”) y los otros dos (mundo de “arriba”). La mayoría de los ciudadanos sólo son capaces de alcanzar los dos primeros grados. Quien consigue pasar al tercero, ya no contempla “cosas”, sino únicamente ideas (ideas o entidades matemáticas); ello le prepara para el último grado de conocimiento: descubrir el mundo de las Ideas, en cuya cumbre está la Idea del Bien. Una vez que conoce lo Bueno, lo Justo, lo Bello… en-sí mismo, se ve ya libre de las falsas ideas (opiniones) que se había hecho sobre todo esto, y se convierte en filósofo (o filósofa). Ya está en disposición de gobernar la ciudad.

Hay que insistir en que Platón distingue dos formas generales de conocimiento: la opinión y la ciencia. No es una novedad: tal distinción se encontraba ya en Parménides, por ejemplo. La opinión es el conocimiento sensible de las cosas de este mundo (el mundo visible), mundo de lo que se engendra y del devenir (cambio). La ciencia sólo puede versar acerca del mundo de las Ideas (o mundo inteligible), es decir, acerca del Ser (ousía) eterno e inmutable. La física no fue considerada por Platón como verdadera “ciencia”, pues versa sobre objetos móviles.
– En cambio si aplicamos la alegoría del Sol habría que interpretar la alegoría de la caverna del siguiente modo: La caverna es el mundo visible, sensible, aparente y el fuego que crea las sombras tiene un poder similar al del Sol en nuestro mundo de apariencias: su luz nos permite conocer el mundo. El exterior de la caverna es el mundo inteligible al que accede nuestra alma mediante la razón. La Idea fundamental del mundo inteligible es la Idea del Bien que tiene una función semejante a la que tiene el Sol en el mundo sensible: su luz nos permite conocer el resto de las Ideas. Además el Sol del mundo visible es la causa de los seres y la Idea del Bien da el ser a las demás Ideas. Así, la Idea de Belleza recibe su ser de participar de la Idea del Bien. La consecuencia política de esto es que cuando Platón polemiza sobre cómo discernir qué es una obra de arte y qué no lo es, tiene muy claro que la tragedia, por ejemplo, será arte si inculca los valores de obediencia y sumisión al orden establecido. En caso contrario, expulsará a los poetas de la ciudad.
Las interpretaciones acerca de la entidad de la Idea de Bien son diversas. Los pensadores griegos anteriores a Platón habían concebido a su principio supremo, ya fuese material o espiritual, como una divinidad. Aunque la filosofía griega con su descubrimiento de la physis es el origen de la ciencia no conviene olvidar también su componente religioso. Especialmente, la Idea del Bien sólo es entendible sobre este trasfondo teológico.
Otra característica interesante de la Idea del Bien está relacionada con la influencia pitagórica. Llama la atención la relación que existe entre la Idea del Bien y la «medida justa«. La Idea de Bien está relacionada con la Justicia que debe reinar en el Estado y tendría connotaciones matemáticas. Así, cuando Sócrates, en el libro VIII de República, se pregunta cómo podría degenerar la república ideal si alguna vez llegase a constituirse de verdad, responde con el famoso discurso de las Musas. Existe un número perfecto que señala la fecha en que los movimientos circulares de los astros son más propicios para la reproducción de la especie humana. Al principio los gobernantes respetarán este número pero lo irán olvidando con el tiempo y “casarán a las doncellas con mancebos en momentos no propicios, y nacerán niños no favorecidos por la naturaleza ni por la fortuna.” Estos gobernantes menos capacitados empezarán por descuidar a las Musas en la educación y luego a la gimnasia. La educación deficiente impedirá a los guardianes reconocer las diferencias entre las razas y comenzará la mezcla que es el origen del caos social.
Sea como sea, sólo quienes alcanzan el conocimiento de la Idea del Bien podrán dirigir su vida en lo privado, la virtud, y en lo público, el gobierno de la polis.

Bibliografía
- Echegoyen Olleta, J.:Historia de la filosofía. Vocabulario y ejercicios. Madrid: Editorial Edinumen, 1996.
- Grube, G. M. A.: El pensamiento de Platón. Madrid: Gredos, 1984.
- Guthrie, W.K.C.: Historia de la filosofía griega. Madrid: Gredos, 1990.
- Jaeger, W. Paideia. Madrid: Fondo de Cultura Económica, 1985.
- Paradinas, J.; Cairós, A., Díaz, J. A.: La filosofía griega. La Laguna-Tenerife: Benchomo S.L., 1999.
- Platón:
- Diálogos I. Apología, Critón, Eutifrón, Ión, Lisis, Cármides, Hipias Menor, Hipias Mayor, Laques, Protágoras. Calonge, J. (trad. Apología, Critón, Eutifrón, Hipias Mayor Hipias Menor), LLedó, E. (trad. Ión, Lisis, Cármides), García Gual, C. (trad. Laques, Protágoras) Madrid: Editorial Gredos, 2001
- Diálogos II. Gorgias, Menéxeno, Eutidemo, Menón, Crátilo. Calonge, J. (trad. Gorgias), Acosta, E. (trad. Menéxeno), Olivieri F. J. (trad. Eutidemo, Menón), Calvo, J. L. (trad. Crátilo) Madrid: Editorial Gredos, 1983.
- Diálogos III. Banquete, Fedón y Fedro. Martínez, M. (trad. Banquete), García Gual, C. (trad. Fedón) y LLedó, E. (Fedro) Madrid: Editorial Gredos, 1997.
- Diálogos IV. República. Eggers Lan, C. (trad.) Madrid: Editorial Gredos, 1986.
- Diálogos V. Parménides, Teeteto, Sofista, Político. Santa Cruz, Mª I. (trad. Parménides, Político), Vallejo Campos, A. (trad. Teeteto) y Cordero N. L. (trad. Sofista) Madrid: Editorial Gredos, 1988.
- Diálogos VI. Filebo, Timeo, Critias. Ángeles Durán, Mª (trad. Filebo) Lisi, F.(trad. Timeo, Critias) Madrid: Editorial Gredos, 1992.
- Las Leyes. Pabón J. M. y Fernández-Galiano, M. (trad.). Madrid: Alianza editorial, 2002.
- Cartas. Torres Guerra, J. B. Madrid: Ediciones Akal, 1993.
- Popper, K. R.: La sociedad abierta y sus enemigos. Barcelona: Ediciones Paidós Ibérica, 1994.
- Reale, G.: Por una nueva interpretación de Platón. Barcelona: Herder, 2003
- Ross, D.: Teoría de las ideas de Platón. Madrid: Cátedra, 1986
- Tejedor Campomanes, C.: Historia de la filosofía, 2 Bachillerato. Madrid: Ediciones SM, 2001
- José Luis Molinuevo: pensamiento en imágenes
Me gusta q brinden sta información xq ayuda a aclarar un poco mas las tantas confusions que deja sta alegoria…
Hola Norbetz, me alegra que te haya sido útil. Un saludo.
Es la descripcion del mito y la expliacón mas ordenada que he encontrado en internet. muy buena
miles y millones de gracias por tu labor, me ha sido de gran ayuda!
Hola Paula, muchas gracias por dejar tu comentario. Un saludo.
Hola Eugenio:
En el examen de Aristóteles le puse al profesor que Platón es idealista porque se basa en la división de dos mundos: mundo sensible y mundo inteligible. Y la filosofía de Aristóteles es materialista porque tiende a un fin que es la felicidad.
Me dijo que no era por ésto, pero no me lo explicó. Le importaría ayudarme.
Hola Elisa, la filosofía de Aristóteles es materialista porque considera que sustancia no es la Idea que habita en un mundo inmaterial, el mundo inteligible, sino sustancia es cada individuo concreto, compuesto de materia y forma. Las formas no existen fuera de la materia.
hola Eugenio no podría ser tambien materialista porque la filosofia de Aristotetes porque es se basa en uan ética de medios y fines e indica que hacer para lograrlo. el contenido del bien radica en busqueda de la propia felicidade (eudaimonia)
Hola Elisa, una cosa es ser materialista (por ejemplo, sustancia son los individuos concretos y el alma no existe separada del cuerpo) y otra es defender una moral material (distinta de la moral formal de Kant).
Eugenio mi profesor ha dicho que la forma de gibierno que defiende Platón es la República, pero es que en libros y con apuntes de amigos dice que es la aristocracia
¿qué está bien?
Mira el término rey-filósofo.
donde esta? es que no lo encuentro
ya lo encontré muchas gracias
hola me podría decir si el Demiurgo es el ser que organiza y da forma a la realidad sensible
El Demiurgo es el ser divino que copia las Ideas en la materia. Es una deidad menor porque no crea de la nada sino que comparte la eternidad con las Ideas y la materia. Es un artesano y la verdad es que el experimento no le sale del todo bien.
Me podría decir porque Plátón es utópico y Aristóteles realista ya que lo quiero poner en mi comparación
Bueno, en términos políticos, porque Platón propone una sociedad ideal, soñada, y Aristóteles, se limita a tomar todas las Constituciones griegas de la época y elegir las leyes más adecuadas.
Simplemente dar las grácias por la información, es realmente útil!
Hola Ivonne, te agradezco mucho que te hayas parado a dejar tu comentario. Un saludo.
Completamente de acuerdo con «Ivonne».
Muchas gracias por la información y su estructura.
Gracias Alma por dejar tu comentario. Un saludo.
que término se ve reflejado en la parte 4? muchas gracias por este resumen me es de gran ayuda
El término opinión, sin duda. Date cuenta que de las sombras de la caverna sólo es posible la opinión. En el fondo Platón está hablando de la política y, más específicamente, criticando la democracia. En democracia cada uno tiene su opinión, todo es relativo y triunfan los que dominan la sucesión de sombras, es decir, las apariencias y no la verdad.
muy buena informacion : )
Gracias por dejar el comentario.
Un saludo.
El blog es estupendo pero necesito las definiciones del texto 532-535 de platon y no los encuentro,ni tampoco comentario resuelto de ello.me podias decir las definiciones de:
Metodo dialectico,pensamiento discursivo,opinion y inteligencia.Y como podia relacionar ese parrafo con el teoria de las ideas de platon.
me serviria de gran ayuda si me podias comentar algo de ello,y lo necesito urgentemente…
muchas gracias
un saludo
Hola Dina, consulta los términos o el campo semántico de Platón. https://auladefilosofia.net/2011/09/16/campo-semantico-platon-pau-extremadura-2012/
Hola Eugenio, gracias por la información! Muy útil!
Hola Virginia, gracias a ti por dejar el comentario. Un saludo.
Excelente material se lo dejare a mis alumnos para trabajar en clase
Hola Elkin, me alegra que te resulte útil. Un saludo.
Hola Eugenio
Te felicito porque es la mejor exposición que he encontrado del Mito. Quiero saber si me autorizas a usarla en mis clases y así nio repetir los esfuerzos.
Gracias
Cándido Roberto
Hola Cándido, me alegra que te haya gustado. Todos los contenidos del blog son copyleft: puedes utilizarlos como quieras siempre que me menciones como autor y no haya lucro. Un saludo.
Gracias Hermano, tu sabes que a veces la gente se pone fastidiosa con los derechos de autor y todos los materiales que tengo y bajo, pido autorización de los propios autores.
El lucro en educación es algo difícil, o por lo menos no he dado con ese código ni pierdo tiempo en ello.
Gracias y de verdad FELICITACIONES por ese blog tan bueno
Creo que yo también voy a coger alguna cosilla, aunque la voz robótica del video…
Un saludo.
gracias por esta información… me ha sido de gran ayuda… me acaban de dar la nota de PAU y en Filosofía saque un 8.75… en serio, muchas gracias… hacia 5 años que no tocaba filosofia, no tenia libro y gracias a esta web pude prepararme el examen de PAU… un saludo
Enhorabuena por la nota y gracias por el elogio. Buen verano.
Reblogged this on Energy is Eternal Delight.
Hola Eugenio,
Hace poco vi el show de Truman y a raiz de leer otra vez el mito de la caverna se me ocurrió relacionarlas con que truman es prisionero en la caverna y sale luego al exterior del reality asimilando esto al momento en que los prisioneros salen de la caverna, pero al margen de esta comparación se me ocurrió otra cosa como es que refleja una sociedad en el que los medios hacen y deshacen por su beneficio sin importarles el daño que puedan causar y que es una sociedad dominada en cierto modo por ellos, y pensándolo bien es nuestra sociedad, la actual donde las medios y en especial la televisión tratan de mantenernos en una «caverna», quizá estoy equivocador pero por eso escribia para ver si podrias darme otra vision o si lo dicho es ams o menos correcto.
Un saludo
Hola José Ignacio,
tanto El show de Truman como Matrix sirven muy bien para representar el mito de Platón a un nivel elemental. En Matrix son las máquinas, y en El show de Truman son los medios de comunicación de masas, los que se nos han ido de las manos, los que, como tú dices, nos tienen encerrados en el fondo de una caverna con el objetivo de manipular y someter a la ciudadanía. Si seguimos con esta interpretación del mito se supone que es posible una verdad alternativa que podemos encontrar, por ejemplo, cuando perseguimos la belleza en la literatura o en el arte. Por eso una forma de desvincularse de la caverna es leer a Nietzsche o escuchar a Brahms. Esa sería la versión de El Banquete. En La República habría que perseguir el bien y la justicia social. A este respecto ha aparecido hoy en la prensa una gran noticia: en Australia han condenado a la agencia de calificación Standard & Poor’s por estafa. Te dejo el enlace: http://www.publico.es/dinero/444893/historica-sentencia-contra-standard-and-poor-s-en-australia
Ahora bien, el mito de Platón no es tan ingenuo y tampoco lo son esas películas. Cuando Platón escribe el mito de la caverna no está jugando con la idea de la Belleza sino que tiene un objetivo político muy claro: imponer un sistema político gobernado por un rey-filósofo que trata a los demás como si fuesen ganado. Platón dice que la diversidad de opiniones (algo que es bueno y democrático) pertenece a las sombras de la caverna mientras que la contemplación de la Idea del Bien (un estado racista que practica la eugenesia, prohíbe la libertad de expresión y expulsa el arte de la ciudad) es el objetivo a perseguir.
El mito de la caverna (y en cierto modo Matrix) es fascismo en estado puro. En democracia no existen, gracias a Dios, ni la Idea del Bien ni la Idea de Justicia. Tenemos opiniones y, gracias a las tecnologías de la información, las opiniones a las que tienes acceso, ya sean políticas o artísticas, se hay multiplicado exponencialmente. Ese no es el reino de las sombras del que huir. A mí me parece un buen punto de partida para poder tener una democracia más participativa y una ciudadanía más cultivada. Ahora bien, ¿cómo distinguir las buenas opiniones de las malas? No hay otra manera que estimular la sensibilidad moral, política o estética a través de la lectura, del arte, del diálogo. Esto sí es un proceso lento y arduo y no el que te den ya prefabricada una supuesta Idea del Bien.
Cuando Platón escribe el mito de la caverna ha perdido el sentido del humor y la ironía socrática que mantenía en los primeros diálogos. Peor para él.
Espero que te sirva.
Saludos.
Muchas gracias,por la respuesta.
Hola,
En primer lugar, muchas gracias por la exposición, es de mucha ayuda. Pero me gustaría hacer, si se me permite, algunas preguntas.
Mi duda es respecto a qué o quién saca forzosamente al esclavo de la caverna. ¿Se trata de la naturaleza humana, que nos obliga a aprender? ¿Y tiene que ver, entonces, con el “eros” en el sentido de una fuerza erótica, en el deseo por aprender y llegar al mundo inteligible?
Mi segunda objeción es respecto a la interpretación de los elementos de la alegoría de la caverna. Si fuera de la caverna se vuelve a repetir el proceso de ver sombras y reflejos, luego cosas (¿que se supone que son copias de las ideas no? Porque las ideas no se pueden ver, sólo pensar),etc… ¿Eso no conllevaría pensar que el exterior no es exactamente el mundo inteligible? Además, Platón creía que vivíamos en una caverna de verdad (creo que lo relata en el Fedón), luego la caverna no sería la completa ignorancia, ¿no?
Espero que me podáis ayudar con las dudillas. Y gracias por adelantado.
Un saludo!
Hola,
tus dudas están muy bien expuestas y dan que pensar.
Respecto a la primera pregunta creo que son los «Fundadores del Estado» quienes liberan a los esclavos para convertirlos en reyes filósofos a través del proceso educativo que se describe a continuación del mito. La naturaleza humana no impulsa a aprender. Al contrario, si por nuestra naturaleza fuese nos quedaríamos para siempre en el interior de la caverna. Por eso se rebelan contra el filósofo cuando vuelve a la caverna a comunicarles su descubrimiento. Por otro lado, el Eros no juega ningún papel en la República. Este un diálogo político en el que todo se supedita a la Idea del Bien incluida la Belleza. Esta Idea del Bien hace referencia a la armonía y la justicia dentro del Estado. Cualquier elemento que altere ese orden será expulsado de la polis. Dentro de este planetamiento el «Eros» tiene poca cabida.
Tu segunda pregunta es más una cuestión de hasta dónde se quiera llevar la interpretación. Platón es muy claro: interior de la caverna=mundo sensible, exterior de la caverna=mundo inteligible. Tus objeciones son que las cosas fuera de la caverna «se ven» y no «se piensan». Recuerda que el último nivel del conocimiento en el pasaje de la línea es la inteligencia intuitiva, es decir, una forma instantánea de «comprender», una forma diferente de «ver». En mi opinión, la descripción de la Tierra que Platón lleva a cabo en el Fedón no tiene relación con el mito de la caverna. Creo que forma más sencilla de comprender es pensar que cuanto más lejos estemos del mundo de las Ideas más divino y superior parecerá este. Si vivimos en una gruta haremos del cielo de éter algo maravilloso.
Este es el resumen del mito escatológico del Fedón. La Tierra esférica se sostiene en el centro del Universo. Nosotros habitamos en una de sus grutas o cavernas. Lo que llamamos cielo es lo mismo que para los peces el mar. El verdadero cielo está más allá de nuestras posibilidades y está formado por el maravilloso éter. Esta Tierra, contemplada desde el cielo, es como una “pelota con doce franjas de cuero” y coloreada: púrpura, dorado, blanca. Nada hay en ella corrupto o que pueda corromperse y las piedras preciosas están por doquier. Otros seres la habitan, aventajándonos en todo. La Tierra está atravesada por simas muy profundas. La más profunda es conocida como el Tártaro desde Homero. Hacia allí confluyen todos los ríos y desde él parten. Cuatro son las corrientes principales: Océano, Aqueronte (que lleva a la laguna Aquerusíade donde permanecen las almas de los difuntos, más o menos tiempo, antes de volver al mundo de los vivos), Piriflegetonte (un río de fuego que desemboca en la parte más profunda del Tártaro) y el río Cocito, el río del lamento. Aquí tienes mi entrada sobre el Fedón: https://auladefilosofia.net/2008/10/31/platon-fedon/
Saludos.
Pues de nuevo, gracias por la amabilidad y por tu tiempo. Ya me ha quedado más claro.
Un saludo.
Es fantastico el resumen , además comparas con ejemplos y peliculas que te ayudan a comprender aun mas sus ideas. Me lo guardo, me servira de mucho.
Me alegra, gracias por comentar.
Reblogged this on Blog del profesor Luis Ángel Pérez Cante and commented:
Tema de Filosofía Décimo
Muchas gracias por colgar este comentario. Con la selectividad la semana que viene y este mito en el temario de Filosofía me viene de perlas.
p.d. el comentario anterior (el de las A) es mío. Lo puse por error. Lo siento, y gracias otra vez 🙂
No hay problema, mucha suerte en la PAU.
Hola. Me gustan mucho las explicaciones y también los ejemplos del mundo más actual, como la comparación del mito de la caverna con la televisión o con esas películas. Con respecto a PAU, me gustaría saber si se pueden mencionar dichos ejemplos o hay que limitarse a responder sobre el texto.
Me has servido de mucha ayuda durante todo el curso y ahora de cara a pau tambien, muchas gracias! 😀
Puedes usar esos ejemplos. Son muy ilustrativos.
Me alegro haberte sido de ayuda.
Suerte.
Hola.
Esta articulación me ha sido muy útil para entender a Platón. El lunes tengo un examen, pero a lo que tengo más miedo es a la estructura del comentario de texto (que no la tengo muy clara) y a la consecución de ideas.
Muchas gracias. Siento que he aprendido, aunque no vaya a sacar buena nota en el examen.
Me alegra mucho que el blog te haya sido útil
Un saludo.
Eugenio.
Una interpretación muy didáctica. Enhorabuena. Querría, no obstante, sugerir algunas cuestiones.
1. En la interpretación realizada se considera como una instancia, válida y actual del mito, lo siguiente: «la caverna es la televisión, apariencia y engaño. Piensa en esos programas del corazón donde todo es falso, un simulacro». Ahora bien, ello podría lugar a que se hiciera la equivalencia entre «apariencia» y «falsedad» porque se sugiere que se piense en «esas cosas donde todo es falso» para ilustrar que «la caverna es la televisión, apariencia y engaño». Pero eso es un error tanto para Platón como para, quizá, una buena parte del resto. Que tenga lugar la «falsedad» sólo es posible si considera a su vez la cuestión de la «verdad».
Pero para la sofística –la cual aparece mencionada en el texto en el renglón anterior del enunciado citado–, la cuestión de la verdad ha perdido, quizá, su sentido, o cuanto menos se ha desdibujado, al defender por parte de algunos sofistas que el «ser no tiene lugar» (Gorgias). La verdad no es cuestión porque lo que «aparece» lo hace de manera tan cambiante que no puede establecerse, de una vez por todas, como siendo aquello que es.
2. Se concluye, en el texto que es materia de análisis, que «El mito de la caverna (y en cierto modo Matrix) es fascismo en estado puro». Eso pretende seguirse de ciertas pretensiones platónicas, pero que se siga de esas pretensiones políticas, no implica en modo alguno que el mito sea de suyo «fascismo en estado puro». Dejando incluso de lado los anacronismos que bloquearían de entrada tal conclusión. Puede decirse, como mucho –y ciertamente es decir mucho–, que el mito, bajo las pretensiones políticas presuntamente atribuidas a Platón, podría ser algo así, pero en ningún caso el mito en tanto que tal.
3. Uno de los párrafos comienza diciendo «Si el filósofo regresase a la caverna ya no sería capaz de ver en la oscuridad, no sería capaz de desenvolverse en el mundo de las sombras donde lo que importa no es la verdad sino la mentira». Si uno maneja ciertas definiciones, por otro lado, bastante usuales,
algo es mentira si y sólo si alguien profiere cierta oración declarativa y cree (justificadamente o no) que es contraria a la verdad. Es obvio que lo que importa en la caverna no es la mentira, para ello los prisioneros deberían contar de su parte con la verdad para poder proferir algo de ese tipo, y eso es precisamente lo que no tienen. Pero si quieren hacer valer –digamos– sus visiones a toda costa, eso tampoco implicaría que lo que importa es la mentira porque ellos no contravienen lo que creen verdad sino todo lo contrario. Ellos defienden lo que creen verdadero, aunque sea, en efecto, falso.
Te agradeceré cualquier comentario.
Gracias de antemano
Hola LeonKa,
gracias por dejar un comentario tan sugerente.
Sobre las cuestiones que planteas diría lo siguiente:
1. La comparación de la caverna con la televisión expuesta así, del modo brusco que lo hago, carece de matices pero es muy intuitiva para ellos. Para adaptarla un poco a lo que dices habría que distinguir dentro de la televisión, los programas dedicados a los típicos montajes del corazón y los informativos. De modo que tal y como Platón distingue dentro de la opinión, conjeturas y creencias, también podría hablarse dentro de la televisión de opiniones más fiables que las de Sálvame como las de algunos «informativos» como, por ejemplo, Late Week Tonight de John Oliver para la HBO. Dejo aparte la televisión nacional porque después del nombramiento de su nuevo director procedente de Telemadrid no sabría qué ejemplo poner. Evidentemente, la verdad aparecería como un salto fuera del mundo televisado o virtual. Quizás, para que lo entienda un alumno de Bachillerato, la Facultad de Matemáticas en una Universidad podría representar ese tercer nivel de conocimiento. Pero tengo la sensación de que te inclinas por el planteamiento sofista que desdibuja la posible diferencia entre falso y verdadero. En el caso de Platón el planteamiento es el opuesto y esto tiene un origen y unas consecuencias políticas clarísimas.
2. De acuerdo, decir que el «mito de la caverna es fascismo en estado puro» es una provocación bastante forzada. Pero a los alumnos les cuesta salir de la trampa platónica así que lo maltrato un poco. Es decir, Platón compara el Estado con una nave y en un barco debe gobernar el que conozca el arte de la navegación y no el pasaje. A todos les parece evidente que este ejemplo se puede trasladar tal cual al Estado. Se resisten a entender que no hay tal «ciencia política» que garantizaría una mejor dirección del Estado. Así que directamente los llamo «fascistas bienintencionados». La afición de Platón a la mentira de Estado y el secretismo de los filósofos gobernantes da pie a hablar de cómo funciona hoy día la «guerra contra el terror», por ejemplo. Drone strikes are everywhere.
3. El párrafo que citas alude al punto de vista del filósofo. Este arriesga su vida si desciende a la caverna pero no cuando dirige la ciudad ideal y todos tienen presente la idea del Bien. El punto de vista de los mortales bicéfalos es erradicado de la ciudad ideal de modo que cuando más tarde Platón dice que el filósofo volverá a la caverna para devolver el favor de su educación al Estado y gobernar ya no está hablando de la caverna. El problema de la política que Platón plantea es que nunca sale del mundo inteligible. No es una ciencia política para bajar a la caverna y educar. Quien arriesgue en ese sentido corre el mismo destino que Sócrates. También quienes se aferran a las sombras, los poetas, son expulsados de la ciudad.
Saludos.
Eugenio.
Muy amable por tus observaciones Eugenio. Gracias.
Hola LeonKa, sigo dándole vueltas a tus ideas.
Creo entender que tu principal objeción al comentario del mito es que para los prisioneros no puede hablarse de mentira o falsedad porque carecen de «ser» o «verdad» para contraponerle. En un terreno ontológico o epistemológico estoy de acuerdo. Pero creo que en el ámbito ético o estético un mundo así es intolerable. Me explico: por mucho que todo lo que haya visto el prisionero de la caverna sea la fealdad y la mezquindad no me cabe duda de que en algún momento soñará con la belleza y la justicia. Una realidad sin un ideal que sirva al menos de consuelo no es tolerable. A esa necesidad arraigada en el ser humano Kant la llamaba idealismo trascendental y Platón reminiscencia. Desde los cuerpos bellos, la atracción erótica, es posible el camino hasta la idea de belleza.
No estoy de acuerdo en el modo en que Kant o Platón gestionan luego ese ansía metafísica pero sí con la idea básica acerca de cómo funcionamos. Se me ocurre como ejemplo 1984 de Orwell. Bueno… espero haberte respondido mejor esta vez.
Saludos.
Eugenio.
Hola Eugenio, he repensado tus palabras «por mucho que todo lo que haya visto el prisionero de la caverna sea la fealdad y la mezquindad no me cabe duda de que en algún momento soñará con la belleza y la justicia». El material textual parece indicar justo lo contrario, si por «belleza» y «justicia» se entiende eso que se substrae cada vez que intenta ser, dialécticamente, aprehendido, o sea, eso a lo que anteriormente me referí diciendo que «era lo que se suponía en todo decir» y agrego ahora «y no comparece ello mismo como contenido tematizable», el prisionero no anhelará tales cosas, según la conclusión de Platón, porque si alguien, según se nos dice, intentara guiar o conducir a los prisioneros hacia esas cosas, o sea, hacia la belleza y la justicia, los prisioneros se burlarían de él o, incluso, lo matarían (tal y como por otra parte hicieron con Socrátes). Luego, no entiendo como «no te cabe ninguna duda de que (el prisionero) en algún momento soñará con la belleza y la justicia», porque de hecho hay varias dudas.
Saludos
Hola Leonka, tienes razón si nos mantenemos estrictamente dentro del mito platónico. Pero que la verdad sea exclusiva del filósofo es un tema propio de la República. Recuerda el Teeteto: «Muchos me reprochan que siempre pregunto a otros y yo mismo nunca doy ninguna respuesta acerca de nada por falta de sabiduría y es un justo reproche. La causa de ello es que el dios me obliga a asistir a otros, pero a mí me impide engendrar.» Entonces los esclavos resuelven problemas matemáticos, los muchachos reflexionan sobre la vida buena, el erotismo es principio del conocimiento, etc. La República redefine la filosofía que Platón hereda de Sócrates en un sentido que, personalmente, no me gusta nada. De repente, el conocimiento es exclusivo del gobernante-filósofo y el resto es ganado y vive en una burbuja sin saberlo. Es la negación del diálogo como principio de la filosofía, como principio político. Quiero decir que el argumentario ontológico y epistemológico del mito de la caverna es una trampa cuyo origen es un programa político que asimila la sociedad humana a un hormiguero o una colmena y nada tiene que ver ya con el espíritu festivo y lúdico de los primeros diálogos o del Teeteto que, aun siendo posterior, recupera la figura del primer Sócrates.
Saludos.
Hola Eugenio,
gracias de nuevo por tus últimas observaciones.
No sé exactamente cuál era mi principal objeción. No obstante, lo que en 3 quise poner de manifiesto fue que parecía que se ponía como contradictorias, erróneamente, verdad y mentira. Y lo que, en todo caso (si es que efectivamente se exigía algo), era que hubiera una exigencia conceptual a la hora de diferenciar verdad y falsedad, sinceridad y mentira. La lectura del texto, consideraba, podía quizá inducir a alguien a ese error.
En referencia a tus observaciones en el plano ético-estético. No estoy seguro de secundar lo que dices. El recurso a un experimento mental es obviamente limitado, el mito podría estar restringido a investigar el en qué consiste el eidos, el mostrarse en un aspecto o el en qué consiste que algo venga a presencia. Y qué podría comportar, ulteriormente, que alguien observará que lo que de hecho se muestra no es todo lo que hay, o sea, que en el mostrarse hay algo que siempre está ya supuesto pero que eso nunca viene a presencia.
Luego, si alguien considerara, como acabo de hacer, que lo que investiga el experimento mental (= el mito) es eso o algo de esa índole, decir que «por mucho que todo lo que haya visto el prisionero de la caverna sea la fealdad y la mezquindad no me cabe duda de que en algún momento soñará con la belleza y la justicia» podría resultar ser suposiciones que van más allá del mito y que muchos podrían no querer secundar por lo acabado de aducir. Digámoslo informalmente, las consideraciones éticas-estéticas serían, en todo caso, consideraciones nuestras, o consideraciones que se podrían leer en el texto, pero en ningún caso cosas que el propio mito de Platón dice explícitamente.
No estoy de acuerdo que lo dicho sólo tenga como ámbito la metafísica, porque lo que está en juego en el corolario es qué actitud tomar con respecto a si de decir o no decir aquello que los demás no consideran pero que está supuesto en todo decir o hacer, ya sea éste el ser, la verdad, el nomos, el eidos, etcétera.
Saludos
LeonKa
JAJAJAJAJA el último vídeo de que el mito de la caverna era en realidad un local gay me ha matado
Es la última verdad detrás de la Idea del Bien… 🙂
Hola!! Me encanta la explicación. Mi profesor me pide que relacione la alegoría con la actualización aristotélica. Me darías una respuesta?
Hola, sería poco apropiado que en una página dedicada a estimular el pensamiento propio, resolviera tareas académicas. Por otro lado, no tengo clara cúal puede ser la respuesta.
¿por qué crees que, tal y como se dice en el propio texto, los prisioneros de la caverna son como nosotros?
Hola Anónimo, ¿en qué sentido estamos igual de lejos respecto al conocimiento que los atenienses del s. V a. C. o los prisioneros de la caverna? En muchos, sin dudarlo. Pero en tiempos turbulentos lo más prudente es huir de excesos que implica una interpretación política del mito.
Un abrazo.